Por Esto!
La arcaica impunidad
Por Eliseo Martín Burgos
Al legislador griego Solón le preguntaron en cierta ocasión, para qué servían las leyes, y el precursor de la democracia en Atenas contestó:
—Para atrapar a los pequeños delincuentes.
—¿Sólo para eso? ¿Y qué hacemos con los grandes criminales?
El tribuno respondió de esta manera:
—Amigo mío, la Ley es como una tela de araña: las moscas pequeñas se quedan atrapadas en ella, pero las grandes la rompen y escapan con enorme facilidad.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca
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