Por Esto!
Razón y Cultura
Gilberto Balam Pereira
Los activistas del 68 declararon entonces:
Los activistas del 68 declararon entonces:
“Queremos subrayar que somos conscientes, de que la razón y la cultura siempre se imponen a la barbarie y a la opresión. Galileo se impuso a la Inquisición y al oscurantismo. Julio Curie se enfrentó valientemente al régimen fascista. Belisario Domínguez combatió la usurpación y la opresión porfirista y dio siempre un ejemplo de firmeza y valor civil, hasta que el gobierno enemigo le mandó cortar la lengua…”.
“…Nos consideramos sucesores dignos de la mejor tradición de defensa y desarrollo de la cultura y justicia social y exigimos garantías jurídicas suficientes para todos los participantes de este movimiento…
¡Estamos dispuestos a arrancar al gobierno a través de las luchas en la calle las mejores causas! ¡Ganemos la calle! ¡Busquemos la alianza con el pueblo y con el apoyo de todos!”
Proclamas verdaderas de la juventud del 68 replicadas –digo ahora– por la juventud normalista de 2014. A cambio, digo, los gobiernos de México han callado, o mentido o disimulado durante muchas décadas. Solapan, protegen y defienden a los delincuentes criminales que reprimen al pueblo.
Los protagonistas de la lucha de hace casi cinco décadas insistían: “El calor de la lucha nos va elevando el espíritu de combatividad. El deseo vehemente de llegarle al pueblo, el deseo de expresar, dar rienda suelta a nuestra inconformidad por tanto tiempo reprimida por el orden antidemocrático y antiimpopular imperante”.
Relataban: “Sostuvimos luchas callejeras contra los granaderos y soldados, sin bajas importantes todavía. Nos dedicamos a secuestrar camiones, algunos de los cuales fueron incendiados. La experiencia del movimiento estudiantil-obrero de París en mayo, había sido un estímulo para nosotros, pero a la oligarquía también le había permitido prever el curso de nuestra lucha y empezó a idear la ofensiva conque nos aplacó dos meses después”.
El gobierno dijo en esos días:
“Si el Estado permitiera procesos que llevan al desorden social, éste sería sin duda, un Estado en vías de desintegración”.
El 31 de julio penetraron fuerzas del Ejército a la Escuela de Arte Dramático del INBA y detuvieron a más de 100 alumnos que acababan de sumarse al movimiento.
También en Villahermosa. En esa fecha se encontraban los dirigentes estudiantiles sesionando en el local de la Federación Estudiantil Universitaria en apoyo nuestro, cuando intervino la policía golpeando a los líderes y sacándolos del recinto universitario, a punta de macanazos, sangrando muchos, otros inmediatamente encarcelados y consignados por delitos que nunca cometieron.
Por otra parte, los grupos anticomunistas, los menos, como el MURO y el PUM aprovecharon la ocasión para gritar histéricamente a los periódicos:
¡Autonomía sí! ¡Comunismo no! ¡Ahora o nunca, señor Presidente! ¡Llegó el momento de aplastar la conjura comunista!
Barrios Sierra, el Rector, seguía presionando para acotar las movilizaciones:
“La libertad de los estudiantes presos debe desarrollarse en adelante en nuestras asambleas y aulas, talleres, laboratorios…”
No señor Rector —respondimos—, hemos ganado la calle y el respaldo popular y no nos guardaremos para gritar la exigencia de la libertad y la democracia en el país. Tampoco son sólo estudiantes los que se encuentran como presos políticos en la Cárcel de Lecumberri. Está llena ésta de luchadores sociales que hace años han sido privados de su libertad por demandar junto con obreros, campesinos y otros trabajadores la justicia que el gobierno ha negado al pueblo de México. Exigimos la libertad de todos ellos. “El movimiento llamado del 68 comenzó desde hace muchos años, dijimos con severidad”.
Ese mismo día en Guadalajara, ante trescientos representantes de diferentes gremios, líderes charros, burócratas, grandes comerciantes, banqueros e industriales en la Casa del Gobierno de Jalisco, el presidente Díaz Ordaz pronunció un discurso:
“He aquí mi mano, está tendida; es la mano de un hombre que a través de la pequeña historia de su vida ha demostrado que sabe ser leal. Los mexicanos dirán si esta mano se queda tendida en el aire, o bien si esta mano, de acuerdo con la tradición del mexicano, se ve acompañada por millones de manos que entre todos quieran restablecer la paz y la tranquilidad en las conciencias…”
En tanto, las brigadas políticas levantaban entre otros lemas irónicos al día siguiente:
¡A esa mano hay que aplicarle la prueba de la parafina! (rodizonato de sodio):
Con los títulos de “La subversión comunista ha clavado sus garras en México” y de “Los verdaderos enemigos de la Universidad”, la revista reaccionaria
“Resumen” publicó extensa nota en un número extra sobre los grupos políticos de izquierda existentes en la Universidad, así como los nombres de sus principales dirigentes y de elementos extraescolares aparentemente ligados a ellos.
La cacería se estaba organizando. (Continuará).
Fuente: investigación hemerográfica del autor con fecha de 1968. Cárcel de Lecumberri.
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