Chelito y copetes malos candidatos

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Los malos gobiernos de Ebrard y Peña Nieto los descalifican
Álvaro Cepeda Neri

Conjeturas

El “mal gobierno” es antirrepublicano y autocrático. Y contraparte del “buen gobierno” republicano y democrático, como puede consultarse en ensayos y libros sobre el tema (con arreglo al refrán del “remedio y el trapito”, en los libros de: Philip Pettit: Republicanismo. Varios autores: Nuevas ideas republicanas; y, de Franz Neumann: El Estado democrático y el Estado autoritario, estos dos en Paidós). El mal gobierno no rinde cuentas de los dineros, es ineficaz y desobligado. Los territorios bajo su cuidado están en el total caos o hacen como que hacen, mientras se dedican a sus intereses, a los negocios, al tanto más cuánto con ricos y empresarios a los que sirven con servilismo.

Como los casos de Peña Nieto y Marcelo Ebrard, quienes andan sueltos en anticipados actos electorales, buscando ser candidatos, no a la Presidencia de la República, sino a la sucesión de Calderón para ser otros ineptos. No tienen méritos y son malos gobernantes, salidos del priísmo antiguo; pero Ebrard, ahora presume de izquierdista con Los Chuchos (Ortega y Zambrano y su basura ideológica, pues les gusta lo podrido de la politiquería).

Cuauhtémoc Cárdenas, que no podía ver ni en pintura a Ebrard, anda de manita caliente con él, avalando las alianzas con el PAN (partido nacido contra Lázaro Cárdenas). Y apoyando a Ebrard que tiene a la ciudad de México en un desastre social. Éste puso en zonas de los ricos camiones para recoger la basura con doble compartimiento: para orgánica e inorgánica; mientras en las zonas de los pobres, dejó los camiones de basura viejos y obsoletos, generando fuentes de contaminación e insalubridad.

Peña Nieto es igual. El territorio mexiquense es lugar de feminicidios, represiones sangrientas (Atenco), pobreza de 10 millones, favoritismo a empresarios, cobros excesivos de impuestos y alzas de precio a bienes y servicios gubernamentales. Cada año las inundaciones destruyen las pocas pertenencias de los pobres y clases medias, porque Peña, en seis años, no resolvió el problema de los desbordamientos por las lluvias. Pero es ejemplo de mal gobierno, enriquecimiento de funcionarios y disimulo y protección a los narcos. De la pandilla de Atlacomulco, Montiel y Peña han acaparado los cargos públicos y son dueños de fortunas mal habidas (que la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, que controla Calderón directamente, tiene fichados pero en la impunidad).

Malos gobernantes. Nada los respalda en la búsqueda de candidaturas presidenciables. Usan dinero público y tiempo de sus obligaciones, para promover sus imágenes, sin dar cuentas de sus gestiones corruptas e ineficaces, sin coordinación con sus subordinados, ni consulta a sus ciudadanos. Hay destrozos ecológicos (como la supervía en la Ciudad de México), policías que roban a quienes deberían auxiliar, procuradurías ineficientes, un sistema de impartición de justicia corrompido y homicidios de las delincuencias. En suma: Peña y Ebrard han sido malos gobernantes antirrepublicanos y antidemocráticos por sus inclinaciones autoritarias.

cepedaneri@prodigy.net.mx