¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
No a la entrega del petróleo. ¡Referéndum!
Manú Dornbierer
Satiricosas
II
Encantados, aparecen Madero y su pandilla en las fotos periodísticas por
la renovación del PRIAN y la prevista entrega del petróleo. Recordemos
que el PAN se creó en 1939, a la sombra de la Nacionalización del
Petróleo por el presidente Cárdenas y, según ciertos analistas,
financiado por las compañías petroleras extranjeras. ¿Le van a cumplir
al patrón 75 años después? Por lo pronto así lo creen, sobre todo, que
para arrejuntarlos les cedió otra vez el PRI la gubernatura de Baja
California. Bueno, al tiempo. Ahora sólo faltan los Chuchos y otros
traidores…
Por lo pronto otros luchamos. Mientras no hagan caso y no busquen la
manera de instalar un referéndum -que no han querido votar en el
Congreso- para detener la entrega del petróleo, estaré invitando las
veces que sea necesario a este espacio a es-pe-cia-lis-tas de alto nivel
conocedores del asunto, que están contra esa aberración. A ver si entre
todos logramos que los poderosos políticos y empresarios que la
promueven siquiera levanten la ceja. El pasado sábado, el invitado a
esta tribuna fue el ingeniero José Luis Apodaca que respondió
contundentemente las tonterías de un periodista al servicio de todos los
gobiernos neoliberales.
Hoy, el invitado es otro de los grandes hombres de esta lucha patriótica
por conservar el petróleo para que no se revierta en espejitos la gesta
de Lázaro Cárdenas. El ingeniero Javier Jiménez Espriú es un profesor
de muchas cosas, pero da clases de patriotismo y de congruencia antes
que nada. En tiempos de hordas ramplonas al servicio del entreguismo, es
necesario escucharlo y leerlo. Para esta presentación, aprovecho una
entrevista que le hizo el colosista Federico Arreola, que simpatizó con
López Obrador, dice el mismo, por la injusticia del desafuero que
pretendió Fox contra AMLO.
“Ingeniero mecánico electricista por la UNAM, Javier Jiménez Espriú
realizó estudios de posgrado en el Conservatoire des Arts et Métiers de
París en 1961 y fue director de la Facultad de Ingeniería de 1978 a
1982. También dirigió Mexicana de Aviación, tuvo a su cargo la
subdirección comercial de PEMEX y fue subsecretario de Comunicaciones y
Desarrollo Tecnológico. Ha participado, asimismo, en el Instituto
Mexicano del Petróleo, el Instituto Mexicano de Investigaciones
Eléctricas, el Instituto Mexicano del Transporte y el Instituto Mexicano
de Comunicaciones. Actualmente preside la empresa Nec en México y, en
2012, durante el pasado proceso electoral presidencial, colaboró con el
candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador “.
Cuando su entrevistador le pregunta por los países en que se dio una
reforma energética, Jiménez Espriú contesta: “Privatizaciones, de eso
hablo. El presidente Peña Nieto dice otra cosa, que la reforma que
propondrá no es privatizadora. Que PEMEX ni se vende ni se privatiza,
eso ha declarado. Es cierto, desde luego que es cierto. Pero, aquí está
el problema, se refiere a Pemex, sólo a Pemex, no a la industria
petrolera ni, tampoco, a la renta petrolera. Manipulan la palabra, pues.
Aseguran que no van a vender ni un tornillo de Pemex. Les creo. No
necesitan hacerlo para privatizar la industria petrolera que es de todos
los mexicanos”.
“El Pacto por México no propone, es cierto, privatizar Pemex, pero sí
la privatización de la explotación de los hidrocarburos, algo que va
contra la constitución”.
“El compromiso 54 del Pacto por México dice: Se mantendrá en manos de
la nación la propiedad y el control de los hidrocarburos y la propiedad
de PEMEX como empresa pública. Pero, se dice ahí, en todos los casos la
nación recibirá la totalidad de la producción de hidrocarburos. Una gran
falacia. Constitucionalmente Pemex es organismo descentralizado, no
empresa pública…”
“La afirmación de que en todos los casos la nación recibirá la
totalidad de la producción de hidrocarburos’ anuncia la exploración y
explotación a través de contratos incentivados, de riesgo, de
asociaciones público-privadas o de concesiones. Actividades que serían
realizadas por empresas privadas nacionales o extranjeras. Y no se les
pagará en especie, sino con dinero. Esto es anticonstitucional, porque
dichas empresas pueden entregar el ‘total de la producción de los
hidrocarburos’, pero no, lo subrayo, el valor total de dichos
hidrocarburos. (..) Este planteamiento supone el acceso al valor
intrínseco del petróleo, la renta petrolera, por parte de los
inversionistas privados”.
Dentro de flujo de preguntas y respuestas, Federico, le hace una
pregunta tonta a Jiménez Espriú ¿Es malo hacer de Pemex una empresa de
clase mundial? Parece olvidar Arreola que Pemex es una empresa tan de
clase mundial que llegó a ser el 4º productor petrolero del mundo cuando
el director de Pemex fue Jorge Díaz Serrano . Y me permito hacerle yo
una pregunta a los entreguistas seguidores del PRIAN: ¿Eso es lo que
quieren hacer olvidar? E insiste Arreola: ¿Y es tan malo que Pemex
compita con otras empresas?
