miércoles, 17 de junio de 2015

Da inicio a la sucesión presidencial 2018

¡¡Exijamos lo Imposible!!
¡Arrancan!
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Zavala, Mancera, AMLO inician
Precampañas, ¿cortinas de humo?
Fracasan aspiraciones de féminas
Sigue la violencia en Michoacán
Pensiones a infraestructura: ELA

“El arte de envolver con palabras el hueco que deja una idea ausente. ¡Eso es la política!”.- Jorge Saldaña

El triunfo de Jaime Rodríguez sirvió también de “banderazo” para, apenas en el tercer año de gobierno, dar inicio a la sucesión presidencial con el elemento político “independiente” como bandera de los mismos que pretenden, de una forma o de otra, hacerse del poder, porque no son otras sus ambiciones ni los objetivos, alejados ambos del servicio público o, como dicen los mismísimos panistas: “del bien común”. Tales son los casos de doña Margarita Zavala de Calderón y del jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, quien resultó como dicen las abuelas en el rancho: “el pedo del hortelano, ni huele ni hiede”. Aunque para los dos hay mucho que decir, y no con los mejores calificativos ni calificaciones, a los papeles que han desempeñado en el pasado y en el presente.

Si bien las elecciones habrán de celebrarse hasta el 2018, bueno será reflexionar desde ahora hasta dónde pueden generarse opiniones que permitan a los antes nombrados continuar su estrategia de destape prematuro basados en la seguida por Vicente Fox y con los tintes que ha guardado la de “El Bronco, aderezada en el caso de la Calderón con su admiración y seguimiento puntual de la política de EU, que ha puesto de moda el destape a través de videos como lo hizo ya la Hillary Clinton o el sempiterno aspirante Donald Trump. Ahora que también acude a la memoria, que el primero en tratar el tema de “candidato independiente” y de luchar por esta figura fue nada menos que el nada bueno de Jorge Castañeda Gutmann.

Para poder respaldar la llegada de una mujer a la presidencia del país, ésta tendría que contar con una amplia y exitosa trayectoria, elementos que no han reunido ninguna de las mujeres que han aspirado a esa posición. Han sido cinco las candidatas por diferentes partidos, ninguno de ellos parte de lo que se considera las tres primeras fuerzas nacionales. La primera de ella fue doña Rosario Ibarra de Piedra, mujer admirable desde diversos puntos de vista. En lo particular me llamó mucho la atención su valentía, el enfrentarse a un grupo de aspirantes fuertes, todos ellos en momentos cuando las venganzas políticas estaban a la orden del día. Admirable también, dentro de su activismo surgido de la cuna paterna, ya que su padre fue militar en la Revolución Mexicana, pero ingeniero agrónomo de profesión egresado de la Escuela Hermanos Escobar de Ciudad Juárez.

Su esposo fue de los integrantes del Partido Comunista y presidente de la Sociedad de Alumnos Socialistas de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Doña Rosario, a quien conocí en sus mítines como candidata a la presidencia por el ahora ya desaparecido Partido del Trabajo, se plantaba en las plazas donde apenas si lograba reunir a una veintena de lugareños y comenzaba su exposición con tanta fuerza y vigor, como si se encontrara frente a un auditorio de miles. Al término, el número de quienes la escuchaban ya se había multiplicado ostensiblemente. Y, si bien enarbolaba la bandera de una madre que busca a su hijo, quien fue acusado de pertenecer a la Liga 23 de Septiembre y desaparecido tras su detención en 1974 a raíz del asesinato de un policía de nombre Guillermo Villarreal, esta lucha no se ha detenido y el Comité ¡Eureka! Junto con el colectivo Hijos de México, en el 2012 inauguraron el Museo de la Memoria Indómita, mismo que funciona a través de un sistema de visitas concertadas a través de correo electrónico.

DESDE SONORA

Buen número de seguidores varones logró conseguir la sonorense Cecilia Soto, quien apareció en la escena política como diputada local, luego federal y posteriormente, también por el Partido del Trabajo, buscó la presidencial. Su apariencia personal contaba mucho más para lograr simpatías que lo que se analizaba en cuanto a capacidades, aunque a decir verdad no se ha podido dilucidar si no eran mayores las que ella poseía que las que acompañaron a Ernesto Zedillo. Nieta de Ignacio Soto Martínez, quien fuera gobernador de Sonora de 1949 a 1955, huérfana desde pequeña y crecida al lado de su tía, decidió estudiar Física y en sus inicios perteneció al también extinto PARM, Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

Tanto el Partido del Trabajo al cual se le otorgó la paternidad a los Salinas de Gortari, como el PARM, eran de esos satélites con los que ya desde entonces contaba el PRI para lograr constituirse en mayoría legislativa por un lado y, por el otro, controlar la participación de organizaciones ajenas al PRI. Tan es así que la admiración de doña Cecilia por Luis Donaldo Colosio se hizo patente en todo momento. Como sucede con los políticos cuando ya no encuentran posiciones dentro de las diferentes organizaciones, la Soto es ahora analista política y antes, con Vicente Fox, fue embajadora de México en Brasil, el cargo que ahora ocupa otra mujer, la de la CNC, la tlaxcalteca Beatriz Paredes, parte de la cofradía donde se encuentra don Emilio Chuayffet y muchos más.

