martes, 30 de abril de 2013

Violencia del Estado también es violencia

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Pifias e impunidad
Lilia Arellano


Estado de los ESTADOS

“Mano dura” sin legalidad
Represión a inconformidad
Guerrero, alumnos y profes
Liberan “pájaros de cuenta”
¿Y los verdaderos culpables?
“Ropa sucia” en los partidos
Otra estrategia, piden a EU

“Un abogado, con su maletín, puede robar más que cien hombres con pistolas”.- Mario Puzo
 

La sentencia “aplicación de la ley”, la hemos escuchado en los últimos días, en múltiples ocasiones, y aplicada lo mismo a maestros y universitarios, que a inconformes con el encubrimiento de crímenes, con todo aquel que se atreve a manifestar su enojo saliendo a la calle, bloqueando avenidas; dicen que ninguno tiene pretexto para hacer lo que hace porque carecen de argumentos, incluso para poder dialogar, lo cual nos llevaría a pensar que se suma a nuestros grandes males la locura. Porque, visto así como lo pintan con una total sinrazón, no puede pensarse de manera distinta, sólo afectados por este mal pueden salir a elevar la voz, a marchar, a exponerse a las formas tan diplomáticas que caracterizan a nuestras policías, bajo los intensos rayos del sol o la lluvia, para no tener que señalar nada, para no tener nada, para carecer de testimonios, de pruebas que expliquen los porqués de sus acciones.

No hay limite en las autoridades para la utilización de esa expresión; se le ha escuchado a los gobernadores, particularmente al de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, al referirse a las marchas del magisterio en la Entidad, al momento de estar presentando su segundo informe de gobierno, con lo cual demostró qué tan débil se encuentra no sólo su posición sino el respeto a las autoridades en esa entidad. También el de Morelos hizo lo propio y lo increíble, es que hasta el respetado rector de la UNAM cayó en esa posición, en la que ubicó a los ex rectores, exhibiéndose al igual que el guerrerense, con tal debilidad que requiere de apoyos tales que incluyan a quienes nunca gozaron de buena fama al conducir la Máxima Casa de Estudios del país.

Y los hechos demuestran que tampoco hay cargos o jerarquías que eliminen a los mentirosos. Este el caso del titular de la Comisión de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, quien en días anteriores indicó al rector José Narro, que se encontraba preparado para recibir la orden de desalojar la UNAM, que sólo estaba a la espera de indicaciones. Una vez que, como se ha visto, no han logrado contener ni disminuir las presiones tanto de maestros como de universitarios, que las intentonas de aplicar las viejas fórmulas no les dan ningún resultado, don Manuel rechazó que se tenga listo un operativo para desalojar a los estudiantes, a los mismos que antes les envío el recado de que estaba puesto y listo. En la situación de inseguridad que se vive en el país, no saber si la mentira la dijo antes o después, pero de cualquier manera ahí está la duda, no ayuda en el intento de avanzar un poco para eliminar presiones.

Dicen, y se repite una y otra vez, que el daño que estos grupos ocasionan al país es inmenso. Y somos varios los que no encontramos, ¿cómo afectan la mala educación que reciben? ¿Será acaso que por ese tipo de acciones no encontrarán trabajo cuando concluyan sus estudios? ¿Nos van a hacer muy mala fama en el mundo, uno que nos lleve como estamos a los últimos lugares en preparación académica? ¿Con ello se afectarán los recortes que hacen a los presupuestos universitarios y que se esconden con supuestos incrementos que no van en proporción con las matrículas siempre en ascenso? ¿Los catedráticos dejan de cobrar los días que no dan clases? ¿Eso impide a muchos de los maestros bañarse y llegar a las aulas pulcros, sin los dedos amarillentos por la nicotina del cigarro, bien peinados, significándose porque despiertan el ejemplo entre sus alumnos y el deseo de imitarlos? Habrá que analizar quiénes son los que han hecho daño a la Universidad, a sus maestros, a sus alumnos, al país.

