martes, 6 de noviembre de 2012

El grito de hoy ¡fuera chelito con su Meoo!

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Fuentes Fidedignas
DESFILADERITO  
¿Obama? Oh, vamos...

Pese a que cientos de miles de personas carecen de vivienda y de comida, o de agua o de electricidad, hoy se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, un proceso quenos lo recordó un reciente artículo de Fuentes Fidedignas-- jamás aplazó aquel paisote, ni siquiera durante su guerra civil.

Respeto el ardor y el entusiasmo de personas decentes e inteligentes como Michael Moore, que piden el voto para Obama, así como me limito a encogerme de hombros ante la vehemencia con la que un gran creador del séptimo arte como Clint Eastwood ha hecho campaña por Roomey. Ambos candidatos me caen muy mal y no creo que ninguno de los dos tenga la grandeza mínima para trabajar por el bien de la humanidad y del medio ambiente.

Gane quien gane seguiré rechazando las políticas del Estado estadunidense a favor de Israel, contra los pobres del mundo (incluidos los pobres de USA) y contra las garantías individuales de quienes se oponen a la dominación global de la última superpotencia de la Tierra.

A pesar de su brillante retórica, su agradable imagen, su origen híbrido y su color de piel, detesto a Obama porqueguardadas las proporciones intelectuales, del tamaño del cañón del Colorado-- es igual a Vicente Fox. Un boquiflojo, lengualarga, caradura que fue capaz de engañar a millones de personas desesperadas con propuestas de cambio en cuanto a las políticas sociales, la justicia y la redistribución de la riqueza.

Ninguno de los dos ni Obama ni Fox-- cumplió ninguna de sus promesas. Ambos se pusieron al servicio del mismo modelo económico y explotaron el hartazgo de los electores que creyeron en que lo modificarían para mejorar la vida pública y privada de las grandes masas.

En México, el desgaste político del PRI hizo inviable la continuidad de ese partido en el poder y, sobre todo, la aplicación de la nueva generación de medidas privatizadoras que en el año 2000 eran indispensables para el avance del modelo neoliberal. Como ya ningún priísta en aquellos momentos podía ponerlas en práctica sin arriesgarse a causar un estallido social, nos impusieron a Fox para que hiciera esa tarea.

En Estados Unidos pasó lo mismo. Fastidiados de la torpeza y la brutalidad de Bush, un títere de la industria petrolera y de los militares incapaz de ganar o por lo menos concluir las guerras de conquista que inició, los electores gringos apostaron por Obama sólo para darse cuenta de que éste era tan bruto y tan patéticamente mentiroso como WC.

Durante su campaña, Obama prometió castigar los abusos de los capos de la especulación financiera y rescatar económicamente a la clase media empobrecida por ellos, pero en la práctica hizo todo al revés: se echó a los pies de los banqueros y siguió dando emotivos discursos para reafirmar sus compromisos con los jodidos y ofrecer que en su segundo mandato, ahora sí, pagará las deudas de honor implícitas en sus promesas.

¿Quién ganara? A partir de esta noche empezaremos a saberlo. Pero triunfe quien sea, mañana persistirá el peligro de que Israel dispare bombas nucleares contra Irán, se fortalezcan las nuevas dictaduras militares en el mundo árabe, Londres envíe a Washington a Julian Assange para que muera frito en la silla eléctrica, siga floreciendo la industria de la mega minería tóxica desde Argentina a San Luis Potosí, Monsanto siembre más de un millón de hectáreas con maíz transgénico en México y mueran decenas de miles de personas más entre Chiapas y Chihuahua en la guerra de Calderón y muy pronto de Peña Nieto “contra” (jajajá) el crimen organizado.

Estas líneas no pretenden limitarse a un mero ejercicio de masoquismo escéptico sino ver más lejos. La fórmula que consiste en sacar de la Casa Blanca a un blanco fascista y supremacista y remplazarlo por un negro café con leche deslactosada para que mantenga las mismas políticas, puede regresar a México.

Los dueños de nuestro país ya gastaron el truco de quitar al PRI y meter al PAN para que nada cambie, pero en 2018 intentarán “sacar” al PRI y darle una “histórica” oportunidad a la “izquierda, esto es, a Marcelo Ebrard, la nueva carta bajo la manga de Salinas de Gortari, para que hasta 2024 sigamos teniendo más de lo mismo. Y así hasta el ya cercano fin de los relojes, o como quien dice, de los tiempos.

Es por todo esto que hoy también estaré en Twitter, en la cuenta @Desfiladero132 pero a partir de las cuatro de la tarde desde el Zócalo, donde la gente que ya descubrió que si la señora MEO (María Esther Orozco) está al frente de la UACM esto se debe a que Ebrard la incrustó ahí para que la destruyera, pues nunca le simpatizó esa casa de estudios fundada por Andrés Manuel López Obrador. Por eso hoy cantaremos en la marcha: ¡Orozco-Ebrard/ deben irse juntos ya! O algo por el estilo...

Jaime Avilés

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