No claudicaremos seguiremos adelante hasta el gran final...Final
¡¡Exijamos lo Imposible!!Entrevista / Andrés Manuel López Obrador / ‘Vamos a recomenzar’
Entrevista La izquierda. Andrés Manuel
López Obrador. El ex candidato presidencial anuncia que Morena va a
estar en el escenario político como una opción distinta, como una
revolución de conciencias
Roberto Zamarripa
(23 septiembre 2012).- “Aunque me quede solo”, manotea Andrés Manuel López Obrador. No se va. No se retira. No se jubila.
Pero hay una frase, hecha famosa en
una película, donde advirtió “si pierdo me voy a La Chingada (su rancho
en Palenque)” y que volvió a decir en una reunión con empresarios en la
pasada campaña. Dijo, yo me voy…
“Sí. El problema ahí es que hay
varias connotaciones. Primero, yo no voy a dejar de luchar toda mi vida.
Digo, mientras tenga vida, voy a luchar.
“Acerca de si voy a ser candidato, o
no voy a ser candidato en el futuro, eso lo debe de decidir la gente.
No tienen por qué decidirlo mis adversarios. Es lo que quieren los que
mandan en el país, que no me ven con buenos ojos. Muchos diciendo ‘ya,
hágase a un lado, retírese’.
“¿Con qué derecho quieren mis adversarios que yo me haga a un lado? Es mucha arrogancia, mucha prepotencia”.
Habla en entrevista de dos fases.
Primero, en su departamento al sur de la Ciudad de México y luego en su
oficina de la colonia Roma. En su departamento se oye únicamente el
ronroneo de un refrigerador. López Obrador se quedó solo. Su esposa hizo
puente con su pequeño hijo Jesús. Él hace y sirve el café y el
almuerzo; levanta los platos, limpia. La estancia es sobria. Algunas
fotografías en las paredes, una cajetilla de cigarros y un libro en la
mesa. Nada más.
La mañana del lunes 17 en que
Marcelo Ebrard rinde su último Informe de Gobierno ante la Asamblea
Legislativa, López Obrador -antecesor en la Jefatura de Gobierno del
Distrito Federal- almuerza en su departamento tlacoyos de masa azul con
nopales y crema. Les quita la lechuga, los dobla con su mano como si
fuera taco. Engulle.
La tarde del día en que Ebrard rinde
su “Informe ciudadano” en el Auditorio Nacional (martes 18), el
tabasqueño recibe en sus oficinas a varios asistentes que dividieron su
jornada en aplaudirle a Marcelo por la mañana y reportarse después con
el ex candidato presidencial. Los abraza. Les dispensa minutos de
escucha. Los deja ir en paz.
No cede. No admite. No se descarta.
Hay reclamos de que Andrés Manuel tiene que retirarse…
“Ah, sí”.
Dos campañas presidenciales que pierde…
“Lo expresan mucho mis adversarios”.
Pero también dentro del PRD o de la izquierda…
“Sí, pero fundamentalmente es algo que quisieran los que no me ven con buenos ojos”.
Ya está viejo, dicen…
“Me han avejentado mis adversarios.
Quieren que me retire y han echado a andar una campaña diciendo de que
estoy viejo, acabado, cansado”.
López Obrador trata de hacer una suma con los dedos de su mano. No le alcanzan.
“Voy a cumplir el 13 de noviembre 59
años. Treinta de los mandones de México, de los que se creen dueños de
México son mayores. Sólo hay tres que tienen menos edad que yo. Está el
caso de (Carlos) Salinas: es mayor que yo. Y no están pidiendo que se
retire. Salinas es el jefe del grupo. Acaba de decir algo de mal gusto,
burlándose de que se va a hacer una cirugía para no reírse tanto. Porque
él es el padrino de (Enrique) Peña Nieto, o él fue jefe de la campaña
de Peña Nieto, para desgracia de México y de los mexicanos. Entonces
¿cuándo me voy a retirar? Cuando haya patria para todos. Cuando México
no sea país de unos cuantos. Cuando logremos el hermoso ideal de la
justicia. Me voy a retirar cuando la gente lo decida.
“Sería el colmo que este grupo al
que atribuyo la tragedia nacional -porque son los responsables de la
actual decadencia- ahora hasta decidan sobre mi destino. Ellos no van a
decidir cuándo me voy a retirar, aunque manden a sus voceros a decir que
soy un lastre, que le hago mucho daño a la izquierda, que debo hacerme a
un lado”.
El País, periódico de España, dijo que era un lastre…
“El País, un periódico extranjero,
dijo, sí. Tiene intereses en México. Tiene relación con Televisa. Se ha
dedicado a proteger a todas las empresas españolas que han hecho su
agosto en México. Un periódico supuestamente progresista que está al
servicio de las trasnacionales españolas.
“¿Qué les contesté? Que se ocuparan
mejor de la crisis de España. Entonces, que se serenen, que no sean tan
prepotentes. Que sean los ciudadanos los que decidan cuándo debo de
retirarme”.
Pero si los ciudadanos ven en el 2018 que sigue activo eso inclina la opinión…
“Voy a luchar toda mi vida por mis
principios, por mis ideales. Aunque me quede solo, nunca voy a dejar de
luchar. Es una convicción. Dejar de luchar es como empezar a morir. Y
también que les quede claro que no lucho por la ambición al poder por el
poder, la ambición por el dinero. No me interesa el dinero, nunca me ha
interesado el dinero.
