¡¡Exijamos lo Imposible!!
Mi estimado…
Por: Hilda García Mientras Felipe Calderón presentaba a Guadalajara como una “Ciudad Creativa Digital”, el monero Tonatiuh Moreno increpó al Presidente diciéndole: “¿Eh, Felipe… cuándo se va a acabar esta guerra?, ¿cuándo se acabará esta guerra contra el crimen?, ¿adónde te vas a vivir cuando termine tu gobierno?, ¿cuántos muertos más?”.
Es cierto que era un evento protocolar, pero también es cierto que son las preguntas que al final del sexenio del presidente Calderón varios nos hacemos. Por eso, ejerciendo la libertad de expresión que él dice que ha promovido en su gobierno, tanto Tonatiuh como yo nos preguntamos lo anterior.
Sin embargo, el mandatario respondió, no a las preguntas y me atrevería a decir que ni siquiera como Presidente. Tuve la impresión de que al contestar con un “mi estimado” y más adelante con un comentario sobre cómo las bandas criminales reclutan “jóvenes como tú” parecía más como un encontronazo en la calle.
La diferencia es que Calderón respondió bajo la protección de su imagen por parte de Cepropie y del Estado Mayor Presidencial. Pero sobre todo, cobijado por un grupo de participantes que comenzaron a hacer el famoso “ssh” para callar al que se atrevió a cuestionar. Hubo unos que ni se pararon, pero la mayoría, sin cuestionarse y sólo por tratarse de la figura presidencial silenciaban a Tonatiuh con sus aplausos.
“Si tú u otros pretenden que el gobierno mexicano, mi gobierno, se quede cruzado de brazos viendo cómo atentan contra los jóvenes de México, viendo cómo secuestran, viendo cómo extorsionan, están muy equivocados”. Ahí comenzaron los aplausos a Calderón, quien defendía su estrategia.
Cuando se cuestiona la lucha contra las drogas, estoy segura de que Tonatiuh, como muchos más, no estamos ni reclutados ni a favor del narcotráfico como tal, sino de la estrategia aplicada.
Lo que se ha cuestionado desde los cafés, en columnas y hasta por organismos de derechos humanos, es la manera como se ha hecho esta lucha que ha dejado ya 60 mil muertos desde que comenzó el sexenio.
Es cierto lo dicho por Calderón, no es necesario gritar sino dialogar. Pero durante la presentación no se veían ganas de querer dialogar, sino de poner énfasis en los mismos argumentos que ha dicho desde el inicio de su campaña.
“Yo lo único que les pido es que razonen, por lo menos expongan argumentos en lugar de gritos. Es lo único que pido, que dejen a un lado los insultos”, y se volvieron a escuchar aplausos.
“A lo mejor viene otro Presidente que sí hace exactamente lo que tú quieres, que no se meta. Se va a quedar sentadito, calladito, volteando para otro lado, pero pensar que eso va a acabar con la violencia o con la criminalidad es una ingenuidad. Se dice de otra manera en mi tierra, pero ahora estamos en público, concluyó Calderón, quien recibió una nueva ovación de quienes asistían al evento en Guadalajara.
Ufff. Creo que la última frase aún me dolió más. Porque creo que ninguno de nosotros está pensando en que se debe dejar de actuar. Si no que quizá haya que escuchar a otras partes, otros participantes y víctimas en la sociedad para poder avanzar en una estrategia que, además de ser efectiva, sea apoyada por las mayorías.
Sin embargo, mientras guardamos silencio en México y queremos aplacar los cuestionamientos con aplausos como cuando los padres decían esto se hace así porque lo digo yo y no hay más que decir, en Estados Unidos un nuevo reporte de la comunidad de inteligencia, presentado esta semana, destacó a los cárteles de droga mexicanos, como una de las amenazas contra el vecino del norte a nivel mundial.
El documento titulado “Evaluación de amenazas mundiales 2012″, fue elaborado por el director nacional de inteligencia, James Clapper.
No es la primera vez que escuchamos que desde Estados Unidos se habla del narcotráfico mexicano como una de las grandes amenazas. Incluso los altos niveles de violencia que vivimos han querido tratarse como terrorismo o insurgencia, para enviar equipos de contrainsurgencia, como si se deseara poder tener más margen de acción para intervenir en los temas de nuestro país. Como si de por sí ya los cuestionados operativos como “Receptor Abierto” o “Rápido y Furioso” no fueran suficientes. Ahí sí que hemos guardado silencio y no decimos nada.
Seguimos sin pedir ninguna explicación sobre los operativos como “Rápido y Furioso”, cuyo debate esta semana se puso también al rojo vivo. El presidente del Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes, Darrell Issa, insistió en acusar de desacato al procurador General de Justicia, Eric Holder. Y ¿por qué de desacato? Pues porque tal y como dijera el congresista, sólo un 8% de los 80 mil documentos, relacionados con la operación, fueron entregados por el Departamento de Justicia.
En su testimonio, Holder insistió en que su departamento no “producirá más material” sobre este tema. Esta es la sexta vez que Holder da testimonio en el Capitolio sobre el operativo “Rápido y Furioso” incluyó desde 2009 la estrategia de permitir las compras ilegales de armas de fuego y que éstas fueran trasladadas de armerías en Arizona hasta la frontera para los cárteles del narcotráfico mexicanos. El objetivo del operativo era monitorear el flujo de armamento hasta su destino final.
Sin embargo, cientos de armas se extraviaron en el camino, y una serie de críticas surgieron cuando dos piezas implicadas en la operación fueron encontradas en el lugar donde fue asesinado el agente Brian Terry, en diciembre de 2010.
Incluso durante esta misma semana, la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, reconoció que se cometieron “serios errores” en la operación “Rápido y Furioso” de tráfico ilegal de armas a México, pero se comprometió a evitar que algo así se repita.
“Todo el mundo ha reconocido que se cometieron errores, serios errores. La pregunta clave es que esos errores, al menos en lo que a mí corresponde, no se repitan nuevamente”, dijo Napolitano en un foro del Club Nacional de Prensa.
Mmmm. Interesante ver cómo se busca callar lo ocurrido con los operativos. Interesante cómo se pretende darle carpetazo diciendo que fueron serios errores y se guarda silencio para cubrir a alguien. Pero para mí aun es peor ver que desde México no cuestionamos con un “Mi estimado Holder ¿no sabes que por operativos como esos ha crecido el narcotráfico?” O “¿sabías que los narcotraficantes han comprado armas a gente que como tú las ha pasado por nuestra frontera?” O quizá decir: “Esos operativos son una ingenuidad, aunque se dice de otra manera pero estamos en público”.
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