Marcela Lombardo Otero, hija del fundador del Partido Popular Socialista, Vicente Lombardo Toledano, dio sabor a la contienda en la que resultó ganador Ernesto Zedillo. Fue diputada federal en dos Legislaturas, la de 1976 a 1979 y en la LIV de 1988 a 1991. La postuló el PPS a la presidencia y sólo logró el 0.49 por ciento de los votos, con lo que su partido perdió por vez primera el registroY es que entre el físico de la Soto y la Lombardo había muchos años de diferencia y sobre el pensamiento se iba de un extremo a otro, sin que ninguna de las dos tuviese en sus manos un proyecto de gobierno sino sólo lemas que tampoco lograron penetrar en el ánimo de un electorado que se estaba pasmado ante los crímenes del fin de sexenio salinista, y confundido entre la verdad y la mentira sobre el crecimiento del país.

Pese a los fracasos que habían marcado a las aspirantes mencionadas, Patricia Mercado quiso recorrer el mismo y fracasado camino enarbolando la bandera del Partido Alternativa Socialdemócrata, señalado en múltiples ocasiones por desvíos económicos, por aprovechamiento de los recursos en beneficio personal tanto de los dirigentes como de los candidatos de lujo de esa organización. Economista y también sonorense, buscó la plataforma en la desgracia del sismo de 1985 y comenzó sus aspiraciones en el partido Democracia Social, apoyando a Gilberto Rincón Gallardo como candidato. Después se dedicó a formar el partido México Posible y no pudo conservar el registro, por lo que se dedicó a construir el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina y con la votación obtenida, 1 millón 128 mil 850 votos, logró mantener durante otra jornada el registro nacional.

Con un nuevo escenario, tanto político como económico y social, aparece Josefina Vázquez Mota. Nacida en Puebla pero registrada en el DF, es madre de tres jovencitas y está casada con un profesional de la informática de nombre Sergio Ocampo. Economista de profesión, le adjudicaron la maternidad del gran padrón de registro de Sedesol con el que logró impulsar a Felipe Calderón a la Presidencia de la República, razón por la cual sentía suya la candidatura presidencial para sucederlo, logrando participar como titular de la SEP durante ese mandato, dependencia desde la cual, se ha visto, fluyen recursos extraordinarios que se dedican para muchos otros menesteres que nada tienen que ver con la educación. Su preparación se dio en “olla express” para llegar a esa posibilidad sin mayores méritos que los que da la compra-venta de votos basados en el hambre y la ignorancia.

Así pues y de acuerdo a las trayectorias de las mujeres que han pretendido la Presidencia de México, puede observarse que estamos muy lejos de lo que ha caracterizado a otras féminas en el mundo, pero además no podemos ambicionar a más porque la formación generalizada no da para más y menos aún si se compara con las que han tenido oportunidad de gobernar sus Entidades natales, de las cuales no hay una sola que sea recordada porque se tengan programas o soluciones que hubiesen trascendido a su mediática gestión y, menos aún, que reflejen grandes beneficios para los gobernados.

Así pues y apoyada solamente en las noches y las sábanas compartidas con Felipe Calderón, no cuenta doña Margarita con una trayectoria política sobresaliente; no hay registro de participaciones en la tribuna de la Cámara de Diputados en sus tiempos de legisladora y, menos aún, se sabe de iniciativas que se presentaran y, por lo tanto, que pudieran prosperar. Tampoco puede hablarse de un desempeño sobresaliente como primera dama, salvo por su silencio ante las “andanzas” de su marido, mismas que solían estar acompañadas de bebidas espumosas y generosas como el tequila. Controladas a tiempo estas ambiciones, también acompañaron a Martita Fox manejando ambas sus admiraciones por mujeres como la Clinton o Eva Perón.

Ninguna de las dos tomó siquiera como referencia a doña Eva Zámano de López Mateos, quien ha trascendido después de décadas y es inolvidable su presencia porque está el DIF, cuyos antecedentes son el INPI, el Instituto Nacional de Protección a la Infancia, por ella fundado y que permitió que generaciones completas de niños y adolescentes tuviesen una alimentación con todos los nutrientes que en esas etapas demanda el organismo. El empuje de la esposa de don AdolfoEl Guapo” para que cristalizara y se llevara a todas las escuelas públicas y privadas el libro de texto gratuito es también, en nuestros días, un referente de lo que puede hacer una auténtica compañera del jefe de la Nación, y es también una característica muy suya, el mantener la discreción sobre los gustos hacia las mujeres siempre presentes en su cónyuge.

En fin, cada quien con sus aspiraciones que, hoy por hoy, se antojan, en el caso de doña Margarita, una cortina de humo de gran servicio para que no se pidan cuentas claras a quien tiene la responsabilidad de conducir los destinos nacionales. Ella con su ambición y nosotros rogando. Ya para mañana, veremos quién de las cinco gobernadoras que ha tenido el país es recordada por un buen gobierno, aunque desde ahora bien podemos sintetizar: ninguna. Seguramente que, cuando la política y sus políticos dejen la mentira, la simulación, la demagogia, la corrupción de lado, habrá mujeres, que las tenemos, con capacidades múltiples para gobernar y a todos los niveles y no por decreto presidencial sino por méritos y trayectorias propias.

CORTINAS DE HUMO

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