¡¡Exijamos lo Imposible!!
Estado de los ESTADOS
Por Lilia Arellano
Estabilidad en riesgo
Detonante: oposición a reforma energética
Impulsa izquierda la “consulta vinculatoria”
Silencio de Peña Nieto al llamado de AMLO
Gobierno propone una “reforma regresiva”
Plan: invertir ahorro para retiros en Pemex
500 años después subsisten abusos del clero
“Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es el
más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes”:
Marqués de La Fayette.
La emergencia por los ciclones “Ingrid” y “Manuel”, que afectó a 1.7
millones de personas en 20 estados; dejo 157 muertos; dañó 491 edificios
y alrededor de 26 mil viviendas, con afectaciones estimadas en más de
75 mil millones de pesos; así como la desaceleración económica que ayer
fue formalmente reconocida como recesión por el INEGI y que demuestra el
fracaso del actual gobierno en la materia al ser el subejercicio del
gasto público uno de sus principales factores, han intentado ocultar
temporalmente la grave crisis política alimentada por la necedad del
actual régimen de imponer a como de lugar las reformas educativa,
hacendaria y energética, a las que se opone abiertamente la población y
que fácilmente pueden derivar en una desobediencia civil y
desconocimiento de la administración de Enrique Peña Nieto, quien se
encuentra nuevamente haciendo turismo en Asia, en donde participará en
el Foro de Cooperación Asia-Pacífico (CAPEC), en Bali, Indonesia.
Al continuar este viernes sus recorridos por municipios del Estado de
México, el principal dirigente opositor, Andrés Manuel López Obrador,
reiteró en Tultitlán, Tecámac, Coacalco y Texcoco, su convocatoria al
pueblo de México a prepararse para emprender la “desobediencia civil
pacífica” en caso de que el gobierno de Peña Nieto se niegue a responder
la propuesta del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de
consulta en torno a la reforma energética. El tabasqueño indicó que
sigue esperando la contestación del titular del Ejecutivo Federal sobre
el planteamiento que hizo llegar el pasado 23 de septiembre a Los Pinos,
y subrayó que “si no hay respuesta vamos a hacer uso de nuestros
derechos, como ciudadanos, y vamos a llevar acciones de resistencia
civil pacífica, en el marco de la no violencia”. También adelantó que
los ciudadanos que asistan el próximo domingo a la marcha del Ángel al
Zócalo de la Ciudad de México tomarán las decisiones determinantes sobre
el futuro de la Nación ante la intención del gobierno federal de
“imponer las llamadas reformas” energética y hacendaria.
Cabe recordar que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto presentó
en agosto una iniciativa de reforma constitucional en materia
energética que propone abrir la participación de la iniciativa privada a
través del esquema de los Contratos de Utilidad Compartida. El gobierno
promete que con su reforma se impulsará el crecimiento económico de
México hasta 5 por ciento en los próximos años, aunque importantes
grupos de inversión consideran que en el corto plazo la perspectiva
realista de que esto ocurra es conservadora, pues los efectos de los
cambios podrán verse hasta el 2016. Los inversionistas internacionales
calculan que la aprobación de la reforma supondrá un aumento de la
inversión en el sector entre 20,000 a 100 mil millones de dólares
anuales en los próximos años.
Las ganancias para las empresas trasnacionales que participen en el
sector energético en México serán extraordinarias si se calcula que se
pasará de una producción de 2.5 millones de barriles de crudo promedio
diario, a 3 millones en 2018 y 3.5 millones o más hacia 2025. Sin
embargo, el fuerte optimismo por la aprobación de la reforma energética
entre los inversionistas extranjeros podría generarles un desencanto al
final, pues su aplicación aún tomará algunos años. El hecho concreto es
que en caso de que se apruebe la reforma de referencia, que requiere de
dos tercios de los votos a favor tanto en la Cámara de Diputados como en
la de Senadores, aún quedan pendientes el voto de la mayoría de los
estados, además de cambios en las legislaciones secundarias para su
puesta en marcha, proceso que en el mejor de los casos culminaría a
mediados del año siguiente.
