jueves, 29 de agosto de 2013

Diputados y senadores cumplen ¡no oyen!

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Estabilidad en riesgo
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

De nuevo, inseguridad en la agenda
Contra todo, va reforma educativa
Tratan legisladores enredar a CNTE
Gabinete: ¿deslealtad o complicidad?
Sin precedentes, las inconformidades
Clara recesión en México: analistas


“La necedad es la madre de todos los males”.- Cicerón

Una a una, tienden a derrumbarse las líneas marcadas al inicio del sexenio tanto por Enrique Peña Nieto, como por su círculo más cercano de colaboradores. En un primer plano, se apreció la decisión de sacar de la agenda nacional el tema de la seguridad, anteponer muchos otros rubros que también, innegablemente, eran de primer orden y requerían atención; se presentó como parte de una estrategia que, de entrada, hacía ya la diferencia con el sexenio que recién concluía. Sin embargo, ya resultó más que necesario, renglón de permanencia, el abordar ese tema en el que apenas si se han obtenido algunos logros que todavía la sociedad no festina porque en nada se reflejan en el ataque frontal a todo tipo de delincuencia. De ahí que inútiles resultaran las expresiones del mexiquense, al hacer referencia a que en su gobierno no “caeremos en triunfalismos, menos en autoelogios frente a los datos alentadores, hasta hoy obtenidos, en el combate a la delincuencia y la violencia en el país”.

En estos días, hasta la paz social, la estabilidad del país, depende de las acciones que, relacionadas con las fuerzas del orden, deben emplearse para la persecución de delincuentes. Esta mirada hacia lo que no se pretendía hace que las cosas se agraven y, más aún, cuando se emplea la retórica en un afán inocultable de quedar bien, de mostrarse de hinojos frente al poder en turno. En un lenguaje que seguramente debe emplearse sólo para iniciados, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), mediante un comunicado, hizo saber:no nos oponemos al uso legítimo de la fuerza”. ¿Tiene el empleo de la fuerza una base legítima? ¿Qué, no se hace presente cuando ya sólo se trata de la imposición, del autoritarismo, del “a como dé lugar”, del “sea como sea”, del “nada nos detendrá”? O sea, que también esta Comisión habrá de reconocer el gran fracaso que en términos políticos y de diálogo está sufriendo el apenas “nuevemesino” mandato del mexiquense.

Porque el escenario no ha variado en lo más mínimo o si se quiere ver de otro modo, en lo esencial. Don Enrique expresó, una vez más, en Apodaca, Nuevo León, que no claudicará en materia de educación, “en este esfuerzo no vamos a cejar, no vamos a claudicar, vamos a ser firmes para asegurar las reformas de calidad en la educación para todos los mexicanos”. Y esa tan sólida decisión sería, sin duda, aplaudida a rabiar si para su auténtica puesta en marcha se hubiese empezado por llamar a cada acción por su nombre. Primero la limpia, o sea doña Elba y secuaces, sólo que incluida la devolución de todo lo que no corresponde a los ingresos que por las tareas desempeñadas conformaban su salario, con las prestaciones limitadas de las que gozan o tal vez sufren el resto de los maestros. Los cómplices en las acciones ilegales y en la corrupción, exhibidos y también castigados. Ya pasaron varios meses de que se inició este evento y todavía nada hay que indique a los ciudadanos que ese punto era el del buen inicio y sí ha sucedido todo lo contrario, al mostrarse las mansiones y las fortunas de quienes, al lado de la chiapaneca, se desempeñaron o forman parte de su dinastía.

De primer orden resulta la revisión de las listas nominales, la comprobación de la existencia de todos los que ahí aparecen, ya que hablan de la disposición de más del 60 por ciento del presupuesto dedicado a la educación solamente para pagar nómina, lo cual da la impresión de un exceso absurdo de maestros. Sólo que la realidad nos muestra que por cada mentor hay en promedio 40 educandos, lo que repercute severamente en la calidad de la enseñanza, en la atención que debe existir para cada estudiante. ¿Quién se ha enriquecido con relaciones paralelas, ficticias, durante décadas y no sólo a nivel federal sino en las entidades? Si se trataba de implantar el orden, resultaba imprescindible reunir a los dirigentes magisteriales reconocidos por los agremiadoses decir sin la imposición directa del gobierno federal- para ajustar desde los calendarios, agendar los periodos de capacitación que bien pueden ser durante esas semanas de vacaciones que superan a las prestaciones de toda la clase trabajadora. Cancelar comisiones, permisos, venta de plazas, arrancar de tajo la corrupción con lecciones de cancelación de libertad para quienes sigan cometiendo los mismos abusos y defraudando tanto a los alumnos como a sus padres y a la sociedad en conjunto.

Revisar los programas de estudios de las escuelas normalistas, de las formadoras de maestros, de las pedagógicas porque, si los mentores tienen tan mala preparación, esta es consecuencia de que se limitaron a seguir los lineamientos que desde la SEP fueron elaborados y autorizados. Nadie puede negarse y, mucho menos, dejar de respaldar que sean evaluados, pero no con esa carga de imposición que no es necesaria porque también, entre ellos, existe la certeza de que actualizarse es sumamente necesario. Sólo que primero hay que dotarlos de pizarrones, gises, pupitres, de ambientes limpios y sanos, procurar que los menores tengan alimento en el estómago para que puedan aprender, entender, asimilar, recordar. Ya luego si, en realidad, logran encontrar un funcionario honesto, habrá licitaciones y compra de computadoras, se tendrá salones equipados y se ubicarán en un terreno de mejor preparación, con todos los adelantos que la tecnología y las comunicaciones ofrecen en el presente.

Lo que se dijo respecto a la propuesta de Gabino Cué, gobernador de Oaxaca, con relación a la evaluación por regiones porque las circunstancias que rodean a los mentores no son iguales en el Norte que en el Sur o en las costas, hoy ha quedado invalidado con las críticas y los adjetivos lanzados, al quedar al desnudo una cruda realidad que revela las carencias en las zonas rurales, en las comunidades, en los pequeños poblados y hasta en las zonas irregulares de las grandes ciudades. Ahí, ser maestro es toda una hazaña y en ese diario quehacer en medio de todo tipo de carencias, es imposible pedirles que estén debidamente actualizados, que respondan a un examen cuyo nivel de exigencia es correcto para un núcleo pero no para todos. De ahí que antes de lanzar exigencias, órdenes, acompañadas de amenazas, debiera trazarse la línea sobre la cual se busca, en realidad, cambiar todo lo que se refiera a la enseñanza, a la educación, a la labor y la paga magisterial.

Paralelamente hay que trabajar con los centros de estudios superiores, con la UNAM, con el Politécnico, con las escuelas técnicas y formar un proyecto de enseñanza acorde al presente. Buscar la excelencia de los libros de texto, ampliar las horas de estudio, incluir como se hacía antaño a la cultura como herramienta indispensable de formación. Ninguna eliminación de los valores cívicos. No puede verse al terreno educativo limitado a las sumas y restas, a la utilización correcta de las calculadoras, a consultar exitosamente el diccionario de las computadoras para evitar las faltas de ortografía, en tanto se demuestra el desconocimiento total de las reglas gramaticales. Hay mucho trabajo por hacer y poca voluntad de hacerlo bien.

No hay un solo renglón que no sea aceptable entre los pronunciados por el mexiquense: “El mundo actual implica mayor competencia laboral y demanda más capacidad y preparación para responder a grandes desafíos y tener un espacio bien remunerado”. De esto, ni duda cabe. Sólo que en el camino, en el cómo, se perdió el sentido y han llegado al grado, como se sabe, de contratar a la Universidad de Nueva York para que sus catedráticos califiquen los libros que formarán a nuestros hijos, como si la calidad educativa y de enseñanza del vecino del Norte tuviera grados de excelencia. En un afán de poner en duda cualquier mala intención en este terreno, habría que preguntarse si lo que ha sucedido es que le han fallado a Peña Nieto de una manera perversa no sólo sus funcionarios de gabinete, sino los propios miembros de su partido y sus legisladores, al hacerse eco de soluciones que no contemplan sino una reacción inmediata de la cual sacar provecho mediático.

Así, nos jalan para un lado y otros en sentido opuesto. Diputados y senadores se consideran autoridad absoluta, indiscutible y, por lo tanto, oyen pero no escuchan y mucho menos atienden o analizan lo que los maestros inconformes les proponen. Los priístas se unen a los panistas y hablan de cancelar las negociaciones y habría que preguntarse ¿cuáles? Porque hasta ahora no se han llevado a cabo de manera seria ni han rendido fruto alguno. Eso, se vuelve repetitiva la advertencia de que “la ley del servicio profesional docente se va a aprobar muchos más rápido, más rápido de lo que ustedes creen”, como dijo Emilio Gamboa. Los blanquiazules acudieron a la PGR para presentar una denuncia penal contra los miembros de la CNTE, por la comisión de delitos de rebelión, motín, sedición y contra funcionarios públicos del DF. Es la aportación del PAN para que los del PRI puedan justificar “la legalidad” de la represión y la violencia.

Tal y como lo anunciaron los maestros, iniciaron ayer una marcha que partió con la mayoría de integrantes desde el Zócalo capitalino. Terminaron en Los Pinos y la información oficial señala que fueron recibidos., abrió el Estado Mayor una pequeña puerta y permitió el ingreso de una comisión que entregó una carta y tan tan. Como era de esperarse, la comisión de la CNTE salió sin ninguna solución a sus demandas. Toda esa campaña que dedican a denostar a los maestros tiene por objetivo principal lograr que, una vez que los legisladores aprueben lo que les venga en gana, el rechazo ante los hechos no supere lo que hasta ahora se ha registrado y que no tienen un solo resultado sangriento.

MÁS LEÑA Y EL FUEGO CRECE

A la inconformidad de estos maestros va sumándose la surgida a raíz de que se diera a conocer esa iniciativa de reforma petrolera que, al igual que la educativa, adolece de beneficios reales para los mexicanos. Pero también están los que de ninguna manera consideran justo que se eleven los impuestos o que se graven alimentos y medicinas. Se unen transportistas y gasolineros que reclaman detener los excesivos aumentos a los combustibles. Se reclama la ausencia de castigo a los corruptos, el mantener la impunidad para empresarios y funcionarios deshonestos y evasores. Los ciudadanos ya reclaman espacios para ser escuchados y atendidos y, con mayor frecuencia, repiten que quienes se hacen llamar “autoridades” son empleados de los contribuyentes. Pero si así están las cosas con temas de orden federal y por lo tanto nacional, en cada entidad tienen su propio infierno, saltan y se unen otras inconformidades en momentos en los cuales los gobernadores son vistos de manera muy diferente al quedar al desnudo el fracaso de sus mandatos.
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