viernes, 22 de febrero de 2013

Sucede hasta en las "mejores" familias

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Todo pareciera indicar que se encuentra secuestrado el Papa 
Por María Teresa Jardí

Si sorpresiva fue la renuncia de Ratzinger al papado de la Iglesia Católica, más lo es el retiro de Benedicto XVI antes del cónclave. Lo que hace pensar en una obligada condena al silencio. Como las que él imponía a otros siendo prefecto de la Doctrina de la Fe en el Vaticano.

¿Decidido por Ratzinger el retiro y el silencio cómo expiación de sus pecados? o ¿condena impuesta por otros? o ¿ambas cosas por miedo a ser asesinado?

Ciertamente no se puede creer en su inocencia por lo que toca a los casos de pederastia protegidos por jerarcas de esa Iglesia. Ratzinger estuvo informado desde muchos años antes de que se conociera públicamente el nivel de involucramiento de curas en el abuso de menores.

Ratzinger fue siempre un jerarca conservador, quien, además, obligó a otros al silencio también por razones políticas. Lo que hace más curioso su retiro antes de la celebración del cónclave para elegir a su sucesor dejando solos a los otros grillos convertidos en cardenales que son jerarcas también de esa Iglesia. Lo que lleva a pensar que quizá del próximo se debiera pensar ya que se va a alzar, como el sustituto a modo de su renunciado antecesor impuesto también por lo más corrupto de esa jerarquía a la muerte de Juan Pablo II, quien asimismo fue, por dinero, un protector de enfermos de poder irredentos como Maciel y como Prigione y quien fomentó la baja en la Iglesia Católica que hoy se exhibe en sus cardenales.

Y el caso mexicano es ejemplificativo, que no el único, de la clase de personas que en general son elegidas para ese cargo, destacando sin duda el cardenal Norberto Rivera quien, como los políticos a la mexicana, pareciera haber sido elegido por sus enormes defectos y no por sus virtudes, que no se conocen incluso porque de tener alguna es obvio que la esconde como si fuera pecado y virtud fueran los defectos que, públicamente, se conocen. Defectos que sin duda debe tener también escondidos bajo la alfombra o al lado de la cama, como el cadáver de Paulette, que los policías de Peña no encontraban, hasta que estuvo todo preparado para dejar impune lo que a todas luces debió ser un crimen, quizá involuntario, pero crimen cometido por el padre o por la madre o por ambos y dejado sin castigo por quien hoy pretende que se crea en la buena fe de lo que dice cuando nada le cuaja, como la solución de ese caso, que quizá algún día sea realmente investigado.

En toda sociedad puede un hombre asesinar a su mujer o a la inversa y luego suicidarse el autor del homicidio que como móvil suele tener la pasión, efectivamente. Aunque es claro que en las sociedades donde la vida no es tan indigna se elige mayoritariamente el divorcio como forma de poner término a las desavenencias conyugales. Pero incluso en la más civilizada de las sociedades un caso como el sucedido en la colonia Brisas de Mérida puede darse. Aquí lo grave es que esa forma de salida de una vida que nada tiene de digna se va tornando también en recurrente entre las clases altas y medias.

No hay comentarios: