domingo, 22 de enero de 2012

El culpable d todos los males es el político

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Indigenismo a la mexicana 
Laura Bolaños Cadena 

Pareciera una redundancia. Los mexicanos nos creemos los inventores del indigenismo y los más patriotas, entendido el patriotismo como amor y admiración por “nuestro” pasado indio y odio a cuanto nos recuerde la Conquista. Hemos emprendido acciones tan fulminantes al respecto como mentarle la madre a Cristóbal Colón, pintarrajear su monumento, aplaudir el mural donde Diego Rivera pinta a Hernán Cortés como un enano jorobado, producir obras de teatro donde se vitupera al Conquistador y otras igual de efectivas. Los malditos conquistadores son la causa de todos los males que padeció la población originaria de lo que hoy es México.

Pero nos independizamos de España y la situación es muy otra. Podría hablarse extensamente sobre tantos beneficios como han recibido los indios de los mexicanos independientes, además de las acciones arriba señaladas. Hoy tenemos una de las mejores pruebas de los bienes que disfrutan los grupos originarios. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los indios de México ascienden a siete millones, los cuales, informa, viven en la situación más aguda de pobreza y marginación, y muestran los peores índices nacionales en cuanto a desarrollo humano.

Veamos un caso concreto: en el estado de Chihuahua, en los últimos días, un twit puso los reflectores sobre la zona tarahumara informando del suicidio de varias decenas de sus habitantes indígenas, que optaron por tirarse a un barranco desesperados por la falta de alimento para sus hijos. El gobernador César Duarte negó el “infundio”, pero acaba de reconocer que cada año mueren, a consecuencia de la desnutrición, entre 40 y 50 rarámuris. Esta situación es recurrente, y hasta ahora que se hizo un fuerte escándalo debido al mencionado twit, el único remedio fue acudir a llevarles despensas que ni siquiera alcanzaron para todos los asistentes a la reunión convocada por el gobierno. Un buchito de agua a los que mueren de sed.

Y sin embargo no es el hambre el mayor azote de la zona tarahumara. Por siglos han sido víctimas del despojo de sus tierras, malos tratos y asesinatos a manos de blancos y mestizos sin que las autoridades hagan nada por ellos. En la actualidad, a los males ancestrales se ha añadido un ingrediente más grave: el narcotráfico, que rompe las estructuras sociales y las tradiciones rarámuris, y desplaza a los pobladores de sus tierras. Muchos huyen por miedo. Pero además lleva a cabo una acción todavía peor: recluta para sus filas a los jóvenes nativos.

Por fortuna nos libramos de los nefastos conquistadores gachupines hace 200 años. Viva Cuauhtémoc, nuestro héroe máximo.

Candidatos “ciudadanos”

Todavía no me entero a qué hora se expidió un decreto privando de la ciudadanía mexicana a cuantos estén inscritos o se inscriban en algún partido político o hayan ocupado puestos políticos que les permitan tener experiencia en esa área. Me parece que para curar enfermos se requieren médicos, así como para levantar puentes hacen falta ingenieros y para litigar ante tribunales se necesitan abogados, para llevar la contabilidad, contadores; para dirigir la economía economistas, etc.

Si algo nos hace falta en México son políticos, políticos de verdad, capaces de dirigir el país. La desgracia es que carecemos de ellos. La mayoría de los que ascienden a puestos de dirección de las diferentes áreas de gobierno, van tras el hueso. No son verdaderos políticos, son, como se decía antes, pancistas.

Nuestra clase política es, en general, mediocre. Decenios de dictadura disfrazada no permitieron la formación de verdaderos políticos. El PRI impidió la alternancia, en sus filas formaba cómplices, no dirigentes políticos. Y hoy nos salen con la fumada de los “candidatos ciudadanos”. A falta de verdaderas figuras, los partidos se sacan de la manga cantantes, boxeadores y otros deportistas esperando que por una popularidad ganada gracias a su destacada actuación frente al micrófono, pegándole a una pelota o rompiéndole las narices al contrario, la gente vote por ellos y ya está. Se ganó el puesto para el partido que lo lanzó. ¿Cómo va a desempeñar el cargo? Es lo de menos, el espacio se ganó. Era lo importante.

Ahora el PAN, el más huérfano de figuras destacadas, se cuelga de una señora cuyo mérito ha sido luchar por la justicia en el caso del secuestro y asesinato de su hijo… y mostrar apoyo a Calderón en su dizque lucha contra el crimen organizado. ¿Qué experiencia tiene Isabel Miranda de Wallace para gobernar nada menos que la entidad más complicada del país, una urbe monstruosa con más de 20 millones de habitantes y con todos los problemas del mundo? No creo que tenga dotes ni siquiera para encabezar una delegación del DF, pero ni para presidenta municipal de San Nicolás de las Tunas. Ah, tiene un gran mérito: es “candidata ciudadana”. Aunque creo que en eso tampoco les gana a los otros, sospecho que todos sus contendientes también son ciudadanos. O tal vez esté yo equivocada.

No hay comentarios: