viernes, 2 de marzo de 2012

Fecal es uno más de los asesinos seriales

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Asesinos seriales
María Teresa Jardí 

Los abusos contra las mujeres han existido siempre y como bien señalan los que por esa lamentable situación han pasado y quienes la han investigado, estudiado y documentado, es un asunto que tiene que ver más con el ejercicio del poder que con la situación de género incluso. Saben los que me conocen que no sólo no soy feminista, entendido el feminismo como el querer alcanzar justamente por cuestión de género, y no de talento, la posición del hombre. Pero de una gravedad extrema va siendo la aparición de asesinos seriales de mujeres como otro de los males que no por anunciado a lo largo del desgobierno panista que el usurpador encabeza, es menos lamentable.

Por fin, treinta años después de haberse puesto de moda en España la venta de libros de ediciones baratas, en los puestos donde se venden también los diarios, se empiezan a vender en México algunas de estas colecciones y una de la que esta semana ofrece la primera entrega narra la historia de Marie Trintignant, una actriz, hija de una cineasta, también francesa, asesinada por su pareja de similar cultura y sin que ni la madre, cercana a la hija al punto de trabajar juntas 9 horas al día, se hubiera percatado de las agresiones a la hija por parte de la pareja, que no toleraba que por encima del suyo estuviera el talento de ella, hasta que fuera demasiado tarde para salvarle la vida. El libro escrito por la madre de nombre Nadine Trintignat, está publicado, en la edición, que les comento, por RBA coleccionables, S.A.

Siendo muy graves las complicidades que se alcanzan a intuir en el “escape” de César Armando Librado Legorreta, alias “El coqueto”, un chofer de microbús, acusado de ser un asesino serial de mujeres, puesto en libertad, más bien, en la Subprocuraduría estatal de Tlalnepantla, en el Estado de México. Más allá de la gravedad de la puesta en libertad de quien continuará asesinando mujeres, suponiendo que efectivamente sea el acusado el asesino que se informa que es, lo verdaderamente grave, lo que, además, se liga, como ejemplo, de lo que ya también coleccionamos como otro de los males de la falsa guerra fecalista, está en lo denunciado ayer por el POR ESTO!, que se publica, también, en Quintana Roo. Con relación a la existencia de otro posible asesino serial de mujeres jóvenes también, originario de Chetumal, Jorge Alberto Rosales Piña, quien antes de su captura por el homicidio de dos mujeres jóvenes, el asesino con estudios de nivel bachillerato, ya había estado recluido en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de esa ciudad por los delitos de homicidio en grado de tentativa y por homicidio y violación.

¿Asesinos seriales en cascada? . Eso es lo que sigue cuando se entrena como mercenarios a los integrantes de los grupos paramilitares.

Calderón es imperdonable por mil y una cosas. Hace un rato escuché a otro impresentable decir que juntos los del PAN suman dos mil años de cárcel. No. Igual y hasta son más. Pero lo que es claro es que Calderón debe morir en la cárcel por el genocidio que sube cada día por lo que toca a la brutalidad con la que se lleva a cabo en México la limpia de pobres. No puede ser de otra manera en un país donde los mexicanos ricos consumen 56.7 por ciento de bienes y los pobres, apenas alcanzan a gozar del 3.8 por ciento, como se daba a conocer ayer en el diario La Jornada. El servidor de los ricos debe deshacerse de los pobres que además son muchos más millones.

Calderón es imperdonable por muchas cosas: su entreguismo, su corrupción, su genocidio... Pero no lo es menos por el hecho de que deja al país en manos de muchos jóvenes entrenados por los yanquis como policías y soldados convertidos, cuando no en Zetas, integrando los grupos paramilitares, de los que una cara son los hombres de negro, de ese otro individuo imperdonable también por su autoría material en la limpia de pobres que en el país se lleva a cabo, de mil y un maneras, pero de la que los ejecutados ya casi alcanzan, con cifras oficiales, los cien mil, que sin duda son rebasados en muchos cientos de miles más, incluso pensando en conservadoras cifras reales.

No hay comentarios: