Juan Pablo Becerra-Acosta M.
Doble Fondo
Miércoles pasado, 18 de enero de 2012. Son las 8:55 de la mañana. José Rubén Figueroa Smutny, hijo y nieto de dos ex gobernadores priístas de Guerrero (Rubén Figueroa Figueroa en los 70 y Rubén Figueroa Alcocer en los 90), abre su página de Facebook en su teléfono móvil. Escribe con las pequeñas teclas de su BlackBerry: “Manuel Añorve, en su campaña para alcalde recibió dos millones de pesos de ‘La Barbie’. Hay un expediente abierto. En su momento lo mostraremos. ¿Esa es la forma en que el PRI se blinda en las campañas?”
El ex diputado federal por el PRI denuncia que el actual alcalde priísta de Acapulco, Manuel Añorve Baños, ex candidato a la gubernatura de Guerrero por su partido —derrotado por del ex priísta Ángel Aguirre, quien compitió por el PRD—, ha recibido dinero del narcotraficante Edgar Valdez Villareal, alias “La Barbie”, jefe de sicarios para el Cártel de los Beltrán Leyva que operaba en la plaza de Acapulco (donde solía ser visto impunemente en los antros). Dos minutos después, el empresario no detiene sus ráfagas escritas contra… su colega de partido. Son las 8:57 cuando teclea de nuevo: “Manuel Añorve es justo lo que un político no debe ser: ladrón, mentiroso e ineficaz. ¿Con eso puede aspirar al Senado?”
El hombre, de 44 años, priísta desde la cuna, causa conmoción. Unos lo apoyan, otros le reclaman que diga esas cosas públicamente, frases que —le reprochan— dañan a su partido. Pero él no se detendrá. A las 9:35 escribe:
“Manuel Añorve es tan ladrón que se roba solo: en su campaña a gobernador se robó 100 millones de pesos que no metió a la campaña contribuyendo con eso a la derrota suya y del PRI a la elección de gobernador de Guerrero”.
A las 14:11 horas, José Rubén deja ver que el alcalde lo ha buscado a través de terceros:
“Añorve no me mandes mensajes con (Héctor) Vicario (ex diputado federal y ex aspirante a la candidatura para gobernador guerrerense de su partido). Si tienes algo que decir tienes mis números. ¡¡Narcopresidente!!”.
El día terminará de forma dura. Contundente. A las 19:35 el político guerrerense coge su BlackBerry y teclea:
“Manuel Añorve es un narcopresidente y un narcopriísta”.
Así concluía el miércoles 18 de enero para Figueroa Smutny, el día que acusó a su colega de partido de ser narcopolítico y ladrón. ¿Por qué? Porque se peleaban una candidatura al Senado y Figueroa se dice traicionado por Añorve.
Así, así se llevan en el PRI. Y supongo que, en mayor o menor medida, en todos los partidos. La clase política mexicana y su codicia: lo que sea necesario por acceder al poder…
jpbecerracostam@prodigy.net.mx
twitter.com/@jpbecerraacosta
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