¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
El terrorismo de Estado genera los otros terrorismos
María Teresa Jardí
Ayer decía que se perdió la oportunidad en 2000 de firmar un nuevo pacto
social entre gobernados y gobernantes y no es que se hubiera necesitado
demasiado para que esa firma en el 2000 se diera.
La
alternancia le garantizaba a Fox que por poco que hiciera, si no lo
hacía mal del todo, se iba a ganar el respeto de los ciudadanos. Aunque
claro, tendría que haber empezado por entender, quien salió convertido
en espantajo: que los ciudadanos habíamos votado en contra del PRI y no
por el PAN.
Si estúpido era decir hasta el cansancio que aunque separado de su
primera mujer continuaba casado con ella y que nunca se divorciaría
porque para él el matrimonio celebrado bajo el rito de la iglesia
católica era sagrado y esa iglesia no tolera el divorcio. Salvo cuando
se tiene suficiente dinero para comprar el divorcio convertido por esa
iglesia en bien —de negociable precio— vendible. Estúpido, porque lo
privado no tiene porqué mezclarse con lo público. Y si bien hay cosas
que los gobernados tienen el derecho de conocer como lo relativo al
patrimonio de los elegidos como gobernantes.
La vida sentimental de los gobernantes, como la más elemental de las
inteligencias indica, no tiene porqué ventilarse frente a los
gobernados. Incluso porque lo estúpido se convierte en grave cuando se
evidencia que el gobernante mintió y habiendo mentido en una cuestión
relativa a los valores y principios no se puede esperar que no haya
mentido en todo lo ofrecido.
Habría bastado, pues, con que Vicente Fox no se casara con la que lo
eligió para convertirse de manera impune y convertir a sus hijos e
incluso a su exmarido en millonarios, para que Fox no saliera tan
desprestigiado.
Pero ya tan desprestigiado, habría bastado con un poco de inteligencia
para entender que lo que tenía que hacer era propiciar la alternancia.
Entendiendo el error que era el de embarcarse en un desafuero, cobarde,
en contra del contrincante al que el pueblo de manera mayoritaria quería
como su reemplazo. Alternancia que para Fox habría representado el no
pasar a la historia como un ladrón, imperdonable, que dejó como sucesor a
un genocida. Sabios que son los pueblos Fox está ubicado en la historia
de la ignominia.
Y si en 2000, como salta a la vista, habría bastado con tan poco para
firmarse un nuevo pacto social. El primero de diciembre de 2012 se
empezó a destruir, quizá, la última oportunidad que queda de volver a
firmar ese pacto. Y seguir por el camino de la represión no augura más
que males para los habitantes de un país en el que millones no tienen ya
nada que perder.
La violencia general violencia. Y Osorio Chong tendría que empezar por
reconocer que la violencia generada por el Estado es terrorismo de
Estado. Y que la violencia del pueblo desesperado no amerita represión y
en cambio demanda diálogo y respuestas.
Al acierto por lo que toca al encarcelamiento de La Gordillo, no tendría
que haberse sumado el error de no dejar elegir a los maestros al
sucesor de esa mujer siniestra.
Al desacierto de haber nombrado a la Robles como parte del gabinete de
quien tan cuestionado llegó, comprando, como relevo del genocida, se
suma el desacierto de mantenerla como secretaria de Estado a cuatro
meses de gestión, ya tan profundamente cuestionada. Un grave desacierto
incluso porque en la espalda de Chong, la Robles, es un alacrán que le
garantiza la muerte política en no mucho tiempo a ese secretario de
Peña. Es claro que ella misma está filtrando lo de la responsabilidad
por lo que toca a su nombramiento para ser utilizada como saco de boxeo.
Y sumada a Graco y a Beltrones, terror tendrían que despertar en todos
los que exigen mano dura sin entender que el terrorismo de Estado es lo
que garantiza el nacimiento de todos los otros terrorismos...
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