Homozapping
A Camarena no lo matan por Rancho Búfalo sino por la intercepción de millonarios fondos del narco
Jenero Villamil
La Operación Leyenda continúa. Y el principal responsable de este operativo para investigar las causas del asesinato de Enrique Camarena Salazar, agente de la DEA en México, su colega Héctor Berréllez habló en extensa entrevista con J. Jesús Esquivel, corresponsal de Proceso, para aclarar que no lo mataron por haber descubierto el extenso plantío de mariguana en Rancho Búfalo, de Chihuahua sino por la Operación Padrino.
La
Operación Padrino, aclaró Berréllez, fue para interceptar los fondos del
lavado de dinero del narcotráfico, los mismos con los que la CIA
financió a la contra nicaragüense.
En la entrevista, Berréllez advirtió:
Todos decían que a Kiki lo habían matado por el descubrimiento del rancho El Búfalo. Nosotros sabíamos que no era cierto.
A Kiki lo señalaron porque era muy inteligente. En una reunión de la embajada de Estados Unidos en México hizo notar que a los narcos les estábamos descubriendo, confiscando o destruyendo mucha droga y eso no los afectaba. Propuso entonces decomisarles el dinero, pegarles donde les duele. Su idea se presentó en Washington y allá gustó.
A pregunta de Esquivel, Berréllez
calcula que la Operación Padrino pudo haberles afectado más de 1 mil
millones de dólares. Entre 1984 y 1985 la DEA realizó entre 200 y 300
decomisos de dinero del narco en diversas plazas, y realizó
intercepciones telefónicas de los capos más importantes de Bolivia,
Perú, Colombia, e incluso España.
Berréllez confirma la colusión de los
agentes de la Dirección Federal de Seguridad con los capos, incluso,
revela que Camarena tuvo un encuentro con Manuel Buendía, el columnista
asesinado un año antes, en mayo de 1984, y que seguía la pista de la
presencia de la CIA en México, su vínculo con los contras, con la DFS y con el narcotráfico.
El presunto implicado en el crimen de
Camarena, el cubano Félix Ismael Rodríguez, trabajaba para la CIA, y
“es el que manejaba en México los campamentos de los contras, donde
llegaban los aviones cargados de droga. Los campamentos están en
Veracruz, en un rancho de Caro Quintero. Estaban usando una aerolínea de
Juan Ramón Matta Ballesteros llamada Setco. Y en esa aerolínea usaban a
los pilotos para llevar armas a Nicaragua, para los contras. Pero,
además, esos pilotos llegaban a México, cargaban coca en sus aviones y
luego llegan a bases militares norteamericanas, donde no tienen que
pasar por la aduana”.
Estas y otras revelaciones trae la
extensa entrevista con Berréllez, quien vincula a los hermanos Carlos y
Raúl Salinas de Gortari con el crimen de su ex cuñado José Francisco
Ruiz Massieu, según Guillermo González Calderoni, otro de los ex
policías que se mezclaron con el narco en la década de los noventa.
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