domingo, 13 de octubre de 2013

De plano reforma no tiene pies ni cabeza

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Homozapping
Entrampada la Reforma Energética en la Reforma Fiscal 
(Primera parte)
Jenaro Villamil


Primera parte del reportaje publicado en Proceso No. 1928.

La reforma energética del gobierno de Enrique Peña Nieto quedó entrampada en el  futuro de la reforma fiscal que deberá aprobarse en los próximos días en el Congreso. Por la vía de una nueva Ley de Ingresos de Hidrocarburos, la Secretaría de Hacienda pretende crear un nuevo régimen tributario que debilita a Pemex, incorpora la figura de los “contratos de utilidad compartida”, aún antes de que se apruebe las reformas constitucionales al 27 y 28 y sin que se conozcan los detalles de la legislación secundaria.

Esta propuesta ha generado severas críticas al interior de la bancada del PRD en el Senado y en la Cámara de Diputados, pero también de ex directores de Pemex, como  Adrián Lajous Vargas, quien propuso suspender la aprobación de un nuevo régimen tributario en materia de hidrocarburos basado en los contratos de utilidad compartida porque “aún no se conocen el contenido y los alcances de esos contratos”, así como de constitucionalistas como Diego Valadés, quien consideró que las reformas constitucionales al 27 y 28 “daría a los particulares derechos reales, esto es, de posesión o propiedad sobre la parte de los recursos que hayan sido objeto de la contratación”.

En el marco de los foros de reforma  energética organizados por el Senado, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, hizo pública una propuesta que ha estado presente tras bambalinas entre un sector negociador del PRD con el gobierno federal: aprobar la reforma al 27 constitucional, a cambio que se derogue el intento de reformar el 28 y que se modifique la carga tributaria para Pemex.

La nueva Ley de Ingresos de Hidrocarburos, propuesta en el paquete fiscal por la Secretaría de Hacienda, establece dos regímenes fiscales operando al mismo tiempo: uno para Pemex Exploración y Producción, y otro para las empresas privadas que podrían estar operando al lado de Pemex o compitiendo con la paraestatal.

La iniciativa de Hacienda modifica la naturaleza de Pemex y las instituciones alrededor de la paraestatal, como la Secretaría de Energía, que adquirirá mayor poder de decisión. Esta dependencia se encargaría de otorgar los bloques en explotación directa a la paraestatal.

Al mismo tiempo, se crearía una empresa comercializadora de la producción de hidrocarburosgas natural o petróleo- que se obtenga por medio de los contratos de utilidad compartida. El dinero obtenido de estos contratos sería entregado a Hacienda para su posterior reparto.

Así lo establece en la exposición de motivos la iniciativa:

“El comercializador del Estado entregará al fideicomiso todos los ingresos derivados de la producción, una vez descontado el pago por los servicios de aquel, de conformidad con lo establecido en el contrato de recolección y venta que formalicen con Secretaría de Energía”.

Esta iniciativa fue duramente criticada por el ex director de Pemex, Adrián Lajous, quien participó esta semana tanto en los foros de debate organizados por la bancada del PRD, como los de la comisión de Energía, presidida por el priista David Penchynna.

“El Poder Ejecutivo difícilmente podrá hacer pública las legislaciones secundarias a la reforma energética sin que antes se apruebe su paquete fiscal, pero sin conocer los contenidos que se implementarán, ¿cómo quieren aprobar la forma de tasarlos? ¿Aplicarán estos cobros para Pemex o para todas las empresas? Los legisladores no pueden aprobar leyes basándose en conjeturas”, afirmó el ex director de Pemex durante el sexenio de Ernesto Zedillo.

Lajous Vargas propuso que en lugar de los contratos de utilidad compartida se explore la figura de un “régimen de permisos y de licencias”, similar al que hoy rige en materia de gasoductos, transporte y distribución, y que tiene una larga tradición jurídica en el país”.

El régimen de licencias, abundó, es más fácil de diseñar y administrar porque sus términos y condiciones se fijan por ley, no caso por caso, como ocurre con las concesiones y con los contratos de riesgo, como sería en la figura de los “contratos de utilidad compartida”.

Lajous también afirmó que si se adoptara el régimen de licencias la Comisión Nacional de Hidrocarburos deberá tener “amplios poderes regulatorios y una autonomía, que habrá de proponer áreas geográficas a explorar y desarrollar; definir con el gobierno los bloques que se liquidarán, las ventajas de su adjudicación y abandono; así como el tamaño y frecuencia de las rondas de licitación”.

En la misma mesa del foro de debate organizado por el PRD, participó el jurista Diego Valadés quien expresó su oposición a las reformas al 27 y 28 constitucionales porque dará a los particulares “derechos reales, esto es, de posesión o de propiedad, sobre la parte de los recursos que hayan sido objeto de la contratación”.

Además, abundó el ex procurador general, la reforma propuesta por Peña Nieto “fortalece las capacidades decisorias y discrecionales del gobierno, lo cual agrava la situación”.

“Lo que no se ha explicado todavía, desde el punto de vista técnico, ni desde el punto de vista administrativo y económico, es por qué un monopolio petrolero fracasa. Es un caso único en el plante. No es porque el país no tenga capacidad técnica de gestión, administración o exploración y explotación. Lo que ha hecho fracasar la industria petrolera es el régimen político”, sentenció Valadés.

Continúa mañana.

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