Además existe el amago de la izquierda de revocar la reforma energética
con un referendo. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) impulsa
un referendo sobre esta reforma que permitiría la participación de
particulares en el sector petrolero y eléctrico. No obstante, los
ciudadanos podrían anular estas modificaciones a través de una consulta
vinculatoria. El aún dirigente formal del PRD, Jesús Zambrano, señaló
sobre el particular que “cuando ya esté construido todo el proceso
constitucional y legal de la reforma de ellos (el gobierno), a ver si
los empresarios se arriesgan a invertir sabiendo que en el 2015 puede
haber un referendo revocatorio de esas reformas. Que todo mundo lo
piense”.
Tanto el Partido de la Revolución Democrática (PRD) como el Movimiento
de Regeneración Nacional (Morena), que comanda Andrés Manuel López
Obrador, han intensificado sus campañas para recabar firmas con el fin
de concretar dicha consulta. Cabe recordar que la reforma política
decretada el año pasado prevé instrumentos de participación ciudadana,
aunque aún faltan las leyes reglamentarias para concretar su viabilidad.
Para el caso del referendo, la legislación establece que se debe
realizar a la par de unas elecciones federales, y las próximas ocurrirán
el primer domingo de julio de 2015. Pero si hay acuerdo entre el
gobierno federal y el Congreso de la Unión, un referendo puede
realizarse antes de aprobarse la reforma energética y dicha consulta
podría ser vinculatoria. Este planteamiento formal será llevado por el
PRD al Pacto por México.
REFORMA REGRESIVA
La propuesta energética de Enrique Peña Nieto no tiende a modernizar al
sector, sino un regreso al pasado, para jugar nuevamente bajo las reglas
de las trasnacionales que se han impuesto a todos los gobiernos que
tienen recursos petroleros. José Juan González Márquez, especialista en
derecho ambiental y en derecho económico de la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM), explica que las propuestas de dicha reforma en
cuanto a los contratos de riesgos compartidos y las concesiones para la
exploración y explotación petrolera, ya fueron aplicados en México y
fracasaron.
El especialista refiere que en el Siglo XIX y hasta la expropiación
petrolera en México existieron las concesiones para exploración y
explotación en esta materia. Mientras que en los años 50s se otorgaron
contratos de inversión para dichas actividades y “fue fatal para
México”. Destacó que en esa década las compañías no sólo recuperaban su
inversión, además se les pagaban honorarios por los servicios prestados y
se les costeaba con parte de la producción petrolera, lo cual quedó
prohibido por la reforma constitucional de 1960, por lo que “volver al
pasado no es modernizar”, subrayó.
Explicó que Pemex se olvidó de invertir en investigación y desarrollo
tecnológico y hoy que sus principales reservas se encuentran en aguas
profundas del Golfo de México carece de la tecnología para llegar a
ellas. Advirtió que “Pemex no tiene tecnología para fracturar en el
Golfo de México o para romper las formaciones rocosas donde se encuentra
el shale gas y las empresas trasnacionales no se la van a vender, ni a
rentar, porque quieren entrar al negocio de los hidrocarburos como
socios”. Destacó que permitir los contratos de riesgo compartido “no es
modernizar, pero si es jugar bajo las reglas que las trasnacionales han
impuesto a todos los gobiernos que tienen recursos petroleros”.
González Márquez propone una solución de inversión que excluye el
capital de empresas extranjeras: “los trabajadores mexicanos tienen
acumulado en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) cerca de dos
billones de pesos que podrían usarse para invertir en el sector
energético por medio de la compra de acciones”. Si se toma este camino,
además de prescindir de los recursos económicos de las trasnacionales,
los mexicanos verían en sus bolsillos los beneficios de la empresa
petrolera más grande de América Latina. “En lugar de entregar las
ganancias de este negocio a empresas extranjeras, mejor se las
entregamos a los trabajadores mexicanos”, concluyó.
Es casi seguro que los trabajadores mexicanos no se opondrían a
participar en el sector energético dados los pésimos resultados que en
el manejo de sus ahorros para su jubilación han realizado las
administradoras de fondos para el retiro (Afores). De acuerdo con los
últimos datos disponibles, los recursos de los trabajadores en las
Afores disminuyeron 139 mil millones de pesos, lo que implicó una
reducción en sus ahorros. En abril, esos recursos se ubicaban en 2
billones 074 mil millones de pesos, pero al cierre de agosto la cifra
cayó a un billón 935 mil millones de pesos.
LINDEZAS CLERICALES
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