jueves, 21 de febrero de 2013

Y los culpables del 1 de dicimbre on'tan?

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Un México al revés 
María Teresa Jardí

Y no precisamente ese mundo mágico que se pinta en los cuentos como el mundo al revés. Para nada. Un México desarmado del todo en su estructura ética y con la inteligencia más elemental también ejecutada.

Es claro que a los yanquis no les interesa que se ponga fin a la violencia, que como laboratorio se aplica en México, una vez logrado imponer, a la mexicana, el neoliberalismo, es decir, a base de corromperlo todo para de a poco ir invadiendo el país con los generadores de la violencia para facilitar la limpia de los pobres que sobran. Es claro. Pero...

Si realmente a Peña le metieron un gol, como piensan algunos de buena fe, y no se trató de una venganza de Peña el ataque a los estudiantes que se dio el 1 de diciembre, ya ha pasado demasiado tiempo para que no se sepa quién o quiénes son los autores incluso de la incredulidad social ante todo lo que haga Peña. Quiénes son los que eligieron el mismo procedimiento usado por Peña, contra luchadores sociales en San Salvador Atenco, para atacar a Peña.

En ambos casos es claro que el hecho habla de venganza. En ambos casos hay agresiones brutales que se convierten en crímenes políticos.

El asesinato de Alexis Benhumea es imperdonable.

Y lo mismo puede decirse por lo que respecta al dramaturgo, con coma inducido, que se debate entre la vida y la muerte desde el nefasto, para Peña, en todo caso, para el país de manera con absoluta certeza, 1 de diciembre pasado.

Se manifiestan falsamente escandalizados porque las comunidades, para sobrevivir a la delincuencia protegida por el Estado, decidan tener su propia policía. Y ya se empiezan a atacar por su carácter de paramilitares a esos grupos que lo único que hacen es defender el derecho a la vida.

Si Peña realmente buscara cambiar la situación imperante debería de haber usado sus primeros cien días no en discursos que nadie cree. Dando golpes de mando elementales en las instituciones primarias que se encuentran, todas, desarmadas en su estructura ética.

Calderón se afanó por hacer estallar a algún grupo armado, no protegido desde el poder como lo están en el fondo “Los Zetas”, “La Familia”, “Los Templarios” y los etcéteras. No. Se afanó en su última etapa como usurpador llegado “haiga sido como haiga sido” en hacer estallar a un grupo armado por decisión propia para enfrentar la ingobernabilidad que impera como parte de la impunidad que encubre la corrupción más asombrosamente impune en manos de quienes se reivindican como gobernantes en el planeta. Aquí ya nada asombra. Y todo parece indicar que Peña va camino de lograr lo que Calderón no pudo a manera de militarizar el país entero y de generalizar la represión como regla. La gente está harta de la impunidad y de la injusticia.

Infame es, por decir lo menos, que los que hoy se escandalizan por el hecho de que las comunidades se armen en su propia defensa, hayan callado lo que debía haber escandalizado también a esas “buenas conciencias”, cuando era claro que por un lado los grupos de sicarios, lo mismo llamados “Zetas”, que “Familia”, que “Templarios”, que, que, que..., se integraban con mano de obra salida incluso del Ejército nacional como paramilitares asesinos entrenados como kaibiles. Infame es, por decir lo menos, que no se hayan escandalizado con el ejército paramilitar paralelo que García Luna comandaba con el que hoy se integra la Gendarmería.

Los paramilitares no son aceptables nunca. Son como “los madrinas”. O se es militar o se es civil. O se es soldado o se es policía. Punto. Lo demás es parte del desastre que aquí se aplica como condena contra los mexicanos.
 

No hay comentarios: