¡¡Exijamos lo Imposible!!
Será imposible no rendir cuentas Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
Se confirma el adagio de que lo que mal empieza mal acaba, pues el actual sexenio está finalizando con muchos problemas para Felipe Calderón, mismos que repercuten necesariamente en la sociedad en su conjunto. No se puede olvidar que el aún inquilino de Los Pinos pudo tomar posesión gracias a que la cúpula del PRI lo apoyó, e incluso fue posible que entrara al recinto camaral porque Manlio Fabio Beltrones lo metió escondido en su automóvil. Por eso entró literalmente por la puerta trasera, para rendir la protesta de ley de manera rápida y atropellada.
Seis años después, Calderón está terminando su gestión en igual forma, como lo revelan los muchos problemas que están aflorando en el país, sin que se vislumbren posibilidades de solución expedita antes de que concluya su malhadada “administración”. Se están acumulando cuentas pendientes, que a querer o no tendrán que ser atendidas, independientemente de que se las quiera “capotear” en los medios electrónicos con mentiras plenas y verdades a medias.
La comparecencia del secretario de la Función Pública, Rafael Morgan Ríos, en la Cámara de Diputados, es un buen ejemplo de los muchos pendientes que dejará Calderón. Al funcionario le fue imposible entregar buenas cuentas, pues donde quiera que se pone el dedo salta la purulencia. Durante más de dos horas eludió las preguntas de los legisladores, y hasta la fracción del PAN lo dejó solo: en el salón se encontraban apenas diez de sus compañeros de partido.
Según Morgan Ríos, el combate a la corrupción lo demuestra el que 79 ex servidores públicos hayan sido detenidos, nomás que se trata de simples “chivos expiatorios” sin ninguna importancia en las cadenas de mando. Ni uno sólo de los altos funcionarios involucrados en corruptelas escandalosas han sido ni siquiera reconvenidos, entre los que se encuentra el propio antecesor del actual titular de la dependencia, a quien se le protegerá enviándolo al Senado en la siguiente Legislatura.
De ahí el interés de Calderón en que Josefina Vázquez Mota gane y le cubra las espaldas, objetivo que buscará a cualquier precio. El riesgo de que esto pudiera ocurrir está a la vista, por eso es vital que la sociedad en su conjunto se mantenga firme y se puedan frenar a tiempo los despropósitos de Calderón por librarse de las graves acusaciones que habrán de hacerse públicas a medida que se acerque el fin de su sexenio. Es fácil anticipar que el PRI no lo habrá de cobijar, menos aún cuando se comportó como un malagradecido y golpeó a los priístas en cuanta oportunidad se le presentaba.
Por otro lado, el proyecto de dictamen del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, mediante el cual se ordena la liberación inmediata de la ciudadana francesa Florence Cassez, acusada de secuestro y condenada a 60 años de prisión, pone el dedo en la llaga que significa la procuración y administración de justicia en el actual sexenio.
El dictamen señala que debido a la violación del debido proceso en contra de la mujer francesa, y al montaje televisivo que realizó en el año 2005 la Agencia Federal de Investigación (AFI), las pruebas presentadas entonces por la Procuraduría General de la República “carecen de fiabilidad”. El documento puntualiza que durante la detención de Florence Cassez se violaron sus derechos de asistencia consular y no fue puesta inmediatamente a disposición del Ministerio Público. Obviamente, esto viene a confirmar los enormes vicios que han caracterizado a la administración calderonista en una materia tan sensible como la procuración de justicia.
No obstante, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, seguirá en su puesto, a pesar de haber sido el autor en el 2005 del mencionado montaje televisivo y ser en la actualidad quien más extrañamientos ha recibido de parte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Así se confirma, por si hiciera falta, que la principal divisa del “gobierno” de Calderón es la impunidad, el favoritismo y la protección del Ejecutivo a sus amigos e incondicionales.
Seis años después del “accidentado” arribo de Calderón a Los Pinos el país es mucho más inseguro, más violento y más desigual e injusto. Es por demás ilustrativo de tal situación el cierre de más de 120 mil empresas en lo que va del año, de acuerdo con el Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM). Puntualizó este organismo en días pasados, que al cierre del 2011 se contabilizaba un total de 778 mil 564 empresas, en tanto que al finalizar febrero eran 656 mil 247, una caída de 15.7 por ciento en menos de dos meses.
Sin embargo, el inquilino de Los Pinos continúa su gira “triunfalista” por todo el país, como si hubiera algo que festinar. Lo hace a sabiendas de que la mayoría de mexicanos están mal informados, no tienen capacidad de valoración de la realidad, gracias a los servicios del duopolio televisivo, y carecen de sentido crítico por su escaso nivel de cultura política. Con todo, a medida que se acerque el fin del sexenio irán apareciendo hechos inocultables, los que serán el más claro testimonio del total fracaso de una alternancia sin pies ni cabeza.
(guillermo.favela@hotmail.com)
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