¡¡Exijamos lo Imposible!!
La insoportable levedad
del ser…vulnerable
• ¿Orden dada no supervisada…?
• Fuego azul
El éxito de una guerra, mi estimado, se mide por la magnitud de daños que causa.
Crisis es la palabra de moda en estos aciagos tiempos políticos, donde el (des)gobierno de Felipe Calderón con sus irreflexivas y malas decisiones llevadas a cabo por un equipo de improvisados, poco talentosos y frívolos funcionarios, han llevado al país a un simpático orden en el evidente desorden de ejercer el poder… del no poder.
Y como si faltaran buenas noticias, my friend, el velo de la simulación en el interior del partido azul comienza a caerse develando que el enfermizo autoritarismo presidencial ha pegado de lleno en la línea de flotación del tristemente célebre Acción Nacional. La controvertida salida de Santiago Creel acompañada ahora por el fuego azul de Javier Corral en su atractiva misiva donde ilustra el sacrificio humano para agradar a los Dioses, no del Olimpo, sino de los medios, desnuda aún más el vulnerable liderazgo de Germán Martínez, quien sólo recibe instrucciones directas del inquilino de Los Pinos. Porque el destinatario final de las gravísimas acusaciones es sin duda, Felipe Calderón.
Rehén de sus acciones y palabras.
Así que corra por su drink, póngase cómodo porque ahí le va otro de sus magníficos botones. ¿Listo?
Con la novedad de que en la XXI Sesión del CNSP, el lunes 22 de enero de 2007, Felipe giró divertidas instrucciones a García Luna donde le ordena proteger la vida, patrimonio y la integridad de los mexicanos ya que es una demanda urgente de la sociedad y una tarea prioritaria de cualquier gobierno. Y para eso, amable lector, se firmó y anunció con el típico bombo y platillo mediático el convenio de Colaboración en Materia de Seguridad Pública donde afirmó que los compromisos que adquirimos son muy claros y quisiera destacar algunos de los ejes que girarán nuestra estrategia contra la delincuencia. Le he ordenado al secretario de Seguridad Pública, que es responsable de articular este esfuerzo, para que consolide el sistema como única instancia articuladora y unificadora de todas las autoridades, el gobierno federal, estados y municipios en nuestro esfuerzo de todos los días para combatir a la delincuencia.
Chingón.
Y en la XXII reunión del CNSP, llevado a cabo el jueves 10 de enero de este año, Calderón dio garantías de que sí es posible ganar la batalla por la seguridad pública (ni hablar de la goliza a los traviesos) a pesar de las acciones de violencia registradas en aquellos explosivos meses. Y en su eterno sonsonete (etílico sideral) declaraba que sí es posible derrotar al organizado crimen, que sí es posible recuperar los espacios públicos y exhortó a los tres Poderes de la Unión y a los tres órdenes de gobierno cerrar filas y trabajar unidos para cerrar los espacios de la impunidad. Y como botón de disco rayado garantizaba que su gobierno seguiría avanzando para consolidar un sistema eficiente, moderno y seguro.
Excelso el choro presidencial, ¿no le parece?
Sus instrucciones, evidentemente, fueron llevadas por el responsable Genaro, al pie de la letra… decapitada. Meses después México vive un tsunami rojo donde no hay consecuencias contra el monumental fracaso en la estrategia de esta mal llamada guerra contra el narcotráfico.
¿Con qué brillante genialidad saldrá ahora cuando mañana se reúna la ilustre república en Palacio Nacional...?
¿Con qué vara medirá los resultados de esas órdenes giradas hace tantas lunas… y tantos muertos…? O será que, como dicen los que saben… ¿orden dada, no supervisada, se la lleva la chingada…? ¿Acaso no ameritaba, a estas alturas del controvertido partido –donde la goliza es inmisericorde– la remoción inmediata de los civiles al mando del colosal desmadre...?
¿Qué tanto espera Calderón para se cumplan sus maravillosas instrucciones...?
Porque a cada acción oficial discursiva..deviene una violenta reacción recordándole permanentemente la insoportable levedad del ser vulnerable.
Porque después de la foto, perdón, los acuerdos de mañana my friend, se desencadenará esa peligrosa reacción, siempre latente y...en cadena.
Los hechos no mienten y las señales no pueden ser más claras...
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