jueves, 10 de octubre de 2013

Una reforma fiscal llena de zurciditos

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Homozapping
Las raras aspiraciones peñistas
Jorge Meléndez Preciado

Luego de sus frustrados periplos a diferentes naciones, Enrique Peña Nieto viajó a Bali, Indonesia, a un seminario que lleva por título algo imposible de lograr en esta época neoliberal y por tanto de inestabilidad en todos los órdenes, el nombre es: “Invertir para una economía resistente” (sic que se ablanda a la primera).

Vivimos, es necesario repetirlo, como dice Zygmunt Bauman: “tiempos líquidos”, donde nada es estable y menos asible. Por lo tanto es una vana ilusión plantearse una “economía resistente”. Ya vemos que ni siquiera la estadounidense lo es, y no porque tenga unos grandes enemigos, sino debido a que los miembros del Partido del Té, donde la ignorante Sarah Palin es su activo más notable, tienen en jaque a Obamaquien no podrá pagar sus deudas si el 17 de este mes no hay un acuerdo en el Congreso yanqui Algunos dicen que de llegar ese momento, ocurrirá una “Hecatombe mundial”.

Pero regresando a MéxicoEnrique Peña Nieto, como buen político torero, no respondió los cuestionamientos acerca de si no habría problemas para llevar a cabo la reforma energética. Pero si tuvo que dar una explicación de otra de sus medidas, los cambios hacendarios.

                  Dijo  lo que mundialmente no es popular cualquier  reforma fiscal. Y anotó: esta medida “implica, sin duda, un desgaste para el Gobierno, pero asimismo la responsabilidad” (Reforma, 8 de octubre). Lo cual muestra, en su propia voz, lo ya sabido: que hay una buena cantidad de sectores en contra de muchos impuestos. Tanto que articulistas   tan disímbolos como Alejandro Encinas (EL Universal, 8 de octubre) y Federico Reyes Heroles (Excélsior, ídem) coinciden en oponerse a  la mencionada reforma.

Algunos informativos dicen que la secretaría de Hacienda ya modificó su propuesta con el objeto de que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE)  la acepte. Y entre algunas medidas son dar marcha atrás al IVA en colegiaturas- que era una de las banderas panistas, quienes incluso estaban dispuestos a tomar las calles-, no gravar la venta de casas hasta cierto precio y elevar el límite a las deducciones personales, entre otras cuestiones.

En el primer caso, ya lo habían adelantado Manlio Fabio en la Cámara de Diputados y Emilio Chauyffet en su comparecencia ante legisladores.

Y es que cualquier propuesta, se incluyen  asuntos que se  sabe no pasaránSon los famosos globos sonda, que intentan distraer la atención para que salgan adelante otras cuestiones de mayor importancia. Aunque otras que se esperaban, como el aumento a los impuestos de los más ricos, no están presentes, ya que a quien obtiene 500 mil pesos al año se le  aplica el mismo  impuesto que  a los grandes millonarios. O sea, pagarán igual un funcionario o empresario  mediano  que Carlos Slim y  Ricardo Salinas Pliego. Algo muy desigual y que propicia la acumulación de riqueza en pocas manos y la falta de presupuesto federal.

Asegura Peña Nieto que de no logarse una mayor recaudación estatal con las medidas propuestas, “estaremos llevando a cuestas (sic estilo tameme) el que los jóvenes que estén egresando de sus estudios  profesionales, solamente estén encontrando frustración por no encontrar espacios de oportunidad y trabajo” (disculpe tanta repetición).

Desgraciadamente el futuro nos alcanzó antes de que vengan los cambios. Hoy de cinco mil egresados de las escuelas de comunicación en el país, menos del diez por ciento consiguen empleo; el salario promedio es  de  cinco mil pesos al mes (ver Repensar el periodismo de Omar Raúl Martínez, UAM). Por lo tanto, hay infinidad de desocupados, subempleados, trabajadores informales o como guste llamarles. Y eso que  no hablamos de quienes ni siquiera pueden tener cupo en las instituciones de educación superior, problema anual que sistemáticamente  se intenta  resolver con aspirinas para un cáncer.

Recientemente el siempre ingenioso Jorge “El Chale” Martínez Almaraz hizo una exploración periodística. Se dio cuenta que un egresado de áreas científicas gana en promedio seis  mil pesos, al cual le piden experiencia de cuando menos dos años. Mientras  los que trabajan en estéticas gay- no porque tengan esa preferencia sexual- obtienen 17 mil pesos al mes.

Pareciera broma o país de locos, pero es el mercado, sobre todo de trabajo, quien dicta las leyes en esta economía que padecemos.

Enrique Peña Nieto dice que escucha a todos, pero eso no es cierto, dirá un maestro.  También que espera cambiar el país con sus medidas y con el Pacto por México. Aunque en dicho acuerdo están tres partidos, muy desprestigiados y sin deseos de oír siquiera  a la mayoría, sino únicamente se cuchichean   entre ellos.

El mandatario azteca tiene un reto muy grande y un equipo muy enano para enfrentarlo.

@jamelendez44

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