martes, 2 de junio de 2015

Un partido q' viola sistemáticamente la ley

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Para acabar con la ilegalidad [como la del Verde] hay que votar

Es muy probable que el daño provocado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) sea mayor al que siquiera hemos considerado. Es muy dramático, aunque no es nuevo, viniendo de una organización política en teoría nueva y con órganos electorales recién estrenados. Porque lo del Verde, digamos, no sería ninguna novedad para una Nación que ha sufrido 78 años de PRI. Lo impactante es que estas nuevas agrupaciones, que nacen en la supuesta “normalidad democrática”, deberían ya haber mostrado un rostro menos cochino dada la inversión en pesos que los mexicanos hemos hecho por nuestro sistema electoral.

El hecho de que se le inviertan miles de millones de pesos a un partido que viola sistemáticamente la ley, como el crimen organizado o como las organizaciones del narcotráfico, es muy lamentable. Los jóvenes que no conocieron aquel PRI marrullero ahora tienen un Partido Verde que los alecciona, que les dice que pueden violar la ley y, si lo hacen bien, incluso serán recompensados. Los verdes violan y violan las reglas y ganan dinero. Las multas son un chiste, mientras se suma el poder a quienes, se supone, deberían dar lecciones de ética.

En ese clima decepcionante, alimentado por acciones como las del Verde, es que llegamos a la elección 2015. Los empresarios como los de OHL corrompen y violan la ley; los criminales compran voluntades y matan por deseo; los partidos defraudan y piden más y más dinero, en un país donde cerca de la mitad de sus habitantes están en pobreza.

Una revisión escueta diría que a todos los niveles y en todos los segmentos los que pueden, joden al ciudadano. Los que pagan siempre son los ciudadanos. Los de siempre, en el último siglo, violan la ley y obtienen más.

Por eso, aunque parece una paradoja, debemos salir a votar. Los ciudadanos no pueden responder a los criminales, vengan de los partidos, o del tráfico de influencias, o de la corrupción, o de las drogas, violando la ley o bien omitiendo su responsabilidad. Los ciudadanos, que son mayoría, deben hacer la diferencia: deben salir y votar para acabar de una vez por todas o comenzar con el fin de esta cadena de delitos grandes y pequeños que tienen a México sometido a la ilegalidad, la corrupción y el desencanto.

Votar será ir en contra de esos otros que, como el Partido Verde, apuestan a vulnerar el Estado de Derecho para mantenerse con poder y más dinero.

Pocas veces como hoy, México requiere de sus ciudadanos. Es necesario votar, porque no hay muchos caminos. Para acabar con la cultura de la ilegalidad se tiene que empezar con un paso simple: votar.

(SINEMBARGO.MX)

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