Claro que la violencia no es el mejor camino y suponemos que los que gobiernan lo saben o ¿será acaso que está mal cuando viene de los ciudadanos, cuando es la autoridad la que hace gala de su aplicación es correcto? El orden y la paz social consisten en las amenazas, los barrotes y el garrote, ¿o en el equilibrio, la gobernabilidad, la democracia, el respeto a las leyes y al Estado de Derecho? Todo apunta a que en tanto no se busquen y analicen los fondos y se ofrezcan soluciones inmediatas, a corto, mediano y largo plazo, y se reconozca que existen argumentos en cada una de las manifestaciones, no lograrán llevar a buen puerto muchos de los planes que elaboraron y en los que, al parecer, el factor humano no fue contemplado.

Y es que de no ser de la forma en la que, nos guste o no, estemos de acuerdo o en contra, parezca rijosa o sin alternativa, están procediendo algunos grupos, ya es todo lo que les queda por hacer al rechazar tres jueces federales demandas presentadas contra la reforma educativa porque fueron promovidas el 3 de abril, cuando entró en vigor la nueva Ley de Amparo que prohíbe, expresamente, impugnaciones contra las reformas constitucionales. Sólo llevan el gane en aquellas admitidas con fecha anterior y en las que, incluso, ya salvaron no ser despedidos al concederse suspensiones provisionales. Ahora ya se tiene un panorama más claro del porqué tanta prisa.

¿DONDE ESTA LA BOLITA?

Resulta que las acciones de la delincuencia organizada van en aumento, según los reportes, e incluso las cifras oficiales. Sobra decir que, por lo tanto, las actividades ligadas al narcotráfico siguen la misma ruta, una que señala que hay aprehendidos pero nada de decomisar drogas o afectar los renglones económicos y hasta financieros, porque ya los cárteles son de elevada posición. Dicen las malas lenguas, sobre todo las norteamericanas, que todo este despegue y progreso de narcos y delincuentes se debe a la complicidad que existe entre autoridades y las mafias, y han señalado que se dan en todos los órdenes de gobierno. A lo que no se han atrevido es a dar a conocer públicamente los nombres, porque de que los tienen, los tienen.

O sea que están y eso es totalmente creíble, dado el diario acontecer en nuestro territorio y la impunidad que mantienen los verdaderos jerarcas y los cabecillas de las diferentes y numerosas bandas. En este tenor tenemos varios escenarios. Uno que nos habla de pifias, de inocentes a los que les fueron inventados cargos y se les privó de su libertad injustamente. Solo que de entre ellos muy pocos gozan de cierto prestigio, la mayoría, no. Están Gregorio Sánchez y Jorge Hank Rhon. El primero no ha logrado que se crea ni un ápice en su inocencia y al segundo, no se le restaron cargos, se cayó en una serie de errores en su detención. Michoacán está hundido en la violencia, la guerra entre las mafias ya resulta insoportable para la ciudadanía, dadas las muertes ahí registradas y, sin embargo, resultó que los 35 alcaldes detenidos por supuestas ligas con la delincuencia, no eran responsables de un solo cargo de los que les imputaron.

Sandra Ávila Beltrán, “La Reina del Pacífico”, también está resultando inocente y si bien no se ha desempeñado como autoridad, tenía un lugar dentro del ramo empresarial. Tamaulipas es otra de las entidades azotada por el narco y los tiempos de Tomás Yarrington, al frente del gobierno, fueron clave para su expansión. Se le señaló y de repente la PGR cierra el caso y queda liberado, en México, de los cargos y se trabaja con todo el cuerpo diplomático de respaldo para que EU también lo exonere. Militares dejaron sus cuarteles para ocupar celdas. Así pasó con los generales Francisco Quiroz Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro, los acusaron, los encerraron, los soltaron libres de pruebas y no faltó quien hablara también de ese florecimiento durante las más de dos décadas del que fuera el general más joven del país en el convulsionado Guerrero, en las siembras de amapola justo en el área donde nació Gregorio Sánchez, y en la que todavía vive su media hermana, la casada con el ex alcalde acusado de narcotraficante y a quien le mataran y secuestraran a los hijos.
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