¡¡Exijamos lo Imposible!!
Perseguidos y soplones
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Entra en vigor la Ley Antilavado de Dinero
Mega multas a quienes incumplan mandato
Medidas alejadas del contexto real del país
Abofetean grandes fortunas y corruptelas
EU pone economía mundial en riesgo: FMI
“La política es el arte de impedir que la gente se entrometa en lo que le atañe”.- Paul Valery
Faltan solamente 30 días para que entre en vigor la obligación de
convertirnos en soplones, en denunciantes de todo aquel que cometa la
osadía de tener dinero en efectivo, de ese medio que circula ya sea en
papel o en monedas de aleación, porque se acabó la época en la que
México se daba el lujo de acuñarlas en cobre y que sirve para adquirir,
por ejemplo, frutas y verduras ahora con un precio hasta del 40 por
ciento mayor, o para pagar las fianzas de los manifestantes auténticos
que sobrevivan a la detención del 2 de octubre o también para aliviar un
poco el dolor y remediar pérdidas sufridas por la falta de prevención y
la incapacidad demostrada para enfrentar a “Ingrid” y “Manuel”.
Tal y como se había dado a conocer, los del Servicio de Administración
Tributaria dieron santo y seña de las actividades que se consideran
vulnerables dentro de la Ley Antilavado de Dinero y sus márgenes de
operación considerados sin sospecha. Pero resulta que en la práctica los
sospechosos somos todos, lo mismo los jugadores de los casinos, que los
que piden prestado o los que usan tarjeta de crédito o los que compran y
venden vehículos, los constructores, los profesionistas independientes,
los notarios, los Corredores Públicos, los arrendadores y los
arrendatarios y hasta los agentes aduanales. La cifra mayor que se cita
entre las normales apenas alcanza un millón de pesos y se presenta
dentro del renglón de los fedatarios públicos. El resto, en casi todos
los casos no llega a 250 mil pesos y en otros es mucho menor.
Supongo que los que juegan en los casinos van a ser señalados cual
“María Magdalena” porque, según las obligaciones que nos han hecho favor
los del SAT de endilgarnos sin que por ello tengamos ninguna
percepción, debe identificarse a clientes y usuarios que realicen
actividades vulnerables y hay que recabar toda su documentación y checar
su identidad. Hay que hacer y tener a la mano todo un expediente. Ahora
que, los que juegan a las maquinitas deben inscribirse a la voz de ya
en el Registro Federal de Contribuyentes y contar con el certificado
vigente de Firma Electrónica Avanzada. O sea que si es un ama de casa
que tuvo la suerte de llevarse un acumulado de esos que tienen seis
cifras y nunca se ha registrado en Hacienda porque se ha dedicado al
hogar, tendrá que aparecer en las listas de esa dependencia o se queda
sin cobrar.
El martes anterior comenzaron estos lineamientos y el 1 de noviembre
todos deberán empezar a mandar sus avisos al SAT contando solamente con
17 días para que no se consideren extemporáneos. Si el aviso no se
presenta después de 30 días la multa puede ir de 647 mil 600 pesos a 4
millones 209 mil 400 pesos, ¿en que se basaron para esta imposición? Ese
es un gran secreto que no relacionan ya ni siquiera con el salario
mínimo, base económica para las sanciones de este y otros órdenes. Ahora
que si le falta la identificación de sus clientes, o se omite
información, o no guarda el expediente –no se dice por cuánto tiempo- o
si el aviso no cumple con todos los requisitos, la sanción puede ser de
12 mil 952 pesos o de 129,520 pesos, depende de cómo anden sus
relaciones con los encargados de esa dependencia, en la que se señala
incluso prisión de 2 a 8 años –o sea que sin fianza- y multas de 500 a
2000 días si altera o modifique la información.
UNOS SI Y OTROS NO
De la información que se tiene con relación a estas disposiciones, queda
claro que con el afán de combatir una actividad ligada a un grupo que
no es mayor de 10 entre los verdaderos jefes y sus auténticos operadores
financieros, se inmiscuye a todos los sectores productivos, se evita el
uso de efectivo, se convierte a los bancos extranjeros en el eje
central del manejo económico, con todos los inconvenientes que se
registran en los estados de cuenta mensuales y se incrementan las
utilidades de las empresas que manejan los plásticos. Los países que se
han comprometido a la emisión de estas leyes no tienen el registro de
informalidad que el nuestro ni los graves problemas de desempleo que
provocan que el comercio se realice en banquetas, casa por casa, en las
esquinas de los semáforos y que la paga se haga con dinero contante y
sonante.
