Los negativos de López Obrador
Durante su recorrido por tierras de Nayarit y Jalisco, López Obrador
ofreció que de ganar las elecciones el próximo 1 de julio encabezará un
gobierno de austeridad en el que se reduzcan los salarios de los altos
funcionarios públicos y se les suspendan los servicios médicos privados,
así como otros privilegios de los que gozan y que aumentan
exageradamente el gasto corriente.
Un gobierno de austeridad permitiría, dijo, lograr un ahorro de hasta
600 mil millones de pesos anuales que servirán para ampliar programas
sociales que abatan la pobreza y permitan brindar bienestar a la
población, además de impulsar a medianas y pequeñas empresas para
reactivar la economía interna, crear empleos y enfrentar la terrible
desigualdad que padecemos.
Seguramente los puntos negativos que obtiene López Obrador en las
encuestas publicadas recientemente provienen de quienes no han querido
entender que no es posible continuar sangrando al erario en beneficio de
una clase privilegiada mientras la mayoría de los mexicanos carece de
lo indispensable para vivir.
Los altos salarios de funcionarios, magistrados, consejeros,
asesores, legisladores, gobernadores y del mismo presidente, no han
servido para mejorar la economía, impulsar el desarrollo y mucho menos
para combatir a los verdaderos enemigos de México: la pobreza, la
injusticia, la corrupción y la impunidad.
Mantenerse al margen de los problemas ha sido siempre la meta de
llegar o mantenerse en el poder. Con los dedos de una mano se pueden
contar los gobernantes que han antepuesto el bien común al beneficio
personal o de grupo pero ya va siendo hora de que las cosas cambien en
beneficio de todos y no de unos cuantos.
Los que brincan de un cargo a otro no tienen en mente TRABAJAR por el
bien del país, su único objetivo es obtener un salario que les permita
vivir desahogadamente y conservar su impunidad, si es que abusaron del
poder para enriquecerse o beneficiar a parientes y amigos.
Ellos son los que siguen machacando la mentira de que López Obrador
es un peligro y que pertenece a una izquierda antigua y rijosa, y
utilizan todas sus influencias y hasta dinero de su bolsa para comprar a
comentaristas, analistas y "periodistas" que sigan señalando a López
Obrador con muchos puntos negativos en las encuestas y sin aumentar en
la preferencia de la gente.
¡Mentira! Si el pueblo no es tonto, tonto es el que piensa que el pueblo es tonto.
Somos millones de mexicanos los que aprobamos la reducción de
salarios a los altos funcionarios porque no han dado el ancho. Si
hubiesen desquitado esos salarios las cosas no estarían como están. El
país está hecho polvo y a nadie se responsabiliza de los pésimos
resultados, así que no nos sigan engañando con esos "puntos negativos"
que según ellos tiene López Obrador.
Los más de 15 millones de mexicanos que votamos por él en 2006 lo
volveremos a hacer el próximo 1º de julio. Hay que sumar ahora a otros
tantos millones de personas que han tomado conciencia y que están
decepcionadas del desastre que han provocado tanto el PRI como el PAN en
el poder.
Súmenle bien, señores encuestadores. Hagan sus encuestas entre la
gente del pueblo que no tiene teléfono y que no está disponible en las
mañanas para contestar sus preguntas amañadas.
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