¡¡Exijamos lo Imposible!!
Editorial
En varias
ocasiones hemos comentado en este mismo espacio, que en México estamos
muy atrasados con relación a la tecnología, de cómo están en otras
Naciones. Y que encima de que nos venden saldos (lo que para ellos es
obsoleto) todavía hay quienes piensan que somos hasta vanguardistas, con
astronautas mexicanos y toda la cosa.
Las televisiones
de tercera dimensión que están tan de moda entre la gente que tiene
para comprarlas, ya no se usan en Japón, donde las televisiones son de
imágenes virtuales que se pueden ver de todos los ángulos.
Pues bien; ya
está en nuestro México (o no tarda más que días) un aparato que se pone
en vez del radio del automóvil, y hace de todo.
Música,
Internet, localizador, teléfono, y dicen que hasta puede detectar a los
que se acerquen con malas intenciones; pero por el momento el gremio
religioso ha impedido que se les ponga ese programa, pues dicen que
sería tanto como si llevaran puesto y visible un detector de mentiras; y
eso no les conviene
Pero lo
importante del caso, es que, aunque esos aparatos, de los que comentamos
hace como siete años en este mismo espacio, por el momento son caros,
pero tarde o temprano se abaratarán y estarán al alcance de todos. Y
con esos aparatos podrá usted, amable lector, escuchar las radiodifusoras por Internet.
Lo que
drásticamente acabará con el monopolio de la información, hoy en manos
de influyentes capos de las noticias, y ésta regresará a las manos (a
las voces) de los verdaderos periodistas.
Para entender la
parcialidad que los medios de comunicación tienen al manejar la
información, se reproduce textualmente una nota publicada el día de ayer
en El Universal de Caracas:
“Comités Locales de Coordinación dijeron que 144 civiles perdieron la vida a manos de las fuerzas de seguridad en diversas localidades en Siria, muchas de ellas cuando intentaban huir en Baba Amr”.
La obligada
pregunta es: Si los 144 civiles a los que hace referencia, eran
verdaderamente civiles, o mercenarios (asesinos a sueldo)
Y no es que se
quiera pasar por alto el frenesí que provoca el olor de la sangre y la
muerte (la guerra solo la desean los que no la han conocido de cerca) O
como decía el ilustre Séneca “La guerra solo la quieren los que no la
conocen”.
Pero ningún Ejército, de ninguna parte del mundo, sale a matar civiles. Solo que en la guerra, hasta los niños son peligrosos.
En Vietnam, los
jóvenes ponían cargas explosivas dentro de los cajones para bolear
zapatos, y al hacerlas explotar a la distancia a la que se habían
retirado con un pretexto cualquiera, mutilaban a los invasores, sí eran
invasores, pero al fin y al cabo seres humanos y soldados que solo
obedecen ordenes.
Y todo esto se
comenta, porque a pesar de las tajantes declaraciones de chinos y rusos,
poniéndose del lado de la autodeterminación de los pueblos, pues se
opusieron a una invasión que les permitiría a las petroleras
internacionales adueñarse de todo el crudo de Medio Oriente. Lo que
sería riesgoso para los chinos.
Y de la
publicación del The New York Times, que informó que la CIA ya sabía que
Irán no tiene armas atómicas, y de que se dudaba que el Gobierno de
Ahmadineyad siquiera se hubiera planteado la posibilidad de
construirlas.
Lo único cierto
es que el precio del barril sigue subiendo, y eso es un síntoma claro de
que las tensiones en Medio Oriente no han disminuido
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