Por Esto!
Las fianzas de la pobreza
Ricardo Andrade Jardí
7 millones de pesos por cada uno es el monto que el Poder Judicial del narcoestado mexicano les ha impuesto a los jornaleros de San Quintín Baja California, por el hecho de atreverse a solicitar mejores condiciones salariales y de trabajo y, peor aún, por oponerse a la represión del sábado 9 de mayo. El monto por demás amoral y cretino es con lo que se nos anuncia el tamaño de retroceso que han implicado los 12 años de panismo y el retorno del PRI tecnócrata adiestrado para obedecer ciegamente las leyes antinaturales de la hamburcolademocracia de “libre” mercado.
7 millones de pesos por cada uno es el monto que el Poder Judicial del narcoestado mexicano les ha impuesto a los jornaleros de San Quintín Baja California, por el hecho de atreverse a solicitar mejores condiciones salariales y de trabajo y, peor aún, por oponerse a la represión del sábado 9 de mayo. El monto por demás amoral y cretino es con lo que se nos anuncia el tamaño de retroceso que han implicado los 12 años de panismo y el retorno del PRI tecnócrata adiestrado para obedecer ciegamente las leyes antinaturales de la hamburcolademocracia de “libre” mercado.
El narcoestado prianista no tolera la evidencia que desenmascare su barbarie. Los administradores públicos de la telecracia, adquieren millonarias casas pagadas con los cuerpos de las estrellas de la telebasura y con la riqueza que genera el pueblo trabajador, que es incapaz, por ahora, de entender que esa riqueza le pertenece a él y no a los patrones explotadores y políticos corruptos.
Frente a los acontecimientos de las últimas horas en San Quintín, pese a los intentos de manipulación telecrática para hacer que los jornaleros parezcan los malos del cuento, es urgente, insistimos, una reacción más radical de la ciudadanía que se pretende indignada ante la pesadilla de país que el neoliberalismo nos impone; una reacción que cierre filas con los jornaleros y que aplique el boicot nacional contra los explotadores y los partidos políticos que desgobiernan Baja California y promueva por todos los medios a su alcance el boicot internacional.
Una de las mejores estrategias para frenar los abusos del capital es justamente pegarle donde más les duele, es decir, en el dinero y esa acción la podemos hacer desde todos los ámbitos de nuestra cotidianidad, de península a península, de costa a costa, por todo el país...
No hay que olvidar que los campos agrícolas de San Quintín, junto a los campos agrícolas, apodados de la muerte por sus inimaginables niveles de explotación humana, de Sinaloa, entre otros, destinan la mayor parte de su producción al mercado yanqui, donde El Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (Fiob) ya están llamando al boicot, al que hay que sumarnos sin falta y con la urgencia solidaria que el caso amerita.
Son conocidas ya las condiciones de muerte en las que muchos de estos jornaleros se ven obligados a trabajar, venidos mayoritariamente del Sur del país, donde el hambre apremia, siembran y cosechan los productos (mercancía) que los “dueños de la tierra”, que jamás se ensucian las manos, exportan a Estados Unidos con ganancias millonarias; mientras los que hacen el trabajo real son tratados como esclavos sometidos a condiciones laborales no muy alejadas del feudalismo. Esa es una poderosa y devastadora imagen del México del siglo XXI.
En Sinaloa existe la evidencia visual de cómo se fumigan estos campos al tiempo que los trabajadores, entre ellos niños desde los 4 años, trabajan en ellos y son expuestos a los pesticidas sin que ninguno de los partidos políticos que hoy se alternan en la administración del estado burgués hagan nada para cambiar esta realidad y algunos de esos explotadores mierderos son hoy candidatos a puestos de elección popular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario