Su cantaleta vamos por el camino correcto

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

Apuntes

Guillermo Fabela Quiñones

Nada más peligroso que la demagogia

No hay nada más peligroso en la vida de los pueblos que vivir con la certeza de que los gobernantes son demagogos sin escrúpulos, cuya tarea principal es acatar las órdenes de los poderes fácticos. Tal situación la estamos viviendo en la actualidad los mexicanos, pues en tan sólo dos años se puso en evidencia que Enrique Peña Nieto cae en esa definición, y son muy pocos los ciudadanos que aún creen que puede sacar adelante al país. No porque sean unos optimistas irredentos, sino porque son parte de la población más desinformada y que sigue creyendo en el partido por el que votaron sus padres, sin parar mientes en que ese PRI dejó de existir hace más de tres décadas, cuando la tecnocracia en el poder lo deshizo para tener ellos el control del Estado.

Los priístas inerciales, cada vez menos en el territorio nacional, creen que votar por el partido tricolor es respetar la memoria de sus padres, cuando en realidad lo que están haciendo es traicionarla, porque del PRI surgido de la Revolución Mexicana no quedaron ni los huesos. Carlos Salinas de Gortari logró su propósito de acabarlo, sin necesidad de cambiarle el nombre como fue su intención los primeros años de su sexenio. De hecho se convenció de que era mejor conservarlo, precisamente para seguir aprovechando ese voto mecánico de la ciudadanía que se deja llevar por la masa y no reflexiona sobre la realidad nacional. Esto explica por qué conserva lo que se llama “voto duro”, que se reduce al paso de los años.

Puede asegurarse que durante el actual sexenio se reducirá de manera más acelerada, porque la capacidad discursiva de Peña Nieto está teniendo resultados contraproducentes para el grupo al que pertenece. Se excede no sólo en dislates, sino en frases demagógicas que hacen pensar al ciudadano común en la realidad que estamos viviendo, la cual contrasta notablemente con las palabras que dice el inquilino de Los Pinos. Lo peor es que lo hace un día y otro también, sin ningún asomo de autocrítica. En la actualidad el país está atravesando una crisis generalizada, tanto en materia económica como en el entorno político, sin embargo Peña Nieto no parece darse cuenta y así lo demuestra en sus discursos.

El miércoles, en la vigésima quinta convención de las compañías aseguradoras del país, dijo que “no obstante un entorno concreto avanzamos por la ruta correcta”. Lo será para él y los poderes fácticos a los cuales sirve, no para las clases mayoritarias que sufren los sinsabores de una realidad terrible que amenaza complicarse todavía más porque “vamos por la ruta correcta”. La nación se está resquebrajando, pero eso no parece importar a Peña Nieto, tampoco a quienes tienen la obligación de conducir la economía por la vía del crecimiento, como el secretario de Hacienda y el gobernador del Banco de México, quienes secundan a su jefe y afirman a pie juntillas que “vamos bien”, incluso mejor que muchos países del primer mundo. 

¿Qué puede esperarse de un “gobierno” que se empeña en engañar a los ciudadanos como si fueran menores de edad o retrasados mentales? Nada bueno, por supuesto, y así empiezan a entenderlo millones de mexicanos que antes votaban automáticamente por el PRI. De ahí la multiplicación de supuestas “encuestas” que colocan al partido tricolor a una distancia inalcanzable de los llamados partidos de oposición, particularmente del único que sí lo es realmente: el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA). 

Se trata de una más de las acciones desesperadas de la cúpula priísta para evitar un seguro descalabro, que trata de evitar con el apoyo del Partido Verde que parece cumplir en este momento el papel de palero principal ante la urgente necesidad que tiene el PAN de recuperar la confianza de las clases medias que se alejaron durante los dos sexenios en que estuvo al frente de las instituciones nacionales.

En conclusión, si para Peña Nieto y los titulares del gabinete económico y el gobernador del Banco de México, “

vamos por el camino correcto”, no queda más que prepararse para días aún más terribles que los actuales, porque la sociedad mayoritaria, los ciudadanos de a pie, está convencida de que el rumbo que llevamos desde hace tres décadas nos lleva a un caos de consecuencias trágicas.

(guillermo.favela@hotmail.com)