Y TODO POR LA POPULARIDAD

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Víctor Hernández
Cadena perpetua al panismo

El anuncio de Felipe Calderón de promover la cadena perpetua para los secuestradores no sólo no resuelve el problema del secuestro, sino que muestra que su verdadero interés es darle atole con el dedo a los que creen que la pena de muerte es la solución a todos los problemas de inseguridad del país.

La inseguridad no es un problema que se resuelva con condenas extremas. En Estados Unidos existe la pena de muerte y ésta no ha impedido sus altísimos índices de crimen violento.

Del secuestro, que es un problema que afecta a todo el país, los panistas dicen que se ha agudizado por la guerra contra el narco. Pero resulta que el secuestro ya había aumentado durante el sexenio de Fox, quien no tenía guerra contra el narco. ¿Cómo se explica eso?

Sencillo: la coincidencia principal entre el sexenio de Fox y el de Calderón es el enorme daño que el panismo le está causando a la economía del país, forzando a millones de mexicanos a caer en la pobreza y a tomar decisiones extremas para poder sobrevivir. Entre estas, el crimen.

A esto hay que agregarle otro componente que nadie ha mencionado respecto al secuestro: para que alguien pida millones de rescate por un secuestro, en esa persona debe de existir una ambición desmedida. La ambición desmedida es fomentada por la imagen en los medios de que el ideal de la felicidad es ser rico. Eso no tendría en sí nada de malo de no ser por el hecho de que en México es practicamente imposible ya nisiquiera ser rico, sino tener una mejora pequeña en la economía familiar con los salarios, condiciones laborales y falta de oportunidades económicas resultado de las políticas económicas que impuso el PRI y continuó el PAN.

El PAN tienen que darse cuenta de que mientras le siembren a la gente la idea de que la felicidad está en la opulencia, sin darle verdaderas oportunidades para mejorar sus condiciones económicas, la gente se enfermará de ambición y optará por el crimen para arrebatar lo que no le dan la oportunidad legal para ganarse con el esfuerzo de su trabajo. Máxime cuando ven que en el propio gobierno hay una enorme corrupción—como en el caso Mouriño—y plena impunidad.

A quien se le tiene que dar la cadena perpetua, por lo tanto, no es a los secuestradores; es al panismo.