“Llueva o truene” no habrá imposición
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
¿Es una “ofensa” al presidente Enrique Peña Nieto no pensar como él? Así lo cree el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, lo que confirma que confunde sistema presidencialista con monarquía sexenal, y que actúa como un cortesano cuya lealtad debe quedar de manifiesto en todo momento. Ante los integrantes de la fundación Empresarios por la Educación, advirtió que “llueva o truene” la evaluación de los docentes se aplicará en todo el país. Como era de esperarse, sus anfitriones aplaudieron a rabiar y gritaron como si estuvieran en una plaza de toros.
Sin embargo, una cosa es lo que los mercachifles de la educación quieren oír y otra muy diferente la viabilidad para que “llueva o truene” el régimen se siga burlando de los maestros que buscan realmente la mejoría integral del sistema educativo nacional. Porque no se oponen a una evaluación con objetivos pedagógicos específicos, sino al hecho innoble de que con el pretexto de dicho mecanismo se les quiera afectar en sus de por sí precarios derechos laborales. Los maestros integrados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), son los más interesados en que se concrete una reforma educativa integral, a la que se opone la oligarquía porque sería un obstáculo a su proyecto reaccionario.
El compromiso de Peña Nieto con la élite oligárquica, y específicamente con Claudio X. González, el dirigente de la organización de ultra derecha, Mexicanos Primero, desde que fue nombrado candidato del PRI para la contienda presidencial, fue consolidar las condiciones para liquidar la educación pública y poner fin a la oposición de los maestros democráticos, enemigos acérrimos de la camarilla sindical que desde hace décadas es la que se ha beneficiado con la súper corrupción que ahora condena Chuayffet, pero que siempre contó con la complicidad de las autoridades del ramo. A su lado estaba sentado el dirigente de dicha camarilla, el heredero de Elba Esther Gordillo, en su calidad de presidente del sindicato oficial (SNTE), Juan Díaz de la Torre, a quien debieron hacerse las críticas del titular de la SEP.
Ninguno de los asistentes a la reunión convocada por los verdaderos mandamases en la SEP en este momento, hizo una sola crítica a la organización sindical corrupta que nunca se ha interesado en la calidad de la educación, mucho menos en mejorar las condiciones laborales de los mentores. Todo su odio de clase se encauzó hacia los profesores que luchan con firmeza porque haya en México un sistema educativo acorde con los grandes objetivos nacionales, entre los que destaca el imperativo de preparar con una educación de calidad al pueblo, no sólo a una minoría privilegiada con capacidad de seguir enriqueciendo a los mercachifles de la enseñanza, quienes estaban aplaudiendo a Chuayffet en su calidad de empleado diligente.
Este es el fondo del conflicto entre el “gobierno” de Peña Nieto y la CNTE, no un supuesto rechazo de esta organización a la reforma educativa. En principio, ni siquiera se cuenta con una propuesta que pueda llamarse así. Lo que aprobaron los legisladores corruptos de la tríada cortesana en el Congreso, fue una serie de medidas inconexas orientadas a consolidar el control del sistema educativo por parte del sector privado, en consonancia con las propuestas que puso en marcha el Consenso de Washington en esta materia fundamental para las naciones. Así lo han destacado diversos especialistas en el tema, mexicanos y extranjeros, quienes ven con enorme preocupación cómo la clase política en el poder se ha prestado dócilmente a la ejecución de un proyecto antidemocrático de principio a fin.
Su implantación, tal como lo quiere la élite oligárquica, sería la pérdida total de las características culturales y de la idiosincrasia de la sociedad mexicana. Por eso su odio a los miembros de la CNTE, quienes desgraciadamente han sido dejados solos en una lucha muy desigual contra un régimen con tendencias fascistas y que se pliega servilmente a los designios del Grupo de los Siete. Por eso Peña Nieto es tan aplaudido en sus viajes a Estados Unidos y a los demás países que integran esta comunidad de naciones que quieren apoderarse del mundo. Corresponde a la CNTE el enorme privilegio histórico de luchar por el futuro de los mexicanos.
(guillermo.favela@hotmail.com)
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