Extraño relevo en pastoral social
MEXICO, D.F., 28 de noviembre (AFP) - La Iglesia mexicana relevó el lunes, al abogado y sacerdote Pedro Arellano, como secretario adjunto de la Pastoral social, luego de que defendiera la inocencia de la francesa Florence Cassez, condenada en México a 60 años de prisión por secuestro.
Arellano dijo a la AFP que fue destituido de su función de secretario adjunto de la Pastoral social, una de las ocho comisiones de la Conferencia del Episcopado mexicano, cargo en el que será remplazado esta semana.
El abogado y eclesiástico, que también preside la Comisión Pastoral Penitenciaria, había sido asignado en 2010 por la Iglesia mexicana para dirigir un equipo de 27 investigadores, expertos jurídicos y criminólogos, sobre el caso de la francesa Florence Cassez, encarcelada desde diciembre de 2005.
Este equipo elaboró un reporte -un “amicus curieae” (“amigo de la corte”)- destinado a aportar una “opinión jurídica” al juicio de “amparo”, el último recurso que tuvo Cassez ante una corte ordinaria. El reporte concluía la total inocencia de la francesa.
Interrogado por la AFP, el portavoz de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, afirmó que el relevo de Arellano de su cargo en la Pastoral social “no tiene nada que ver con el reporte que él presentó sobre Florence Cassez”.
Sin embargo, el vocero reconoció que “tenemos diferencias sobre el informe de la comisión que exculpa a Cassez”, aunque indicó que “no nos compete a la Iglesia decir si alguien es culpable, eso corresponde a las autoridades”.
Subrayó que el reporte “no representa la opinión de la Comisión Episcopal”, sino que se trata de un documento de una “comisión independiente”.
El informe, de 44 páginas, fue enviado hace dos meses a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que actualmente revisa el caso de Cassez.
Florence Cassez fue condenada a 60 años de cárcel en México por complicidad en secuestros. La francesa clama inocencia y afirma que su detención fue un montaje mediático.
El caso Cassez fue alimentado con “pruebas prefabricadas por las autoridades”, dijo Arellano en alusión al presunto montaje televisado, realizado al día siguiente de la detención de la francesa el 8 de diciembre de 2005 por la Policía Federal.
“Con este trabajo yo sabía que tomaba un riesgo”, dijo a la AFP. “En México no conozco la justicia, sólo conozco la injusticia. Aquí todos somos Florence”.
Ayudar a Florence es ayudar a miles de personas víctimas de la injusticia en México”, dijo.
Diversos medios mexicanos difundieron, días antes, informes acusando a Cassez de ordenar actividades ilícitas desde la prisión en la que está detenida, en momentos en que la Suprema Corte revisa su caso, versiones que la francesa calificó de “ataques sin fundamento” y de “chismes”.
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