Por Esto!
El “legado”: sus burlas y vilezas
Jorge Lara Rivera
Ocioso e insultante, el beodo de poder que en pleno delirium tremens se siente predestinado por Dios al cargo que se agenció con malas artes, “haiga sido como haiga sido”, y los “dados cargados” para favorecerlo por el usurpador que lo precediera, da en pretender despojar al país del nombre oficial que los constitucionalistas le dieran, el cual consigna ese viejo anhelo de unidad nacional, valor patrio contra el que atentó todo este sexenio por ánimo genocida su administración criminal.
Sin consulta ninguna, por sus pistolas, listo a sorprender la buena fe de los mexicanos dándoselas de patriota este traidor presenta su nueva ocurrencia que, por ridícula, apenas merece mención ya que se perderá en la papelera de basura. No obstante esa su obsesión por trascender es perniciosa y no deja de causar daño.
Así, le tomó su tiempo, sí, y tuvo que emplearse a fondo, mas al fin lo logró en la Corte. Siempre se podrá recordar la manera oscura como el nombramiento fue allegado, ese ¿inexplicable? empecinamiento del ocupante de Los Pinos, cuyo natural ruin y cálculo frío de cobarde se aferró al interesado capricho de hacer ministro de ésa a su cómplice, cuando había sido rechazado ya en 2 oportunidades por el Senado, proponiéndolo de nueva cuenta. El perjuicio queda: Alberto Gelasio Pérez Dayán aún magistrado y uno de los jueces que en el caso del predio El Encino (2005) dictó sentencia administrativa contra el gobierno perredista del DF que Andrés M. López O. encabezaba y provocó su desafuero, ocupará la vacante que deja Guillermo Ortiz Mayagoitia.
En una reedición de su mezquindad, consciente de que en ello le iba la vida, o sea la impunidad transexenal de su administración, el caprichoso Capo de Los Pinos consiguió imponerlo. No obstante esta burla, quién sabe, tal vez en el futuro –el ministro sólo estará en funciones 15 años– atestiguemos la “histórica” destitución del nuevo intocable. Ojalá al menos en el Congreso se obtenga, para compensar, la modificación de la ley del Servicio Administrativo de Carrera evitando la permanencia panista en la alta burocracia federal… por mucho que chillen “senadores” (sólo por dedazo y palomeo) de la calaña del depredador socioeconómico en SEDESOL y Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, y el ex titular de la Secretaría de la Función Pública, Salvador Vega Casillas quien compartía cuentas bancarias con su esposa (ex titular de la Subprocuraduría de Inspecciones de PROFECO) a donde iban a parar los pagos de las extorsiones a los empresarios gasolineros del Sureste.
Y es que cómo quedársela cuando, por ejemplo, subalternos, la parte delgada por donde se parte el hilo, como esos 213 elementos de la PGR entre aquéllos 600 involucrados en la red de corrupción detectada en transportes aéreos de la dependencia fueron, finalmente, cesados. Y menos cuando ese anuncio sigue al parte reportado por el ex vocerito Alejandro Poiré Romero (Gobernación) en torno al infiltrado (por el crimen organizado) Instituto Nacional de Migración (que depende de él), involucrado en la trata de blancas, matanzas, tráfico, explotación y demás abusos contra migrantes centroamericanos indocumentados; y donde más de 500 empleados fueron cesados porque no aprobaron “exámenes de confianza”, o sea: por corruptos.
¿Quiénes propiciaron que proliferaran? Al torvo que finge como Jefe del Ejecutivo le desespera se pierda lo que llama, pretencioso, “su legado” (la cloaca del ejército negro que es Seguridad Pública y la plaga de altos burócratas que creció hasta ser el 3% de la nómina y que se queda con el 23% del total del presupuesto destinado a pagarla, misma que según Hacienda, entre 2002 y 2012 pasó de 252 mil 541.4 millones de pesos a ¡728 mil 56.4 millones!), se comprenderá lo ominoso que resulta. Y ni con el dineral tirado por el Ejecutivo para su autopromoción mediática –entre 2007 y 2011 gastó ¡19 mil 600 millones de pesos!– aparte queda 2012–, ni el truco burdo de la falaz encuesta de “felicidad” del INEGI dirigido por Eduardo Sojo Garza Aldape –panista Coordinador de Asesores de Políticas Públicas en el foxiato y primer titular de Economía del régimen actual– que quiere hacernos creer que el 48% de la población quedó “muy satisfecha con su vida” este sexenio (algo que la percepción generalizada de inseguridad y la violencia imperante en el país desmienten de modo categórico) pueden ocultar que el poder adquisitivo de los salarios disminuyó, la pobreza creció al punto de registrarse depauperación de 80, de los 112.5 millones de mexicanos que somos, en sus estándares de vida –52 de éstos atrapados en alguna categoría de pobreza y 21 más con “inseguridad alimentaria severa” como los rarámuris– mientras la brecha de desigualdad social se amplió hasta ser la más brutal en Latinoamérica y se duplicó el número de homicidios de un año a otro ¡Vaya legado despreciable!
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