En el PAN, tolerancia a la deshonestidad
23 de julio de 2011
Enfilado el PAN hacia lo que analistas y actores políticos vaticinan como una debacle en 2012, el senador Ricardo García Cervantes revisa los errores e incongruencias de su propio partido, como la tolerancia a la deshonestidad. Dice que Acción Nacional está sumido en un hoyo y será incapaz de ganar elecciones mientras siga tolerando y practicando (mal, además) la corrupción. Afirma: “De lo que está enfermo el PAN es de envidia, de coraje y de frustración por no ser el PRI de hace 20 años. Ésa es su frustración, porque no hace las cosas bien como las hacía el PRI…”.
Ante la disputa sin reglas de la candidatura presidencial, con un padrón de militantes convertido en “mercado negro de votantes” y hacia la soterrada lucha por las diputaciones y senadurías plurinominales, el senador Ricardo García Cervantes identifica en la incongruencia el principal problema del Partido Acción Nacional (PAN) y plantea una disyuntiva hacia 2012: Se define en los hechos contra la corrupción o se hunde.
“Se tiene que tomar una definición sobre la corrupción. Si el partido no sabe denunciar la corrupción, venga de donde venga, entonces se hace cómplice y pierde credibilidad y autoridad”, subraya el legislador, quien acusa a los gobiernos del PAN, los de Vicente Fox y Felipe Calderón, de ser iguales en ese tema a los del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“Los gobiernos panistas no se distinguen de otros en los términos de la corrupción y la impunidad, tan malo el pinto como el colorado”, puntualiza el legislador y responsabiliza a su partido de la tolerancia a la deshonestidad.
“Hay episodios en los que el procesamiento que ha hecho el partido no ha sido claro, siempre ha privilegiado la rentabilidad electoral y administrar un escándalo de corrupción, ya sea ocultándolo, disculpándolo, postergando su denuncia, haciendo como que la virgen le habla, volteando para otro lado. Lo bueno es que todo se sabe, pero lo malo es que lo sabe nada más el adversario.”
Y eso lleva a que el PAN entre en componendas con el PRI, como en la adulteración del voto. “En cada proceso electoral esto queda demostrado: Yo descubro tus pillerías, tú descubres las mías, y tratando de hacer la pillería más atractiva en términos electorales, nos damos un agarrón de pillería a pillería, y el que gane ofrece borrón y cuenta nueva al que pierde. Tus pillerías y las mías las olvidamos. Es el caso de Moreira”.
García Cervantes se refiere al escándalo de corrupción de Vicente Chaires Yáñez, cercano colaborador del presidente del PRI, Humberto Moreira, y alerta, en entrevista con Proceso, que está en curso otro contubernio para dejar sin efecto la denuncia presentada ante la Procuraduría General de la República (PGR) en aras de una alianza electoral.
“Está presentada la denuncia con todos los elementos, pero ya desde ahora están tratando de concebir una nueva alianza para Michoacán y para el Distrito Federal. Este tipo de perversidad tiene que ver con la enfermedad del PAN sobre la que escribió Germán Martínez”, dice con malicia.
Martínez, quien renunció a la presidencia del PAN luego de la debacle electoral de 2009 –atribuida entre otros factores a las imposiciones de candidatos y a la errónea estrategia–, escribió en el diario Reforma el lunes 11 que “la enfermedad panista viene de una traición a la libertad” y “porque el PAN le dio la espalda a su carácter libertario fracasa electoralmente”.
El senador por Coahuila sonríe y dice del flamante director de la carrera de derecho de la Universidad La Salle: “Es bastante cínico. Yo no había visto una etapa del PAN en que se anulara más la vida institucional del partido que con Germán Martínez y César Nava”.
Y puntualiza: “De lo que está enfermo el PAN es de envidia, de coraje y de frustración por no ser el PRI de hace 20 años. Ésa es su frustración, porque no hace las cosas bien como las hacía el PRI hace 20 años”.
–¿Hace las mismas cosas, pero le salen mal?
–Así es. Y el PAN no nació para ser el nuevo PRI.
“Pienso que, así como está el partido –colapsado, desarticulado, desanimado, desconcertado–, la congruencia nos diría: Devuelvan el partido a los ciudadanos. ¿Esto qué significa? Que no dependa de una persona ni de una cupulita.”
Padrón prostituido
Con la acumulación de derrotas prácticamente desde 2006, sobre todo la debacle de 2009 –que implicó la renuncia de Martínez y la sustitución por Nava, impuestos ambos por Felipe Calderón–, el PAN protagoniza un caótico proceso para definir a su candidato, sin reglas aún y con siete aspirantes, que se redujeron a seis con la declinación, el jueves 21, del expriista Javier Lozano, secretario del Trabajo.
Se prevé que sigan el mismo camino Heriberto Félix, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), y el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, quien se incorporaría al gabinete para asumir esa cartera tras los Juegos Panamericanos en su entidad, que concluyen en noviembre.
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