¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Amnistía, no indulto
María Teresa Jardí
El indulto es perdón. La Amnistía es olvido. El indulto implica culpa de
un lado y generosidad del otro. La Amnistía es reconocimiento de la
razón. El indulto es gracia de quien se siente por encima del otro. La
Amnistía borra los excesos cometidos por uno de los lados. Pero no borra
los excesos del que por ejercer el monopolio de la fuerza debe ser
castigado cuando su apuesta no es a la legalidad y sí a la guerra sucia
como ya sucedió en México y como está sucediendo de nuevo.
Sin “policía” en la calle ayer no hubiera sucedido nada. Sin infiltrados
vestidos de civil tampoco. Sin los nuevos halcones peñistas que hoy
incluso se quieren hacer pasar por “anarquistas” no habría pasado nada
el 2 de octubre, cuarenta y cinco años después, de aquel otro 2 de
octubre que con todas sus demandas está de regreso.
Granaderos de nuevo lanzando balas de goma. Mancera es un fracaso como
gobernante del Distrito Federal, elegido como plus por los que votamos
por AMLO, pues funge como empleado de Peña Nieto.
Fuera Peña antes de que haga la entrega del país y se convierta a los mexicanos en esclavos.
De regreso, otro 2 de octubre, a todos los abusos de autoridad cometidos
aquel otro hace cuarenta y cinco años con todas sus consecuencias y a
lo bestia porque hoy, para millones, están mucho peor las cosas y la ira
acumulada ya se desborda.
De nuevo los infiltrados para reprimir a manifestantes obligados a
salir, no para festejar, para de nuevo lo mismo de hace cuarenta y cinco
años, volver a exigir.
Representantes de medios atacados por civiles infiltrados por la
policía. La misma saña policiaca de quienes, probablemente drogados, se
envían de nuevo a reprimir.
La Impunidad como regla. La represión como forma de imposición de un
sistema criminal que a unos cuantos enriquece con obscenidad y sin moral
ninguna. Mientras a millones condena a la desaparición de todas las
formas criminales posibles e incluso impensables ni siquiera cuando
Hitler asesinaba judíos, obligando con saña y por miedo a otros judíos a
entregar a sus hermanos judíos. Hoy en México todo tan parecido.
No a la reforma de poner el indulto en manos de Peña y de los Peña que
vengan luego de la entrega que se busca hacer de una nación que va a
dejar de ser soberana.
Un indulto sería una ofensa al maestro tzotzil Alberto Patisthán y al
resto de inocentes que engrosan las cárceles, mientras los criminales,
impunes siempre, atacan de nuevo, más sofisticados, a pacíficos
manifestantes que demandan justicia y tienen la razón.
No a la reforma al 97 bis del Código Penal Federal, para permitir que el
Poder Legislativo o el Judicial puedan solicitar al presidente de la
República el indulto de una persona, sentenciada por cualquier delito,
si existen evidencias de vulneración al debido proceso. Iniciativa
presentada, para hacerle el favor a Peña y al desprestigiado Poder
Judicial, con ministros y magistrados, muy bien comprados, a modo de la
entrega que del país, el PRIAN, busca hacer.
No a la iniciativa presentada por impresentables. Traidores, la mayoría,
a lo que dicen y ofertan. No a la iniciativa firmada por los senadores
que a Peña buscan hacerle el trabajito sucio para que Patisthán a Peña
no se le muera en la cárcel. No a los Roberto Gil Zuarth, Javier Corral,
Armando Ríos, Manuel Camacho, Angélica de la Peña y Arely Gómez.
No más mentiras. No más canalladas. No a la ofensa para que Patisthán,
perdonado por un indulto indecente, salga de la cárcel donde de manera
injusta tanto tiempo se le ha mantenido en la última etapa como venganza
de Peña por ser maestro. Patisthán, a nombre de los muchos otros
Patisthán incluso, tiene el derecho a salir por la puerta grande
pidiéndole perdón sus ofensores y haciendo el reconocimiento del crimen
cometido contra el maestro, por mafiosos políticos y por jueces,
magistrados y ministros incluidos.
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