¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
No tienen credibilidad los funcionarios y pasan por mentirosos
Alvaro Cepeda Neri
Prólogo Político
Se
ha solicitado, pero aún no se ha podido conseguir que la Procuraduría
General de la República sea investida con autonomía, para no tener que
depender del Presidente de la República. Así, su titular no acababa de
dar el informe preliminar acerca de la tragedia en uno de los edificios
administrativos de Pemex, cuando en cartas a los diarios de la capital
del país, llamadas telefónicas a programas de la radio y por el
internet, los ciudadanos pusieron en duda sus dichos sobre que hubo una
explosión por acumulación de gas. Nadie de los que expresaron su opinión
creyó en lo que dijo. Le imputaron al gobierno de Peña encubrimiento y
mentiras. “No nos vamos a tragar sus mentiras”. Y es que en el
presidencialismo cuando menos desde Díaz Ordaz, pasando por los últimos
siete sexenios… ¡48 años!, hay tantas mentiras que hasta las medias
verdades pasan por embustes.
No son las instituciones, sino quienes las dirigen, los que corrompen la
relación gobernantes-gobernados. Los que están en un cargo dentro de
los poderes, mienten por mentir. Son badulaques, cuentistas. Y “la burra
no era arisca”. Y así es que los mexicanos no les tenemos la menor
credibilidad. Pensamos que nos engañan, como cuando nos dicen que las
finanzas de los municipios, las deudas públicas de los estados y la
falta de recursos federales, se deben a misteriosas desapariciones,
cuando sabemos que gobernadores, presidentes municipales y de la
República, se roban el dinero, enriquecen a sus familiares, a sus cuates
empresarios y a sus socios, haciendo de los dineros del pueblo un
botín. Moreira, por ejemplo, que dejó endeudado el estado de Coahuila,
está… ¡becado en España con toda su familia! Cuando debería estar en la
cárcel. Sabines, el depredador de Chiapas, en la impunidad. Fidel
Herrera, igual.
No les creemos ni el Padre Nuestro hincados. Son mentirosos, falsos y
todos los medios para llegar al poder son triquiñuelas, trampas. La
mentira política es tan antigua, que hasta Platón, en uno de sus
diálogos, la propone para enredar a los ciudadanos. Esto, empero, no
justifica que los politiquillos mexicanos se la pasen con patrañas. Por
eso ni las verdades dichas por los funcionarios son creíbles. Y ellos
mismos han desacreditado a las instituciones. Mienten los del IFE, el
TRIFE, el IFAI, la Presidencia de la República, los desgobernadores y el
Jefe de Gobierno del Distrito Federal. No sabemos, por ejemplo, quiénes
le donaron a Peña: terrenos y mansiones ni cómo se hicieron de su
riqueza los actuales secretarios del despacho peñista, quienes
astutamente nos dieron una lista de sus bienes sin cuantificar. Nos
quisieron tomar el pelo con sus mentiras.
Y como son unos farsantes, mendaces y falsos, es que no le han creído
nada al Procurador Murillo Káram. Ya no hay credibilidad por tantas
mentiras que a diario expresan. Por ejemplo: que no se va a privatizar
Pemex, cuando de eso se trata, al proponer que tenga socios. Nuestros
gobernantes son unos farsantes. Solamente aceptan sus dichos los que con
ellos tienen intereses y tampoco les creemos a los empresarios.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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