¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Prólogo Político
Alvaro Cepeda Neri
Peñismo: reformas esperando ejecución político-administrativa
Contra
viento y marea del cuestionado resultado en las urnas, han transcurrido
más de 40 días del ascenso de Enrique Peña Nieto y su grupo de
transición (que dice es de transitorios si no dan resultados entre seis
meses y un año). Va para los 100 días en los cuales deben comenzar a
verse respuestas a los problemas nacionales de competencia federal, y ha
de ejecutar los fines de las reformas, contrarreformas y adiciones a
varios artículos constitucionales.
Lo que ha planteado como iniciativas al Congreso, le ha sido aprobado
porque en el motor legislativo, que es la Cámara de origen para muchas
de ellas, es decir: los diputados federales, cuenta con un dirigente de
gran capacidad de convencimiento político y transacciones para la
negociación, que es el sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera. No así
en la Cámara de Senadores, donde hubo sonados fracasos de Gamboa Patrón;
a quien hasta los primerizos panistas en esa materia, lo sacaron de la
jugada y hubo de ceder en lo que podría haber completado para reformas.
La cuestión ahora es poner en marcha las reformas, algunas de ellas ya
contenidos legales (a la espera de las adiciones a la Constitución en
materia educativa y de transparencia o rendición de información al
público); pues esto se debe hacer en el arranque del sexenio. A la mitad
del sexenio, sólo alcanzan los tres años finales para consolidar (y
preparar la sucesión que se disputan Osorio Chong, Videgaray; una mujer:
tal vez la traidora Rosario Robles o Yvonne Ortega, la yucateca
secretaria general del PRI, y donde César Camacho también la busca…
¿Chuayffet?... ¡imposible!). Así que, si el peñismo no quiere despeñarse
en otra versión del calderonismo-foxista, debe apurar el paso, ya que a
partir de marzo, la cuenta regresiva inicia y el dios Cronos es
implacable.
Descontando a los ricos, millonarios y multimillonarios, desde Carlos
Slim al Chapo Guzmán, los más de 116 millones de mexicanos siguen
acumulando pobreza, y en grado de indigencia 55 millones; 16 millones
desempleados sobreviviendo en la informalidad y 7 millones de jóvenes
sin encontrar ocupación. Pero la clase político-administrativa pone
oídos sordos y ceguera a la crisis microeconómica, con todo y las
alegres cifras macroeconómicas, y a la crisis política sofocada que
busca salida.
Urgen las ejecuciones político-administrativas por las secretarías del
despacho presidencial y, sobre todo, la eficacia y control por parte de
Peña, así sea al precio de desgastar a su equipo y recurrir a los
cambios. Pero no se le nota característica alguna, no de estadista (a
leguas se ve que está impedido para ello, con todo y que admira al
caudillo Álvaro Obregón), sino al menos de Político (con mayúscula). Ha
prometido todo. Si de leyes y cambios constitucionales se trata, un
montón de ellas han sido aprobadas y están vigentes. Los mexicanos
quieren resultados no para dentro de seis años. Sino para el presente,
pues en política no hay para mañana ni para el futuro, ni para nuestros
hijos. Mucho menos después del desastre que dejaron Calderón y el PAN.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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