sábado, 23 de febrero de 2013

Ya nadie les cree mienten por mentir

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
No tienen credibilidad los funcionarios y pasan por mentirosos
Alvaro Cepeda Neri

Prólogo Político

Se ha solicitado, pero aún no se ha podido conseguir que la Procuraduría General de la República sea investida con autonomía, para no tener que depender del Presidente de la República. Así, su titular no acababa de dar el informe preliminar acerca de la tragedia en uno de los edificios administrativos de Pemex, cuando en cartas a los diarios de la capital del país, llamadas telefónicas a programas de la radio y por el internet, los ciudadanos pusieron en duda sus dichos sobre que hubo una explosión por acumulación de gas. Nadie de los que expresaron su opinión creyó en lo que dijo. Le imputaron al gobierno de Peña encubrimiento y mentiras.No nos vamos a tragar sus mentiras”. Y es que en el presidencialismo cuando menos desde Díaz Ordaz, pasando por los últimos siete sexenios… ¡48 años!, hay tantas mentiras que hasta las medias verdades pasan por embustes.

No son las instituciones, sino quienes las dirigen, los que corrompen la relación gobernantes-gobernados. Los que están en un cargo dentro de los poderes, mienten por mentir. Son badulaques, cuentistas. Y “la burra no era arisca”. Y así es que los mexicanos no les tenemos la menor credibilidad. Pensamos que nos engañan, como cuando nos dicen que las finanzas de los municipios, las deudas públicas de los estados y la falta de recursos federales, se deben a misteriosas desapariciones, cuando sabemos que gobernadores, presidentes municipales y de la República, se roban el dinero, enriquecen a sus familiares, a sus cuates empresarios y a sus socios, haciendo de los dineros del pueblo un botín. Moreira, por ejemplo, que dejó endeudado el estado de Coahuila, está… ¡becado en España con toda su familia! Cuando debería estar en la cárcel. Sabines, el depredador de Chiapas, en la impunidad. Fidel Herrera, igual.

No les creemos ni el Padre Nuestro hincados. Son mentirosos, falsos y todos los medios para llegar al poder son triquiñuelas, trampas. La mentira política es tan antigua, que hasta Platón, en uno de sus diálogos, la propone para enredar a los ciudadanos. Esto, empero, no justifica que los politiquillos mexicanos se la pasen con patrañas. Por eso ni las verdades dichas por los funcionarios son creíbles. Y ellos mismos han desacreditado a las instituciones. Mienten los del IFE, el TRIFE, el IFAI, la Presidencia de la República, los desgobernadores y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal. No sabemos, por ejemplo, quiénes le donaron a Peña: terrenos y mansiones ni cómo se hicieron de su riqueza los actuales secretarios del despacho peñista, quienes astutamente nos dieron una lista de sus bienes sin cuantificar. Nos quisieron tomar el pelo con sus mentiras.

Y como son unos farsantes, mendaces y falsos, es que no le han creído nada al Procurador Murillo Káram. Ya no hay credibilidad por tantas mentiras que a diario expresan. Por ejemplo: que no se va a privatizar Pemex, cuando de eso se trata, al proponer que tenga socios. Nuestros gobernantes son unos farsantes. Solamente aceptan sus dichos los que con ellos tienen intereses y tampoco les creemos a los empresarios.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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