Editorial
Mientras China aumenta 11.2 % su presupuesto militar. Y Vladimir Putin, que para infortunio del Diario The Guardian y del semanario The Economist, ambos británicos, que anunciaban la derrota del Primer Ministro, resultó ser el triunfador en las elecciones de ayer domingo, y por ende de nueva cuenta Presidente de Rusia, había declarado durante su campaña que reforzaría sustancialmente a su Ejército. Lo que entre líneas quiere decir mucho.
Y Obama había advertido a Israel que no atacara las bases nucleares de Irán; que antes de hacerlo tendría que valorar muy bien las consecuencias y avisarles (sic) Sin explícitamente descartar que apoyaría al Gobierno de Tel Aviv en caso de que Netanyahu decidiera llevar a cabo el anunciado bombardeo. El Senado norteamericano le dio luz verde al Presidente norteamericano para utilizar la fuerza contra Irán, cuando lo considerara necesario (re sic)
Hechos, declaraciones y autorización que, dado su delicado y nada pacífico contenido, sin duda harán que en detrimento de toda la humanidad, el precio del barril de crudo siga subiendo. Pues el que casi todo se mueva con petróleo y sus derivados, hace que la vida sea más cara para todos.
Por lo que habrá que seguir detenidamente los resultados de la entrevista que hoy tendrán los Mandatarios de EEUU e Israel, de la que, dado el fanatismo del Premier Israelita, no podrá esperarse mucha moderación.
Y todo esto, mientras ya se escuchan voces que dicen que para mantener a Medio Oriente en paz, lo que es altamente desconcertante, pero no menos cierto, Irán tendría que poseer las armas atómicas que no tiene.
Para así equilibrar las fuerzas y desalentar las agresiones imperialistas. Armas atómicas que hoy por hoy exclusivamente están del lado de Israel; que aunque nunca de manera oficial ha declarado poseerlas, es por todos sabido que las tiene.
Lo más curioso del caso, es que, según encuestas hechas tanto en EEUU como en Israel, nadie, de los ciudadanos entrevistados desea que haya guerra. Y es de suponerse que tampoco los iraníes, que abiertamente ya han declarado que no la desean.
Y menos de ansía una conflagración atómica que podría llevar al mundo entero a un desastre económico-social, que ya de por sí se está viviendo.
Cabiendo comentar, que bueno sería que quienes tan desmedidamente ambicionan el dinero y el poder, si mucho les apura, se echaran un fusil al hombre y se fueran a agarrar a balazos con quienes se oponen a ser saqueados y solamente defienden sus riquezas, en vez de cobardemente organizar las matanzas detrás de sus elegantes escritorios.
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