¡¡Exijamos lo Imposible!!
Calderón en busca de asesores que le tiren un salvavidas
Álvaro Cepeda Neri |
El inquilino de Los Pinos, desde la
ilegitimidad que lo marcó durante todo su desastroso gobierno, insiste
en salvarse del juicio político, la demanda ante la Corte Penal
Internacional, en La Haya, Países Bajos, y los juicios penales de cuando
menos 20 mil homicidios, de los más de 60 mil que arroja su “guerra”
contra una delincuencia retadora, que militares y policías (del general
Guillermo Galván Galván al nazi de Gernaro García Luna) no han podido neutralizar y tienen al país como un campo de batalla al estilo de Siria o Afganistán… sin la Primavera Árabe que ha derrotado gobiernos fallidos y autoritarios.
Con un Partido de Acción Nacional (PAN) a la deriva con fardos como
los Larrazábal, los Lozano Alarcón… y las deserciones de panistas de
arraigo como Manuel Clouthier, por las desafortunadas nominaciones que a
través de su presidente títere, Gustavo Madero, ha hecho Calderón, éste
no halla cómo imponer a Josefina Vázquez Mota, ésta sin el menor
carisma. Andrés Manuel López Obrador tiene su populismo, su república
amorosa y sus más de 10 secretarios del despacho; Enrique Peña Nieto su
copete, su atractivo gracias a la televisión y está asido al Partido
Revolucionario Institucional antiguo y al que quiere modernizarse.
Aunque el gachupín Antonio Solá, con un sueldo por debajo del agua
de más de 500 mil pesos mensuales sin pagar impuestos ni hospedaje,
comida, automóvil con chofer, etcétera, y autor de “López Obrador… un
peligro para México”, sigue siendo asesor “estrella” de Calderón, al que
le habla a la oreja para, como copiloto, guiar la nave estatal que va a la deriva… con el carruaje presidencial a punto de convertirse en calabaza, Calderón no quiere que lo despidan con rechiflas y mentadas (como al cantante Santana que en su concierto echó flores a la panista) y ha vuelto a contratar al británico todólogo Simón Anholt, católico en sus credenciales, pero en realidad anglicano.
Y por no menos de 100 mil libras inglesas más estancia pagada, ya
está en Los Pinos con la estupidez de que “las noticias sobre la
violencia no son dañinas a largo plazo”. Pero sí a corto y mediano, que
es el lapso calderonista en la Presidencia, ya que los países europeos,
Estados Unidos y Canadá, conminan a sus conciudadanos a no viajar a
nuestro país… ¡por la violencia sangrienta existente! Y en desayunos,
comidas o cenas acompañados con whisky y refresco y coñac con Coca Cola,
ha informado a su jefe que el responsable de la mala imagen de nuestro
país no es Calderón ni el PAN ni García Luna ni la “guerra” ni la
corrupción… ni el infierno de la Guardería ABC, sino los estadunidenses
que han divulgado cómo la violencia sangrienta tiene a México peor que
Irak, Siria, Colombia (Inés Santaeulalia, El País, 9 de marzo de
2012). Por eso, el gobierno calderonista emprendió una campaña
publicitaria por todo el mundo, “para demostrar que el país no es
víctima de sus problemas, sino líder en la solución de los mismos”. Pero
aunque anda desatado haciendo inauguraciones para acarrearle votos a Chepina
(a quien odia pero tiene que ayudar), no hay fórmula para que el
panista salga bien librado. Ha fracasado. Y no hay reversa. Se ahogará en su ineficacia y corrupción, para lo cual no hay salvavidas ni aunque tengan la marca Solá y Anholt.
*Periodista
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