¡¡Exijamos lo Imposible!!
Proceso
20 razones para legalizar la mariguana
MÉXICO, D.F. (Proceso).- 1.Como lo demostró la elección en Estados
Unidos, ese país se encamina hacia la legalización. México no debe
seguir peleando una guerra contra una droga que se legaliza cada vez
más. Como lo ha escrito Sergio Aguayo, la legalización estadunidense es
“una bofetada para Felipe Calderón y una lección para los mexicanos”.
2.
El 32% de la población en Estados Unidos ya puede ir a un dispensario a
recibir mariguana por razones médicas. 11 millones 753 mil habitantes
de Colorado y Washington aprobaron el uso recreativo de la mariguana. En
Massachusetts se aprobó normar la droga para fines médicos. Alrededor
de 50% de la población estadunidense está a favor de alguna forma de
legalización de la mariguana.
3. Como lo argumenta un estudio del
Instituto Mexicano para la Competitividad, la posible legalización de la
droga a nivel estatal en Estados Unidos podría provocar una caída
importante en los ingresos de los narcotraficantes mexicanos.
4.
Entre los beneficios que la legalización podría traer estarían tratar a
los adictos como enfermos y no como criminales, aminorar los ingresos de
los cárteles, disminuir la violencia y el número de muertos por la
lucha contra el narcotráfico.
5.Un informe elaborado por Carlos
Zamudio Angles y Jorge Hernández Tinajero evidencia el casi nulo
resultado de la policía del Distrito Federal en el propósito de
identificar y detener a las personas que encabezan las bandas de
narcomenudeo de la mariguana. La labor de la policía se ha enfocado a
detener a consumidores y vendedores en flagrancia, y no como producto de
una labor de inteligencia. Los vendedores detenidos son fácilmente
reemplazables por las bandas del narcotráfico.
6. Los detenidos
por consumo tienen que ser liberados porque la ley no castiga este acto y
una encuesta practicada a más de 300 consumidores de mariguana reveló
que dos de cada tres habían sido extorsionados por la policía. He allí
las limitaciones de una política centrada en combatir la oferta a través
de la mera clausura de puntos de venta o la captura de quienes la
consumen.
7. Una alternativa propuesta son los “clubes de
cannabis” para tratar de erradicar las redes de narcomenudeo. Estas
asociaciones brindarían una serie de ventajas reales a los usuarios.
Generarían actividad económica para el Estado vía impuestos; eliminarían
la necesidad de acudir a los traficantes ilegales; garantizarían
estándares de calidad que no se obtienen en el mercado negro; ofrecerían
servicios informativos de reducción de riesgos y daños para la salud.
8.
La legalización también ayudaría al cultivador de la planta, que vería
su cultivo como una legítima actividad agraria y económica. El productor
tendría contacto directo con el usuario y eliminaría al intermediario,
quien actualmente desempeña un papel ilegal.
9. A pesar de la
guerra contra el narcotráfico, el consumo ilegal de drogas no se ha
frenado, sino que ha aumentado en los últimos años. Las drogas están más
al alcance de la población que hace seis años. En el Distrito Federal,
en 2006 había 5 mil puntos de narcomenudeo y ahora hay 13 mil.
10.
Ante la realidad de lo que está ocurriendo, hasta el propio Felipe
Calderón se unió recientemente a los mandatarios de Honduras, Belice,
Costa Rica y Guatemala para pedir a la OEA un análisis completo de las
implicaciones sociales, políticas y de salud que traería para sus países
la legalización del consumo, producción y distribución de mariguana.
11.
Luis Videgaray, coordinador para la Transición Gubernamental del equipo
de Enrique Peña Nieto –ante la legalización creciente en Estados
Unidos–, ha dicho lo siguiente: “Estamos atentos a estas modificaciones
que cambian un poco las reglas del juego en relación con Estados Unidos,
que creo que nos tienen que llevar a revisar las políticas conjuntas
(…) de combate al tráfico de drogas y, en general, de seguridad”.
12.
La oposición a la legalización en México –70% de los encuestados– está
enraizada en la falta de información que tiene la sociedad sobre el
tema. Por ello la necesidad de discutir y difundir las ventajas y
desventajas que la despenalización traería consigo.
13. En cada
reunión binacional de alto nivel en las últimas décadas se habla de que
habrá un enfoque diferente, un método distinto de encarar la lucha
contra las drogas y la violencia que engendra, pero no es así. La
estrategia estadunidense –que México compra y aplica– sigue siendo la
misma.
14. Año tras año, las posturas siguen siendo iguales. El
espaldarazo estadunidense al presidente mexicano en turno, al que se
congratula por su “valentía” y “compromiso”. La lista acostumbrada de
acciones conjuntas, esfuerzos logrados para combatir la oferta de drogas
en México y limitar el consumo en Estados Unidos. La lista ampliada de
programas piloto que se echarán a andar, el flujo de armas que se
controlará, los estudios de drogadicción que se pondrán en marcha. La
historia se repite, gobierno tras gobierno.
15. Hay un
involucramiento estadunidense cada vez mayor en México –en términos de
presencia, asesoría, equipo, entrenamiento y recursos–, pero no hemos
visto un viraje sustancial en la visión simplista y contraproducente que
ha predominado desde hace décadas.
16. Ha llegado el momento de
cuestionar la visión desde la cual el combate al narcotráfico parte de
premisas supuestamente inamovibles: la “guerra” contra las drogas puede
ser ganada; Estados Unidos puede reducir la demanda de drogas y lo
intentará; la política antidrogas de Estados Unidos debe ser la política
antidrogas del resto de América Latina; la legalización podría ser
buena pero jamás ocurrirá.
17. Ha llegado la hora de cuestionar
las ideas escritas en piedra, repetidas hasta el cansancio por
funcionarios a ambos lados de la frontera, diseminadas por policy-makers
estadunidenses y memorizadas por políticos mexicanos.
18. Cada
una de las premisas convencionales de la “guerra” contra el narcotráfico
puede y debe ser confrontada. Cada uno de los argumentos esgrimidos
debe ser revisado. Ante la legalización creciente en Estados Unidos, la
guerra contra las drogas –librada como se hace hoy– es cada vez más
fútil. Cada vez más dolorosa.
19. México necesita demostrar la
capacidad para determinar su propio destino y tomar decisiones que
fortalezcan su seguridad nacional, promuevan su estabilidad política,
construyan su cohesión social. Caminar en esa dirección entrañaría
contemplar la despenalización limitada como un instrumento –entre otros–
capaz de desmantelar un mercado demasiado poderoso para ser vencido por
cualquier gobierno.
20. Es tiempo de que México comience un
debate público, serio y amplio sobre la legalización de la mariguana. Ya
basta de dedicar cada vez más recursos, más dinero, más armas y más
tropas a una guerra que nunca se podrá ganar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario