¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Calderón: “Inmisericorde, cruel y sangriento”
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Aplauden
a Calderón los empresarios que invirtieron poco, pagaron salarios de
hambre y se embolsaron ganancias nunca vistas, porque en nuestro país no
han estallado las crisis europeas… con los “indignados”; palabra
delicada frente a la de “encabronados” que están los mexicanos que
padecieron el sexenio de Calderón. Quien huye al exilio con su fabulosa
pensión de por vida, su escolta de militares y el botín de sus cómplices
que, como Salinas, ordeñará para vivir, si bien escondido, viajando y
dizque presidiendo una fundación (mientras diseña su museo o una escuela
“patito” como la de Fox). Fue uno de los peores presidentes del montón.
El segundo Victoriano Huerta por su militarismo-golpista y su adicción
alcohólica.
Se va protegido por Peña y los legisladores que deberían llevarlo a
juicio político, para responder de los 3 mil millones de pesos que
excedió y del dinero de los fideicomisos. Y deja un país en crisis que
le estallará a Peña, a quien no se le ven cualidades para desactivarla.
El pueblo, al que los exquisitos intelectuales orgánicos que, como
moscas al excremento le revolotean, llaman sociedad civil, pero sin
derechos y víctima del autoritarismo, sabe que Calderón sólo gobernó
para las élites empresariales, las inversiones españolas; dejando ileso
al Chapo Guzmán, el narco protegido también por Fox; para Miguelito
Alemán que le ha prometido más inversiones en su línea aérea, ya que
Calderón lo benefició quebrando a Mexicana; y por apoyar a Televisa y
Azcárraga quiso y no pudo acabar con el multimillonario número uno del
mundo, Carlos Slim, porque éste es más poderoso.
“Desde que tengo uso de razón, el más inmisericorde, el más cruel
presidente que hemos tenido ha sido este señor, y el más sangriento. Ha
hecho las cosas más crueles contra este país, nadie había causado con
una acción como la que él decidió para enfrentar al crimen organizado,
nadie en los años recientes, ningún presidente en este país había dejado
la estela de muerte que dejó… el trato demostrado a los obreros ha sido
inmisericorde” (Leopoldo Ramos.- La Jornada: 12/XI/12). Esta
merecidísima crítica del obispo católico Raúl Vera López, en la capital
de Coahuila, contra un Calderón que va a misa, se confiesa (y el
cardenal Rivera le perdona sus pecados) y comulga, lo exhibe como un dos
caras: de golpes de pecho y malvado al que debe juzgársele penalmente,
porque su guerra deja más de 100 mil homicidios que ni en los pueblos
árabes sacudiéndose a sus Calderones.
El obispo Vera se ha distinguido por su defensa de los pobres y
desvalidos. Y durante los seis años criticó los abusos del gobierno
federal y de la entidad donde oficia su catolicismo. Calderón abusó del
poder valiéndose de los militares, para amedrentar a los mexicanos
ajenos a las delincuencias. Tras su ilegitimidad, se disfrazó de general
de cinco estrellas (incluso a sus hijos los presentó con uniforme de
soldados), para mantenerse al estilo de Pinochet. Sangriento, cruel y
despiadado son imputaciones que le suscribe el pueblo a quien hizo de la
barbarie su mal gobierno antidemocrático.
cepedaneri@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario