¡¡Exijamos lo Imposible!!
EDITORIAL
Del intervencionismo y el derecho a la autodeterminación de los pueblos.
Mientras en nuestro México (o lo que queda de él) el Gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, declara que la seguridad mejorará con el trabajo mancomunado entre los gobiernos federal, estatal, municipal, y ¡con el apoyo del Gobierno de los EEUU! (cuyos delegados del FBI, de la DEA y de la Patrulla Fronteriza estuvieron presentes en el solemne acto en el que se dio a conocer la entrega).
Lo que es absolutamente contrario a la Constitución y significa prácticamente la voluntaria cesión de la Patria, pues “subrogar” la seguridad del Estado, ¡a otro Estado!, es claramente una intervención (para Ripley).
En la OEA le ponen un ultimátum de 72 horas al gobierno de Roberto Micheletti, para que en ese lapso de tiempo se restituya a José Manuel Zelaya Rosado como el legítimo Presidente de Honduras.
Plazo que ha obligado al derrocado Mandatario a posponer la fecha en la que regresaría a su Patria, originalmente fijada para el día de mañana, y lo hará acompañado por otros mandatarios latinoamericanos, entre los que afortunadamente no se encuentra Calderón, y altos funcionarios de la ONU y la OEA.
Por cierto que cuando se le preguntó al depuesto Presidente sobre lo que, de regresar a Honduras, garantizaría su seguridad, el derrocado respondió que sería “la sangre de Cristo” la que lo cuidaría para que no le pasara nada.
Lo que da una idea de la clase de fantasioso es y lo que ha de padecer el pueblo con un ignorante oscurantista al frente del gobierno (lo que también es aplicable a nuestro pueblo, que no anda muy lejos de las mismas.
Y todo esto, mientras en Honduras un juez le ha librado una orden de aprehensión al ex Presidente, a quien acusan de varios cargos, entre ellos el de Traición a la Patria, lo que ciertamente es grave y pone al mundo entero en expectativa máxima para saber que es lo que va a pasar con don Manuel Zelaya cuando se apersone de nueva cuenta ante sus conciudadanos.
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