“También sostengo que no todo el que
tiene es malvado. Y en el caso del poder, estoy en esto por
convicciones, por principios, por ideales, no buscando cargos. Las
circunstancias me han llevado a ser el candidato porque así lo ha
decidido mucha gente”.
En 2018, con 65 años de edad, puede ser candidato…
“Cuando los ciudadanos, la gente
decida que ya no debo de ser candidato, pues ya no voy a ser candidato.
Voy a seguir luchando sin ser candidato, pero eso lo va a decidir la
gente. Nadie más. No me interesa la parafernalia del poder. No me
interesa ni me gusta estarme codeando con gente inmoral, por eso cuido
de no reunirme con políticos tradicionales. Además se corren riesgos.
Hasta puede uno perder la cartera en esos encuentros”.
López Obrador suelta una carcajada. Parece disfrutar de su alegato. No lo quitan, no lo mueven, no modifica.
Un argumento para el retiro es que usted es un obstáculo para los cambios en el país, obstáculo de las reformas.
“Pues a lo mejor sí, fíjate, en eso
tengan razón. Porque me opongo a que sigan saqueando México. Porque la
política económica neoliberal que han aplicado no es más que eso: es
transferir bienes de todos los mexicanos a un grupo. Lo que ellos llaman
reformas estructurales no son más que acciones en contra del interés
nacional y en contra del interés del pueblo y de las conquistas sociales
de los mexicanos.
“Ahora por ejemplo, con Peña Nieto
va a continuar la misma política de Salinas, por eso dice que le da risa
lo que está pasando porque al final, y eso hay que reconocerlo, lo que
se ha venido aplicando es el Salinismo como política. Eso fue lo que
hizo Fox, eso fue lo que hizo Calderón, y eso es lo que va a hacer Peña
Nieto. Es la política que tiene a México postrado. Entonces me opongo
rotundamente. En ese sentido soy un obstáculo. Ojalá y pudiese yo
detener todas esas reformas estructurales.
“Si hablan de reforma fiscal, es
aumentar impuestos, sobre todo aumentar el IVA. Y mantener privilegios
fiscales para los de mero arriba.
“Reforma energética en el caso de
México pues es apoderarse del petróleo, quedarse con el petróleo, con el
gas, con la industria eléctrica. Lo que han venido haciendo.
“Ahora hablan de la reforma laboral.
Es una infamia lo que quieren hacer. El salario mínimo en México es 10
veces menor al de Estados Unidos. Allá se paga por hora. Aquí quieren
que se pague por hora. Quieren pagar por cuatro horas, 30 pesos. Como a
7.50 la hora. ¿Sí? Si el salario en México fuese como en Estados Unidos,
pues entonces sí que paguen por hora. Treinta pesos, ni para el pasaje
de los trabajadores. Bueno, son muy insensatos, muy insensibles. Van a
imponer la reforma laboral ¿Así va a progresar el país? ¡Nada! ¡Mentira!
“El país va a progresar si se acaba
la corrupción, si impulsamos actividades productivas, si generamos
empleos, si mejoramos las condiciones de vida de la gente. Es falso que
el país no avance porque no se han aprobado las reformas estructurales.
Para empezar, ya casi todo está aprobado.
“No tienen por qué culparnos a
nosotros. ¿Qué culpa tenemos de la actuación de (Felipe) Calderón?
Entró, y él lo sabe bien, por un fraude. Llegó a la Presidencia de
manera ilegítima. Detentó el poder para desgracia de los mexicanos y se
va con la protección que acordaron con Peña Nieto y con el PRI pero
nunca va a tener su conciencia tranquila.
“Ahora, llega Peña Nieto. Tan la
gente no espera nada de él que hay como luto nacional. Todavía hay
quienes creen que son distintos el PRI y el PAN. Pero bueno, yo respeto
ese punto de vista. Para mí es el PRIAN.
“Dicen, ‘regresa el PRI’. ¿Quién
está alegre? Nadie. La gente está preocupada, se vive en la
incertidumbre y esa es una razón más para no retirarnos”.
La verdad, tras la elección del
pasado julio, López Obrador ya se fue a La Chingada (su rancho). Fue y
vino. Y ya se volvió a ir. Allá se refugia para escribir un nuevo libro.
El onceavo que escribe en un cuarto de siglo. Durante la campaña
electoral del pasado semestre leyó literatura rusa. Leyó más de tres
libros. Por ejemplo, horas antes de ir al polémico programa televisivo
de Tercer Grado, previo a los comicios, no ensayó respuestas; esa noche
leía a Dostoievski. Ahora habla con entusiasmo de intercambios
epistolares de Tolstoi que revisó recientemente. Lecturas de fines del
XIX y principios del XX, la época prerrevolucionaria en Rusia. Parece
obsesionado con la época.
En una mesa de centro tiene el libro Momentos estelares de la humanidad
del ensayista y biógrafo austriaco Stefan Zweig; una pieza ilustre en
realidad, minimalista, que trata 14 asuntos épicos como la Caída de
Constantinopla, la derrota de Napoleón en 1815, el indulto de
Dostoievski en 1845 o el viaje de Lenin a Rusia en 1917.
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