A Raquel le prohibieron el cielo… gringo
Manú Dornbierer
Satiricosas
El vuelo 033 de Aeroméxico del pasado miércoles 20 de julio, que debía llegar a Barcelona para enlazarse con Alitalia hacia Roma, no pudo cumplir con su cometido a tiempo, pues el avión tuvo que volver a aterrizar en Monterrey, Nuevo León, México. ¿Un accidente? ¿Algún desperfecto? Nada semejante. El motivo fue una orden absolutamente ridícula y fascista de la CIA y por ende del Departamento de Estado, feudo de Hillary Clinton de la que hablábamos la semana pasada a propósito de la información precisa del periódico “Del Paso Times”, que sin lugar a dudas denunció que el cártel de Los Zetas fue entrenado por Estados Unidos, y que con el dicho Departamento hace grandes negocios de compra-venta de armas que han inundado a México y producido el clima atroz que vive nuestro país, nunca antes visto.
Una información boliviana recoge las palabras de la mujer a la que le fue prohibido un pedazo de cielo del planeta Tierra, Raquel Gutiérrez Aguilar:
“La ex compañera del vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, la socióloga y matemática mexicana Raquel Gutiérrez Aguilar, fue bajada de un vuelo de Aeroméxico el 20 de julio por un veto estadounidense que le prohíbe pasar por suelo y aire de esa potencia económica, según informa la propia afectada en una carta publicada en el blog rojoynegro.info, y también por el portal vivirmexico.com.
Según relata Gutiérrez, el miércoles 20 de julio, a las 22:35 horas, en México D.F., abordó el avión de Aeroméxico vuelo 033 con destino a Barcelona, para conectar desde ahí con otro vuelo a Roma en Alitalia. Pero después de la medianoche el capitán avisó que el avión volvía a Monterrey porque se había cerrado el espacio aéreo estadounidense.
Gutiérrez señala: “Mi sorpresa mayúscula fue que cuando aterrizamos en dicha ciudad, pasada la 1 de la mañana de hoy, 21 de julio, se acercó a mí una de las azafatas y me pidió que mostrara una identificación (....) Cuando llegué a la puerta del avión con todo mi equipaje de mano había federales mexicanos y dos o tres funcionarios de Aeroméxico que me pidieron identificarme nuevamente y bajar del avión. Yo les dije que no iba a bajar a menos que me explicaran qué estaba sucediendo. Contestaron que “el Gobierno de Estados Unidos había negado el paso al avión porque yo iba en él”.
Raquel Gutiérrez participó con García Linera en las acciones guerrilleras del EGTK, por la que estuvo presa.” EGTK, significa Ejército Guerrillero Tupac Katari. El grupo proindigenista operó en plena democracia a diferencia de Tupamaros o Montoneros que combatían a la dictadura en sus países. El Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK) fue un grupo que se conformó en Bolivia cuando el país había alcanzado la democracia después de un período bastante largo de luchas de trabajadores, campesinos y sectores políticos de la izquierda boliviana. En suma fue parte de la lucha que hizo de Bolivia el país justo que hoy es.
Aeroméxico, que por cierto ha subido alarmantemente sus tarifas después de que el sinvergüenza de Gastón Azcárraga, solapado por Calderón, tronó impunemente a Mexicana de Aviación -y está tronando su propia compañía hotelera “Posadas de México”- tuvo que someterse a tal criminal y estúpida orden en el momento por reglas internacionales. ¿Qué hubiera pasado de no hacerlo? ¿La CIA y compañía hubieran derribado un avión mexicano de pasajeros? ¿El capricho era nada más que una compatriota nuestra, la socióloga Raquel Gutiérrez Aguilar, pro indigenista, fuera a cumplir sus compromisos académicos en Europa? ¿Quién a va a pagar los gastos de semejante desaguisado de la CIA contra Raquel misma, contra los demás pasajeros, contra Aeroméxico, Mr. Calderón? ¿Los contribuyentes mexicanos, como siempre? ¿Y Miss Paty, Secretaria de Relaciones, no va a protestar con Mrs. Clinton aunque sea con una de sus lindas notitas? ¿O teme que le quiten la visa para poder irse a comprar ropita a USA?
¡Viva Bolivia!
El primer capítulo de “Para festejar el Bicentenario NO COMO NI PAN NI CIRCO”, de mi autoría (2010, Libros del Sol, Cuadernos de Satiricosas), inicia con la pregunta-título: ¿Cuál independencia podríamos festejar?
Y arranca con el párrafo siguiente de un artículo publicado en los periódicos y en sitios de internet el 4 de septiembre de 2010:
El país de América que más derecho tiene a festejar el bicentenario de su independencia de España es Bolivia. Como México con Benito Juárez en el siglo XIX, ha logrado en el XXI tener de presidente legítimo a un hombre inteligente y de bien, perteneciente a la raza autóctona aymara, que los invasores no lograron desaparecer. Ningún otro mandatario americano está rescatando a su país de las garras del brutal colonialismo que es el neoliberalismo globalizador, como Evo Morales.
El actual gobierno de México, lacayo tanto de los gringos como de los españoles, debería aprovechar esta ocasión inaudita para levantar un poco la cabeza y defender la dignidad del país a la par que de esta intelectual mexicana que ha luchado por una de las causas más justas del mundo, que nuevamente se levanta y respira con fuerza ( y no olvidemos el caso Sucumbíos de los estudiantes mexicanos asesinados por el ejército colombiano en Ecuador y la persecución de la sobreviviente Lucía Morett Alvarez, caso del que Calderón cobardemente se ha desentendido). Hoy se trata de una intelectual que vivió en Bolivia más de 20 años y contribuyó en “la lucha de los pueblos indígenas que hoy están construyendo su propio Estado en este territorio plurinacional andino-amazónico”. Raquel Gutiérrez Aguilar no viajaba de ningún modo a Estados Unidos, ni siquiera para hacer una breve escala, y tampoco usaba una aerolínea estadunidense, pero los controladores aéreos gringos, dueños del cielo y de la atmósfera, decidieron impedirle el paso a una viajera pacíficamente sentada en un avión extranjero. Conculcaron el derecho de todo terrícola pensante a viajar por su planeta. “Es desconcertante que el Gobierno norteamericano haya causado impunemente un severo daño económico a la aerolínea mexicana obligándole a desviar su ruta y romper un itinerario transcontinental, sólo porque a la CIA le dio la gana prohibir que esa persona transite por los cielos de Estados Unidos”.
Los mexicanos comprados
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