“Falta atacar la red política y empresarial”
MÉXICO, D.F., mayo 2 (EL UNIVERSAL).- Los operativos del gobierno federal en contra de los cárteles no conducen al desmantelamiento de esas organizaciones, porque ello implicaría las detenciones de políticos y empresarios, y las aprehensiones de líderes sólo se traducen en la sustitución del jefe y la continuidad del grupo que mantiene intacta su operación así como financiamiento, afirmó Edgardo Buscaglia, investigador principal de la Universidad de Columbia.
“El problema es que desmantelar a la red equivale a detener a políticos y empresarios, es ahí donde México no se ha decidido a tomar el paso histórico de irse contra la clase política empresarial que forma parte de esas redes, hasta que eso no suceda todo Operativo Jalisco, Tamaulipas, o Michoacán va a caer en saco roto”, agregó.
“La restricción que impide que México pueda pacificar su territorio es político, no es un problema técnico, de armas, helicópteros, de entrenamiento, de los agentes de inteligencia, es un problema de un pacto de impunidad que no permite que las agencias de inteligencia penetren a las organizaciones, obtengan información de políticos y empresarios que sean llevados a tribunales”, destacó.
“Los operativos en México están mal planteados, se hacen desde un punto de vista logístico-militar y se están enfrentando a empresas criminales, que tienen penetrada a la política y al mundo de los negocios formales en México, y si les quitas esas dos piernas al crimen organizado se cae la organización, pero no se atacan, porque implica irse contra el sistema político vigente”, explicó.
“Si los operativos se fueran contra toda la red nacional e internacional que alimenta a los cárteles, los delincuentes no tendrían la capacidad logística para derribar helicópteros, tomar caminos o poner en jaque al Estado mexicano, por lo que la estrategia está mal planteada, falta atacar la parte empresarial-económica y a la política, especialmente porque están financiando a políticos y candidatos”, añadió Buscaglia.
Con los operativos actuales que buscan detener a jefes en turno, expresó, las organizaciones reaccionan como en Jalisco, porque no se está atacando la logística de transporte, del financiamiento y sólo se está afectando muy superficialmente la capacidad operativa de esos grupos, porque no se está atacando el motor.
“No conozco un solo caso de redes criminales en México que haya sido desmantelada empresarial y políticamente, no hay un solo caso en los últimos 15 años, ésa ha sido la debilidad del sexenio anterior y el actual. El corazón de la delincuencia organizada es la política”, indicó.
Buscaglia refirió que hace un año alertó en este diario que la violencia contra los candidatos de partidos políticos iba a aumentar, y continuará en la medida en que los grupos criminales colocan a sus candidatos, además de asesinar a los aspirantes de organizaciones rivales.
“La realidad se está saliendo de la mano y está explotando, porque no hay forma de contener esas redes criminales, si no se ataca la parte del apoyo político y empresarial”, dijo.
En opinión de Buscaglia, el cártel de Sinaloa es la principal organización criminal en México, y en caso de no atacar al Cártel Jalisco Nueva Generación existe el riesgo de que termine siendo una versión “liviana” del de Sinaloa.
“Un nuevo grupo criminal que se quiere consolidar en un mercado tiene que captar el ámbito político y el ámbito empresarial, este último es muy fácil de capturarlo, pero el político es un poco más complicado, porque tienen que asesinar o comprar a muchos actores políticos en Jalisco y estados aledaños”, explicó.
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