¡¡Exijamos lo Imposible!!
Fuentes Fidedignas
DESFILADERITO
Reforma laboral
hija del fraude electoral
Si alguna imagen puede sintetizar la calidad de los políticos y de la política que nos están aplicando en México, he allí la de algunos miembros de la Cámara de Diputados que ayer, para entrar al Palacio Legislativo de San Lázaro, tuvieron que disfrazarse de policías.
El sentón convocado por Gerardo Fernández Noroña y protagonizado por numerosos jóvenes de #YoSoy132, que muy temprano rodearon la mole del Congreso para tratar de impedir (sin éxito) que se discutiera la reforma patronal, hablan del “consenso” que falsificó el fraude electoral del primero de julio.
Como siempre nos sucede, ayer, al mero cuarto para las 12, miles de sindicalistas se manifestaron ante ese recinto y otros lo hicieron en ciudades alrededor de la capital, donde bloquearon carreteras para externar su rechazo a los cambios que los partidos de la derecha pretenden, o más bien ya le están haciendo, a 261 artículos de la Ley Federal del Trabajo.
La mala noticia es que, pase lo que pase, la reforma calderónica será aprobada porque forma parte de una paquete de acuerdos que suscribieron el PRI y el PAN con los dueños de México y las empresas extranjeras, antes de que se pusiera en marcha el gran simulacro “democrático” de la campaña, en la que Josefina Vázquez Mota fingió que era la más férrea “opositora” a Enrique Peña Nieta, y el Instituto del Fraude Electoral y el Tribunal Electoral de la Pantomima Judicial de la Flagelación pusieron en escena el espectáculo conocido como “la elección más limpia de todos los tiempos”.
Pronto vendrá la reforma al Código Penal Federal, que permitirá a la policía entrar a nuestra casa a la hora que se le antoje y llevarnos detenidos sin orden de juez, y más tarde la nueva reforma energética para acabar de privatizar Petróleos Mexicanos. Y luego tratarán de ir por la UNAM.
Lo que en breve seguramente vamos a descubrir será el júbilo de los pequeños empresarios de derecha, desde ahora ya felices, porque podrán contratar empleados por día o por semana, y despedirlos sin tener que darles ni las gracias.
Pero la dicha de esos hombres de negocios actualmente arruinados por la parálisis económica del país, será contrastada por el malestar de quienes serán sus víctimas. Y a medida que los alcances de la remozada Ley Federal del Trabajo lastimen a los obreros no calificados, a los peones y a la carne de cañón, el malestar social irá a la alza.
Por desgracia, en esto redundará nuestra incapacidad como militantes de izquierda y la de nuestros dirigentes y organizaciones para impedir la victoria fraudulenta de la derecha, gracias a la cual en México seguiremos tomando las medicinas “amargas pero necesarias” que el gobierno del mundo está obligando a tragar ahora, y vaya con qué violencia, a los países del sur de Europa.
Hoy habrá un nuevo sentón en San Lázaro y mañana, sábado, movilizaciones masivas en Madrid, Lisboa, Bruselas, Atenas y el Distrito Federal, que podrían inaugurar una nueva etapa de la globalización desde abajo, de la resistencia mundial contra el capitalismo salvaje que no tiene soluciones a ninguno de los problemas en que ha hundido a la humanidad, pero que se niega a emprender cambios democráticos y se defiende con su poderoso armamento cuyos misiles apuntan contra todos nosotros.
Con un abrazo solidario para mi querido amigo y compañero de tantas luchas en otros tiempos, el periodista Roberto Zamarripa, quien ayer perdió a su madre, doña Graciela de la Peña, hoy también estaré en Twitter, en la cuenta @Desfiladero132, por si ocupan.
Jaime Avilés
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