¡¡Exijamos lo Imposible!!
Día caótico
Lilia Arellano
Estado de los Estados
Nutren reformas marchas de protesta
De adentro y afuera, críticas a Hacienda
Proyectos respaldados en derrumbes
Decepcionantes manejos energéticos
“Podemos detenernos cuando subimos, pero nunca cuando descendemos”.- Napoleón
Sigue siendo el tema económico el que prevalece por encima de todos los
demás. La gravedad es inocultable y encima se convierten en
incontrolables las demandas de la ciudadanía que se encuentra inconforme
con las reformas aprobadas y por aprobarse, lo cual viene a convertir
este 2 de octubre en una gran concentración de desacuerdos con el actual
gobierno federal y, por si fuera poco y debido a la situación de
parálisis existente en los Estados Unidos, los analistas advierten que
la recesión puede convertirse en global si los del Norte no logran
llegar a acuerdos el 17 de este mes, fecha que, por cierto, se empata
con la que señala que está a punto de concluir el plazo para presentar a
su aprobación la Ley de Ingresos en México.
El problema estadounidense tendrá, sin duda, repercusiones en nuestro
país de manera inmediata. Su origen es, señalan los del CIDE, la disputa
entre partidos políticos y estas reacciones no les son ajenas, ya que
en el periodo de Bill Clinton, en 1995, hubo un paro similar que duró 21
días. Ahora bien, lo que vuelve a ser preocupante es que durante este
año el vecino sólo logró un crecimiento del 1.69 por ciento y para el
próximo año sólo alcanzará el 2.95, por lo que será muy conveniente
seguir con mirada escudriñadora las declaraciones de los encargados de
la economía en nuestro país que están dando a conocer cifras muy
diferentes de crecimiento que carecen de bases reales, de sustento.
Por ahora ya se dio a conocer una reducción más al Producto Interno
Bruto, será de sólo 1.43 por ciento para este año y para el próximo, sin
que se acerque ni siquiera el inicio, ya tienen prevista una
disminución al calcular primero 3.74 y anunciar ahora 3.59. Las
opiniones en este renglón varían, ya que en tanto algunos expertos
señalan que los factores que afectan tienen que ver con el mercado
externo y la economía mundial, otros culpan a la inestabilidad
financiera global y los hay que advierten que es la situación económica
interna lo que más afecta así como la política fiscal que están
instrumentando.
Desde el 2009 el PIB no había registrado semejante derrumbe, lo cual
acentúa dramáticamente el bache económico nacional que se refleja en la
caída de los ingresos del sector público –lo que tanto hemos señalado
cuando hacen ofertas de inversiones millonarias, aunado a la pregunta
¿de dónde van a sacar el dinero si no lo tienen?-, lenta ejecución del
gasto, menores créditos al consumo. Esta recesión provocará una merma
total de 65 mil 400 millones de pesos, por lo que se aprestan a
solicitar al Congreso una ampliación del déficit por el 0.4 por ciento
de ese derrumbado PIB.
Negar los subejercicios ha sido un grave error porque tarde o temprano
salen a la luz las cifras –lástima que no conozcan la misma ruta las
cantidades que cada funcionario se embolsa-. En el caso de la SCT, su
presupuesto es de 85 mil 890 millones y a diez meses sólo ha ejercido 40
mil 040. Un total de 15 de las 22 secretarías que conforman el gabinete
de Peña Nieto no han ejercido ni el 50 por ciento de lo presupuestado,
por lo que no hay necesidad de ir a revisar la economía mundial y sus
altibajos para darnos cuenta de manera casi perfecta de los porqués de
la recesión, de la situación de hambruna y desempleo, de la
desestabilización interna.
Estos errores que han afectado radicalmente la vida de los mexicanos en
el inicio de este mandato son los que nutrirán las pancartas, las
demandas, la protesta de miles y miles de mexicanos que este día
desfilarán por calles y avenidas no sólo en el Distrito Federal, sino en
diversas entidades del país. No ha sido fácil aceptar el retroceso
brutal existente y, menos aún, la terminación de lo que llamaron “el
momento de México” al presentarse reformas incompletas, insatisfactorias
para todos los sectores sociales y por las protestas sociales que han
provocado.
The Economist organiza un foro que tendrá lugar el próximo lunes 7 y es
Irene Mia quien expone que la reforma fiscal, por ejemplo, nada hace por
extender la base tributaria, no se ataca al comercio informal,
decepciona porque parte de ingresos se subordinaron a los cambios
energéticos y dentro del gasto público existen programas que hacen
insostenibles las finanzas públicas y, agregan, falta conocer cuál será
el impacto y resultado final de la reforma educativa y conocer si
realmente va a impactar en la calidad de la educación del país.
Ante toda esta desaceleración y la falta de ingresos del sector público,
el CEESP (Centro de Estudios Económicos del Sector Privado) advierte
que ya no puede permitirse un endeudamiento mayor y, por primera vez,
expresan de los trabajadores que tampoco es sano consentir en el
espejismo del crecimiento de un año para que continúen perdiendo la
calidad de vida que muy difícilmente intentan recuperar. Es un
disparate, dicen en tono duro, que se pretenda comparar la capacidad de
endeudamiento de la economía mexicana con la de Estados Unidos.
