¡¡Exijamos lo Imposible!!
Blog Pedro Echeverria
El hambre en el mundo y las políticas asistencialistas y caridad para tratar de frenar las luchas
Pedro Echeverría V.
1. A partir de las denuncias de Wikileak a los gobiernos del mundo,
me ha parecido que se han publicado más investigaciones sobre la
situación de la pobreza, la miseria y el hambre en el mundo. Se habla
mucho de la “crisis alimentaria” que está provocando el incremento de
los precios de los alimentos y que lleva a una situación límite: hambre y
muerte a una parte importante de la población mundial. Parece que
incluso la ONU empieza a preocuparse pero no se sabemos si pretende
beneficiar a las grandes empresas agroalimentarias o los famosos
transgénicos. De lo que estoy convencido es que hoy por hoy el mundo
cuenta con suficiente producción para poder garantizar la seguridad
alimenticia de toda la población mundial, “no obstante hay unos 850
millones de personas que sufren hambre y que dependen directamente de
las ayudas de diferentes organismos internacionales, y este número
aumenta a medida que se incrementa el precio de los alimentos”.
2. La realidad es que la miseria, el hambre, la indigencia de más de
la mitad de los pueblos de África, América Latina y Asia –en vez de
reducirse- parece aumentar. De nada han servido los grandes
descubrimientos y el desarrollo de las tecnologías para solucionar el
hambre de los pueblos. Como ha sucedido en la historia del capitalismo
una minoría de familias, las más ricas y poderosas, se ha aprovechado
de todos los avances tecnológicos para continuar acumulando riquezas y
se vislumbra que así será por lo menos en los próximos 50 o 100 años.
(No me olvido de los luddistas o destructores de máquinas) Ayer publiqué
un artículo con datos sobre la profunda pobreza en América Latina
subrayando el triste papel de México en ese contexto y las campañas
políticas (el PRI en Chiapas) que buscan remediar la situación con
medidas. Hoy me he topado con un estudioso –reconocido en la ONU- que
me aporta muchos más datos sobre el hambre.
3. Mi amigo, el sicólogo Fritz, me ha enviado un trabajo de Jean
Ziegler, que es relator de la ONU para la alimentación y escritor;
además, se dice que lleva décadas luchando para demostrar que “otro
mundo es posible”. Me ha obligado a revisar sobre este intelectual para
conocer otras publicaciones y me he encontrado que Ziegler ha declarado
que “100.000 personas mueren de hambre, o de sus consecuencias
inmediatas, cada día. Un niño de menos de 10 años muere cada siete
segundos y cada cuatro minutos otro queda ciego por falta de vitamina A.
El orden mundial no es sólo asesino, sino absurdo, pues mata sin
necesidad. Hoy ya no existen las fatalidades. Un niño que muere de
hambre hoy, muere asesinado”. Es importante tener consciencia en que
son mucho más los niños y familias que mueren por hambre producto de la
explotación y la miseria, que los que mueren por guerras, revoluciones,
crisis, huracanes o sismos.
4. Explica Ziegler que hay dos tipos de hambre: el coyuntural y el
estructural. El coyuntural es la hambruna a que siempre hemos visto en
Etiopía o se registra en periodos de guerra y que es fruto del
hundimiento de una economía; esta hambre causa el 5% de víctimas. El
hambre estructural es diferente porque está implícito en las estructuras
del subdesarrollo y el sistema de explotación capitalista. Causa el 95%
de las muertes y es el hambre que realmente pide a gritos la
intervención de la comunidad internacional. Así que, aunque debemos
ocuparnos por evitar cualquier manifestación de hambre, la que debe
alarmarnos más es la que está en nuestras manos solucionar mediante la
lucha social de los pueblos por el cambio de las estructuras
capitalistas. ¿De qué sirven las políticas asistencialistas o de
“caridad” practicadas por todos los gobiernos con el fin de frenar las
protestas y prolongar la explotación, tal como lo hace la iglesia?
5. Lo terrible de esta situación en todas parte, escribe Ziegler, es
que el hambre que se reproduce biológicamente. Cada año, cientos de
millones de mujeres dan a luz a cientos de millones de niños destruidos
desde el momento mismo del nacimiento. “Un niño subalimentado entre los
cero y los cinco años ya no tiene arreglo; incluso si a los seis tiene
suerte y lo adopta una familia española, está dañado de por vida”. (Pone
un ejemplo) “En Brasil hay madres que se ven obligadas a cocer piedras
cuando sus hijos les piden comida”. Esperan poder distraerles del
hambre, que se cansen de esperar y se duerman. Debemos saber que tenemos
los medios para alimentar al doble de la población mundial sin
necesidad de alimentos modificados; no olvidemos que los transgénicos
son patentes, marcas registradas, y tienen dueño. Afortunadamente hay
lucha contra ellos. Las empresas que detentan las patentes, por ejemplo
Monsanto, van a hacer todo lo posible por obtener el máximo beneficio de
su propiedad.
6. Los trabajadores todos hemos estado sometidos a los males del
sistema para que los más poderosos vivan en cuerpo de rey. Sabemos que
la única salida es la revolución libertaria de los productores, aunque
tengamos que luchar por ahora por medidas transitorias. Concluye
Ziegler: Hasta aquí hemos vivido bajo la herencia de la época del poder
por delegación, la república y los derechos humanos. Toda herencia está
amenazada de muerte por el gran capital financiero internacional, que
pretende que la mano invisible del mercado es la única y suprema
autoridad de la historia. Estamos creando un mundo en que los derechos
humanos no tienen sitio y la propia democracia está en grave peligro;
hasta el punto de que puede llegar a desaparecer. Es decir, vivimos en
la jungla del capitalismo globalizado y la ley del más fuerte. Puede
haber salida, pero debemos ser conscientes de que estamos defendiendo la
última trinchera. (23/I/13)
Consultar: http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
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