Las afectaciones en este intento de poner orden cuando no se conoce a
fondo la realidad nacional son muy graves y llegan hasta el campo, a los
pequeños, pequeñísimos productores locales, a los que acuden a las
Centrales de Abasto o a los mercados o a verdulerías a vender sus
cosechas. Los pagos se los hacen en efectivo y ahora tienen la
obligación de ser, los compradores, los que ante la imposibilidad del
vendedor de darse de alta –porque son muchos los que apenas saben leer y
escribir y otros tantos los analfabetas- los registren a través del
ingreso a la página del SAT en Hacienda. Aunque habrá que apuntar que,
curiosamente, no entra como actividad vulnerable la producción campirana
y ¿no es ahí donde se siembra amapola y mariguana?
Se han realizado foros con este tema en distintos puntos del planeta y
existe una gran coincidencia en lo poco que han avanzado en el combate a
los cárteles de la droga. Sus ganancias multimillonarias en dólares y
en euros siguen una ruta que llena a los gobiernos de incógnitas o tal
vez de reservas, ya no se sabe cómo es que pueden circular por todo el
mundo, asentarse y mantenerse ocultos y multiplicándose hasta llevar a
los capos al registro de los hombres más ricos e influyentes del orbe,
como es el caso de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y eso que no es más que un
traficante, por lo que la fortuna de aquellos a los que les vende y que
multiplican precios y ganancias debe ser mucho, muchísimo mayor.
Y así como uno se pregunta, una y otra vez, cómo le hacen estos sujetos y
entra la interrogante sobre si ésta no es una medida represora, que
justificará muchos encarcelamientos de quienes no están de acuerdo con
el régimen, sus nuevas leyes y absurdas medidas, también se cuestiona
sobre las inmensas fortunas de funcionarios que no atraviesan por
ninguna de estas inspecciones, que no siguen el sendero de la aplicación
de multas y leyes. Ejemplos sobran y muchos de ellos ya han sido
presentados como denuncias ante la propia PGR y no sufren, quienes
cometen los ilícitos, ninguna afectación a su cómoda, relajada y buena
vida diaria.
Tal sucede con el veracruzano Juan Bueno Torio, quien acumula denuncias:
una por 160 millones, con una ampliación con otros 80 millones y una
segunda ampliación por otros 21 millones, todos ellos derivados de
contratos con una empresa denominada Fletera Continental de Líquidos,
propiedad de Juan José Ortiz, cuñado del legislador. Todos los
movimientos ligados a la corrupción realizados por Bueno, cuando se
desempeñaba como funcionario de Pemex, han sido documentados por el
diputado coahuilense Jesús González Schmall y en ellos se revela que a
la transportadora Isabel, S.A. de C.V. le entregaron convenios por 162
millones de pesos, siendo esta propiedad del tío del ahora diputado.
Consideran un aproximado de 150 contratos que suman más de 2 mil
millones de pesos otorgados a esta familia.
A través de Carlos Arce Macías, según denuncia Felipe Villanueva en su
texto, obligó a los gasolineros a comprar bombas, a cambiarlas y fueron
más de 30 mil adquiridas en el extranjero a un costo de 20 mil dólares
lo que le generó utilidades por 60 millones de dólares. ¿Cómo le ha
hecho Bueno Torio para “lavar” todo ese dinero? Porque también, supongo,
hay que lavarlo, hay que disfrazar su procedencia, y ¿eso no entra en
esta ley? Y hay una lista que podrían investigar y que se inicia con
Rosa Bueno Torio, con José Torio Sánchez, con José Beltrán Mata, Sergio
Díaz, Héctor Pino.
Mortifican a miles de mexicanos productivos y hasta cautivos sin por
ello dejar de sentir terror por la vieja y muy desprestigiada “lolita”, y
nos abofetean devolviéndole a muchos narcos sus propiedades, a sujetos
como Raúl Salinas su fortuna con la declaración pública de lo exitoso de
sus negocios e inversiones que permitieron que acumulara mansiones y
dinero, cubriendo con grandes y gruesos mantos de impunidad fortunas de
las que los pueblos, las comunidades, saben la procedencia. Unos están
para ganar y otros, los más, para seguir perdiendo.
ABSURDOS PARA MEDITAR
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