¡¡Exijamos lo Imposible!!
Los muertos olvidados
MÉXICO, D.F., 1 de noviembre (APRO/AP/AFP).- En ocasión de la
celebración del Día de Muertos, activistas colocaron un altar afuera de
la residencia oficial de Los Pinos en memoria de las más de 80 mil
personas (más de 100 mil algunas fuentes) que han muerto por la
violencia ligada a su lucha contra el crimen organizado.
Al exterior de la sede presidencial, fuertemente resguardada por
policías antimotines, fueron colocadas veladoras y coloridas flores
típicas de la temporada, siguiendo la tradición prehispánica de colocar
altares u ofrendas a los muertos los 1 y 2 de noviembre.
Con carteles, flores de cempasúchil, veladoras y hasta mariachis, más de
un centenar de manifestantes reclamaron también al primer mandatario la
incursión del Ejército en el combate contra el narco.
Muchos de los manifestantes, vestidos de negro y con el rostro pintado
de blanco, simulando calaveras, colocaron pancartas en el suelo, frente a
la valla de seguridad implementada por policías antimotines, en las que
se leía: “No más sangre” y “A la historia le corresponde juzgar”.
Un grupo de mariachis, con traje blanco, se unió a la manifestación y
cantó Las Golondrinas con dedicatoria especial para el presidente Felipe
Calderón, a quien le restan 30 días de gestión.
El miércoles pasado, activistas levantaron altares en las inmediaciones
del Ángel de la Independencia y frente a la Procuraduría General de la
República para exigir el fin de la guerra militarizada contra el narco.
Frente a la PGR fueron colocadas flores de cempasúchil, veladoras,
simularon un cadáver y colgaron una manta en las rejas de la dependencia
que decía: “En México, todos los días son días de muertos ¡Alto a la
guerra!”.
Castigo a responsables de lesa humanidad
El General retirado, Francisco Gallardo Rodríguez, pidió que el gobierno
que lidere el priista Enrique Peña Nieto finque responsabilidades
contra los responsables de la presente administración federal implicados
en la llamada guerra contra el narcotráfico, por las más de 60 mil
muertes que ha dejado en seis años.
“Ojalá Peña Nieto no lo encubra, se trata de delitos de lesa humanidad
que han dejado 60 mil muertos según se ha dicho, 150 mil de acuerdo con
información del Pentágono, además de cerca de 180 mil desaparecidos.
Estamos hablando de casi medio millón de personas”, dijo.
En el foro “Retos y propuestas para la construcción de una política
sensata hacia a las drogas”, organizado por estudiantes de la UNAM,
criticó el enfoque de la lucha anticrimen de Felipe Calderón.
“Calderón tomó una decisión unilateral que tenía que ver más con una
intención de legitimarse en el poder, porque llegó seriamente
cuestionado y ahora los efectos colaterales incluyen un colapso de la
Defensa Nacional, del sistema de Justicia, trastrocamiento del orden
jurídico e institucional del Estado, además de que fracturó el tejido
social”, señaló.
Para el militar, que fue considerado preso político entre 1993 y 2002,
la lucha contra el narcotráfico en el Gobierno de Felipe Calderón ha
servido de pretexto para que el gobierno estadounidense intervenga en
México, con beneficios económicos y de penetración.
“La guerra contra las drogas es una maniobra encubierta para justificar
su intervención en los países de América Latina, en México, como lo hizo
durante el periodo de la guerra fría utilizando como pretexto el
comunismo”, advirtió.
También consideró urgente modificar esta estrategia, regresar a las
fuerzas armadas a sus cuarteles y devolver en control de las policías al
ámbito civil.
Negación, esperanza y desesperación
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