¡¡Exijamos lo Imposible!!
Blog Pedro Echeverria
Operación limpieza en Mérida y en todo México: se busca esconder la miseria y la fealdad
Pedro Echeverría V.
1. Desde los años setenta comencé a enterarme de la existencia de una
economía informal (también le decían subterránea o emergente) que iba
desarrollándose en el mundo capitalista. Sólo había una explicación: la
necesidad de la gente, de las familias, de comer, de tener un ingreso
ante el brutal incremento del desempleo. El apoyo (no limosnero) a todos
los necesitados siempre lo consideré una obligación. Por ello jamás
condenaré a aquellos que roban o asaltan por necesidad de comer o vivir;
aunque siempre combatiré con todas mis fuerzas a los explotares, a los
políticos desfalcadores del erario y a todos los negociantes de “cuello
blanco”, sean banqueros, industriales y grandes comerciantes. La
economía informal ha superados en número de trabajadores a quienes
poseen trabajo y salarios fijos; hasta allí nos ha llevado el funesto
capitalismo.
2. Cientos de miles en México, por no decir millones de seres
humanos, se “buscan la vida” vendiendo lo que sea en las calles para
poder comer, pagar renta o vestirse. Es sin duda una muestra de la
incapacidad del capitalismo para asegurar ingresos suficientes a sus
trabajadores, para proporcionar empleo a todos los que lo necesitan.
¿Conoce alguien alguna ciudad en el mundo capitalista donde no haya
vendedores ambulantes y semifijos que sufran todas las inclemencias del
tiempo y que no estén huyendo de la persecución policiaca? La realidad
es que no es nada agradable pasarse todo el día en condiciones
desastrosas cuando el trabajo debe satisfacer la vida de los seres
humanos; pero esto nunca será en el capitalismo. ¿O alguien cree que
vender en las calles es agradable, más que tener un cómodo empleo y
recibir un pago que alcance para vivir con decencia?
3. Los grandes comerciantes establecidos se han dedicado a combatir a
la vendedores ambulantes pidiéndole a la policía que los persigan y
exigiendo que paguen impuestos; repiten que si no se trabaja en combatir
la economía informal, no habrá esquema fiscal que funcione. ¿Olvidan
acaso que el 70 por ciento de las mercancías que revenden los “ilegales”
se las venden en los grandes comercios? Pareciera que se construye una
escala: los que se transforman en comerciantes fijos se convierten en
los primeros en gritar contra los ambulantes y semifijos. Actualmente
más del 60 por ciento son trabajadores informales y por ese hecho son
combatidos; pero se da el caso que cuando éstos logran la formalidad se
convierten automáticamente en enemigos de sus excompañeros; ésto se
prueba cuando exigen que no haya vendedores ambulantes frente a sus
nuevos puestos fijos.
4. Mi amigo Lorenzo Peraza me ha enviado esto: El centro histórico de
Mérida lo están limpiando de ambulantes, (y hablar de limpiar es ya
insultante) y cientos de personas se están quedando sin el espacio para
conseguir el sustento diario. ¿Serán los artesanos los –que se mantienen
en el parque Hidalgo los jueves y domingos- los últimos? Han sido
levantados por la policía los venteros: marques teros, perreros,
guayaberas, abanicos, hamacas; los chiapanecos son perseguidos y por las
noches los vemos escondidos en calles aledañas y tras los matorrales de
los parques. Hay grupos que no son dueños del carrito ni de las
prendas que venden, pero son afectados al quedarse sin lo poco que les
pagan. La prensa ha justificado la persecución “limpieza” del Centro
Histórico. El problema es que piden ayuda pero no luchan, no asisten a
las reuniones; prefieren buscar padrinos, favores, incluso creen que si
cumplen con algunas cosas como estar callados remediarán su problema.
5. En la ciudad de México, con casi 15 millones de habitantes más los
conurbados, los ambulantes que son millones, saben defenderse muy bien;
han logrado un grado de organización que cuando deciden enfrentar a la
policía la hacen correr. Más aún han obligado a los gobiernos a
construirles locales donde puedan vender. En México hay decenas de
líderes –generalmente mujeres- que les cobran cuotas por pertenecer a
una organización que al primer “grito” o aviso, se plantan cientos para
enfrentar a la policía. ¿Cuántas veces a la semana, al mes, los
tepiteños, lagunilleros, los de la Merced o Xochimilco, deben defenderse
con palos, piedras, incluso armas de fuego, de la policía, incluso del
ejército? ¡Qué chistoso! El capitalismo crea el desempleo y luego el
mismo capitalismo los reprime y asesina porque son ambulantes,
contrabandistas o ladrones.
6. Los ambulantes o semifijos son acusados por los grandes
comerciantes, por los medios de información y por el gobierno, de vender
mercancías ilegales. ¿Qué mercancía venden? Un 70 por ciento es la que
compran en los grandes comercios establecidos, un 20 por ciento es
artesanía que ellos mismos fabrican y otro 10 por ciento es mercancía de
origen extranjero que entra legalmente, con autorización del gobierno, a
México. Los acusan de no pagar impuestos ¿De dónde pagar impuestos si
tienen que dar “mordidas” a inspectores y vigilantes, además que no
ocupan un piso fijo? A mi me parece que es una campaña sucia contra
ellos porque son la clase explotada y marginada que busca
desesperadamente de qué vivir. Sin duda hay algunos que han convertido
el ambulantaje en un gran negocio, pero es una minoría. (5/IV/13)
http://pedroecheverrav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
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