“Nuestro banco central imprime pesos, no dólares, ni somos la principal
economía del mundo, ni tenemos los recursos naturales ni la tecnología,
ni tienen ellos el 60 por ciento de la economía en la informalidad, ¿se
les ocurren más comparaciones con nuestro vecino?”, cuestionan, al
tiempo de señalar que sólo puede compararse a México en estos momentos
con Grecia, con Italia, con Irlanda, con España o con Portugal y
previenen “¡cuidado con las comparaciones!”. Aunque de seguro que no
saben los de este Centro que ya tenemos en el territorio cólera y
dengue, las enfermedades más reveladoras de la miseria, de la pobreza,
de la insalubridad, por lo que su aparición nos hace ser mucho más
parecidos a otras naciones y otros mundos.
Sin embargo, todo lo anterior no es freno para las fantasías y las
propuestas. Ahora se trata de una pensión universal que se ofrece si se
autoriza las reforma hacendaria en sus actuales y dañinos términos. Al
respecto, los de la Coparmex señalan que el gobierno debe gastar menos y
hacer mejor las cosas, ya que este tipo de ofrecimientos nos hacen ver
que los nuevos impuestos están enfocados a financiar programas riesgosos
con objetivos y alcances poco claros. Este tipo de esquemas promueve un
mayor déficit fiscal, debilita la economía formal, representa casi un
10 por ciento del PIB y dificulta la tarea de productividad del país. Aunque en lo personal, resulta absurdo que se hagan estos planteamientos
cuando, por otro lado, se reducen o mejor dicho se cancelan las
prestaciones de los trabajadores generadas bajo esquemas tripartitas que
le significaban mucho menos gasto al gobierno y eso sí, le exigían una
mejor administración sobre todo de los fondos de pensiones –mismos que
desaparecieron mágicamente-.
Y para percatarnos del descontento en todas las clases, está lo señalado
por el Consejo Coordinador Empresarial: “La propuesta no le pega a los
más ricos sino a las clases media y baja”. Proponen que el aumento al
ISR sea a partir de percepciones mayores a 1 millón 200 mil pesos porque
es así que hace justicia para que pague más tributo el que tiene
mayores ingresos y no a los de la clase media. Dejar de deducir las
prestaciones sociales, entre las que se incluyen vales de despensa,
participación de utilidades y otras, lograrán que también éstas se le
cancelen a los trabajadores, ya que sólo hacer deducible el 41 por
ciento impacta a las empresas. Aumentar las cuotas obrero patronales es
otro renglón que lesiona a los mexicanos, ya que se da a partir de 3.5
veces el salario mínimo que es el porcentaje más grande en el mundo.
Los del Centro de Análisis de Políticas Públicas México Evalúa considera
que la iniciativa conlleva enormes riesgos económicos que no han sido
debidamente evaluados, ya que no hay elementos que den certeza al
objetivo de los ingresos y el destino del gasto. Criticaron, también, la
pensión universal y el proceso de federalización del gasto público,
mismo que ya se ejecuta de manera accidentada que da origen a esquemas
muy poco transparentes e ineficientes en la asignación de recursos a
Estados y Municipios.
Sobresale, en medio de toda esta cauda de declaraciones, el que no se
diga ni media palabra sobre la transparencia del gasto público, que se
generen las explicaciones pertinentes a los renglones de subejercicio,
que se mantengan las promesas cuando no se cumple con los ofrecimientos y
que nada se haga para que exista la más mínima confianza en que la
nueva captación de impuestos traerá aparejada una buena canalización de
estos recursos. Y para muestra, está el reclamo del IFAI a fin de que se
revele cuántos y quiénes fueron los que se beneficiaron con perdones
fiscales durante todo el año pasado para continuar con el presente,
donde el más conocido fue el otorgado a Televisa, mismo que sumó cientos
de millones de pesos.
Ya veremos qué pasa este día con las marchas, con el reinicio del debate
energético en el Senado, con los trabajadores mexicanos en EU que están
de licencia, sin goce de sueldos, hasta que la situación que priva se
resuelva, con el registro formal del SAT de actividades vulnerables de
las que tienen que ver con la nueva Ley Antilavado, con la autorización
de la Consar para que las Afores realicen operaciones derivadas tipo
swap dizque para proteger los recursos de los trabajadores y para
realizar inversiones en instrumentos de deuda con garantía en activos
–¿ya revisó usted su último estado de cuenta? Le sugiero que lo cheque
porque hay muchos que llegaron “rasurados” por la realización de
inversiones de riesgo-, y con el financiamiento otorgado por el BID de
otros mil 700 millones de dólares, de los cuales ya ejercieron mil 300 y
le cuento que 600 de ellos se los dieron a la Robles. Y ya con mucha
calma, también tendrá santo y seña de todos los que tienen que cuidar a
la incipiente actricita hija de la “gaviota” y el Ejecutivo federal, sin
por ello descuidar los grandes negocios de un panista que es ahora
“jefe de jefes”, Juan Bueno Torio.
CONFLICTO MAGISTERIAL
Todo parece indicar que el gobierno federal no quiere resolver el
problema magisterial y pretende sacar adelante a cualquier costo la
repudiada reforma educativa y aplicar a rajatabla las leyes secundarias
que de ella emanan. El costo social no se ha tomado en cuenta y la
presión de miles de maestros, en diversas entidades del país, han sido
olímpicamente ignoradas. La gestión de Peña Nieto se ha dedicado a
“administrar” el conflicto magisterial afectando a millones de
capitalinos, aparte de los millones de estudiantes que están a la fecha
sin clases, a pesar de los esfuerzos de algunos gobernadores por que los
mentores regresen a las aulas.
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