¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
El petróleo nuestro de todos los años
Gerardo Fernández Casanova
De
lo expuesto en mis tres artículos anteriores pretendo alcanzar dos
conclusiones básicas: a) PEMEX ha sufrido un grave deterioro en su
capacidad de beneficiar el patrimonio nacional del subsuelo, lo que
obliga a una profunda reforma estructural y b) que tal deterioro es
producto intencional de una trama orquestada desde los organismos
financieros internacionales y aplicada puntualmente por la nefasta
tecnocracia gobernante de los últimos treinta años. En la primera
conclusión existe un amplio consenso nacional, pero habrá que debatir a
profundidad la segunda conclusión para lograr los mínimos de acuerdo
requeridos para el diseño de la reforma a aplicar.
El Pacto por México signado entre el Gobierno Federal y los dirigentes
de los tres principales partidos dispone: “Se impulsará una reforma
energética que convierta al sector en uno de los más poderosos motores
del crecimiento económico a través de la atracción de inversión, el
desarrollo tecnológico y la formación de cadenas de valor”. Excelente
postulado en el entendido de que el crecimiento económico del que se
trata es el de México, dado que en los últimos años se ha tratado del de
los Estados Unidos.
En el nivel de las acciones el Pacto define: “Los hidrocarburos seguirán
siendo propiedad de la Nación. Se mantendrá en manos de la Nación, a
través del Estado, la propiedad y el control de los hidrocarburos y la
propiedad de PEMEX como empresa pública. En todos los casos, la Nación
recibirá la totalidad de los hidrocarburos”. Vale la confirmación de lo
establecido por la Constitución, pero ya se muestra la posibilidad de
que terceros realicen las tareas de exploración y explotación de pozos.
Agrega el Pacto: “Se realizarán las acciones necesarias, tanto en el
ámbito de la regulación de entidades paraestatales, como en el sector
energético y fiscal, para transformar a PEMEX en una empresa pública de
carácter productivo, que se conserve como propiedad del Estado pero que
tenga la capacidad de competir en la industria hasta convertirse en una
empresa de clase mundial”. Suena bien la propuesta pero lleva implícita
una contradicción con el postulado original: se prioriza la
competitividad de la empresa por sobre su papel como promotor del
crecimiento económico nacional. Continúa el Pacto: “Se ampliará la
capacidad de ejecución de la industria de exploración y explotación de
hidrocarburos mediante una reforma energética para maximizar la renta
petrolera para el Estado Mexicano”. Se confirma el afán de contratar con
particulares la tarea que es sustantiva de la empresa pública: la
exploración y la explotación.
Sigue diciendo el Pacto: “Se realizarán las reformas necesarias para
crear un entorno de competencia en los procesos económicos de
refinación, petroquímica y transporte de hidrocarburos, sin privatizar
las instalaciones de PEMEX”. En efecto, no se privatizarán las
instalaciones de PEMEX sólo se privatizará la actividad; nadie se pelea
por los fierros de las refinerías obsoletas, lo que les importa es el
negocio de los combustibles. Esto, además de ser contradictorio con el
postulado original y con el espíritu de la Constitución, acarrea el
caballo de Troya de la desnacionalización petrolera.
Analizada la letra del Pacto por México en lo referente a la reforma
energética no queda más que confirmar que el afán no es otro que el de
entregar la actividad petrolera a los particulares, obviamente
extranjeros, en perjuicio del interés nacional, aunque venga envuelto
para regalo con una redacción engañosa.
Habrá que dar una intensa lucha en defensa del patrimonio que es de
todos. México necesita desarrollar su producción energética conforme al
interés nacional y no entregar el recurso natural de excelencia al
interés de los particulares y de los poderes externos que los promueven.
Se necesita la protesta en la calle y el debate a profundidad en las
mesas; hay una historia que muestra el camino a seguir y los errores a
evitar, hay que hacerla valer. Está en juego la capacidad de ser una
Nación independiente, soberana y próspera.
Correo electrónico: gerdez777@gamail.com
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