_ “Vea usted el compromiso 56 del Pacto por México: Se ampliará la
capacidad de ejecución de la industria de exploración y producción de
hidrocarburos mediante una reforma energética para maximizar la renta
petrolera para el Estado mexicano. ¿Sabe qué significa eso? En español
quiere decir que los nuevos proyectos de exploración y producción de
hidrocarburos no los ejecutará Pemex, sino eso que llaman la industria,
es decir, otros operadores, privados desde luego y seguramente
extranjeros. Peor todavía, Federico, ¿sabe lo que significa ‘maximizar
la renta petrolera’? Simplemente que se acelerará la extracción de crudo
para exportarlo en beneficio de otros países, sobre todo de Estados
Unidos. Es una grave amenaza a la seguridad energética y a la soberanía
de México”. ( …) Se habla (en el pacto) con toda claridad, “ de un
entorno de competencia en los procesos económicos de refinación,
petroquímica y transporte de hidrocarburos” . ¿Se lo digo en castellano?
Quiere decir que Pemex sería un operador, entre otros muchos, ya no EL
OPERADOR “. Es clarísimo. El Pacto por México expresa la voluntad
política de entregar la renta petrolera, a través del suministro de
petróleo crudo, en condiciones preferenciales a empresas privadas”.
Al fin de la entrevista que le hace Federico Arreola al ingeniero
Javier Jiménez Espriú , lo quiere enredar con la gente del PRD, con
Jesús Zambrano. Y Javier responde con claridad:
“No milito en ningún partido político, ni en Morena. Pero simpatizo con
Morena y López Obrador. Y, por supuesto, iré al mitin de Andrés Manuel
en septiembre. No estoy en nada con el PRD, que, como le he dicho,
Federico, ya aprobó la reforma al firmar el Pacto”.
La congruencia y valentía de Javier Jiménez Espriú son un excelente
tónico ciudadano. A otra pregunta ociosa ¿Qué pasó entre Octavio Paz y
usted? Contesta: “Dejemos las cosas en que mi opinión de Paz se formó
cuando, al terminar la carrera, me fui a Francia a estudiar. Paz
trabajaba en la embajada mexicana en ese país. Algunos estudiantes lo
buscamos y nos trató en forma despótica, desagradable. Dejemos el tema
en este punto”.
Atreverse a dar un arañazo al gran Octavio Paz endiosado por Televisa,
demuestra su temple. Octavio Paz, después de haber dejado su puesto de
embajador para protestar contra el 68 y haber publicado “Postdata”, de
repente se acomodó muy sabroso en el yate de Televisa, digo de
Azcárraga, y al poco tiempo le dieron el Nobel. En aquel entonces mi
gran amiga de Excelsior, Ana Cecilia Treviño, Bambi, gran conocedora de
la vida en México, lo llamaba “Octavio Pazcárraga”.
Y siguen las preguntas ociosas: “¿Desde cuándo es de izquierda”. La
respuesta no se hace esperar: “Soy hijo de un ingeniero militar, el
último director del Departamento de la Industria Militar Mexicana,
Javier Jiménez Segura. Él era de ideas liberales, de izquierda. Mi
educación fue absolutamente laica. Siempre he sido de izquierda, pero
como muchos mexicanos, en aquellos años milité en el PRI” .
Este último, con todos sus defectos, era de izquierda, Empezó a cambiar
de bando con De La Madrid y si me apuras mucho, con el Jolopo cuando
abandonó a Jorge Díaz Serrano, y sobre todo con el alumno de Harvard y
de los Bush, Mr. Carlos Salinas de Gortari.
Y le pregunta Federico si trabajó en Pemex: “ Estuve los seis años de
Miguel de la Madrid. Después, con Salinas, me invitaron a ser
subdirector comercial de Pemex. Me quedé ahí hasta que se tomó la
decisión de pulverizar Pemex, cuando se crearon las cuatro subsidiarias.
Y desde entonces me dediqué a las actividades privadas, es decir, me
privatizaron”. Y luego viene Zedillo: “El presidente Zedillo lanzó su
reforma eléctrica que permitía, que de hecho permitió, que hubiera
productores independientes de energía. Nosotros decíamos que eso era
anticonstitucional porque la Constitución dice que toda la generación de
energía eléctrica únicamente el Estado puede hacerla. Nos opusimos,
dijimos que no estábamos de acuerdo, sacamos un desplegado, todos
pusimos dinero para pagarlo, y expresamos que la Corriente Renovadora
(del PRI) rechazaba esa idea. Se decía que no se iba a vender ni un
tornillo de la CFE. La misma falacia de hoy con eso de que no se va a
vender ni un tornillo de Pemex. Como ingeniero, defendí la no
privatización. Ahí empecé mi lucha contra las privatizaciones
simuladas”. Y cuenta Javier cómo deja el PRI y empieza su lucha: “(…) yo
escribía cada semana en Siempre! criticando muy decididamente los
contratos de servicios múltiples de Petróleos Mexicanos; decía que eran
el disfraz de una concesión. El caso es que, además del tema petrolero,
me dio por atacar al PRI, por la candidatura de Madrazo, que era muy
cercano a los editores de la revista. Dejé de escribir en Siempre! y a
los pocos meses, se dio aquella aprobación de siete minutos, en las
cámaras, de lo que se llamó la Ley Televisa. Era el colmo de una entrega
absoluta y total de un bien público que también es un recurso
limitado”. Bravo, Javier.
http://satiricosas .es.tl
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