¡¡Exijamos lo Imposible!!
Las Leyes del influyentismo
Las Leyes del influyentismo
Se basó
en criterios políticamente correctos, no en fallos jurídicamente correctos
Soberanes: la Corte hizo mal al negar amparo a La Jornada
Ante dos derechos fundamentales, el ministro Zaldívar privilegió uno sobre otro, afirma
Debemos recuperar el verdadero sentido de las garantías: la dignidad de las personas, plantea
Debemos recuperar el verdadero sentido de las garantías: la dignidad de las personas, plantea
Víctor Ballinas
José Luis Soberanes Fernández, abogado constitucionalista
y ex presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, afirmó
que la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN),
de negar el amparo a La Jornada,
se valió de criterios políticamente correctos, no en fallos jurídicamente correctos.
En entrevista, Soberanes Fernández, académico del Instituto de
Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), insistió: “Últimamente hemos estado viendo que la Corte
ha estado fallando más por criterios políticos que por criterios
jurídicos, por tanto, no nos debe extrañar esta resolución.
“No coincido con el dictamen y no comparto la opinión del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Como jurista y ex ombudsman,
mi opinión es que ante dos derechos fundamentales se privilegió un
derecho sobre otro, y eso no puede ser, la Corte debe hacerlos
compatibles, no aniquilar uno sobre otro.”
El ex director del IIJ de la UNAM, investigador y académico, expresó que
la Suprema Corte hizo mal al aprobar ese fallo. Efectivamente, en México tenemos libertad de expresión, pero también existe otro derecho fundamental: el derecho al honor, a la buena fama y al buen nombre." Lo que tiene que hacer es concordarlos, hacerlos compatibles unos con otros; pero en lugar de eso reconoció un derecho y desconoció otro. Hizo mal la Corte. Aplastó un derecho en beneficio de otro, porque no hay ningún derecho absoluto.
–¿Doctor, con este fallo se impuso la ley de la selva?
–Así es, pero nosotros tenemos que apostar en favor de la
racionalidad; por eso debemos insistir en que se rectifique, porque si
no, vamos a llegar a aquello de que
el hombre es lobo del hombre.
–¿Cómo se puede rectificar esa decisión?
–Aquí ya no hay de otra:
palo dado ni Dios lo quita. Ya no hay remedio alguno.
–Entonces, ¿cómo enmendar ese fallo?
–Pues que en el siguiente asunto se cambie el criterio; pero, ¿quién se va a animar a llevar otro asunto a la Corte?
–¿Ve usted en ese fallo un castigo de la derecha a un periódico independiente?
–Es el triunfo de los criterios políticamente correctos sobre los criterios jurídicamente correctos.
–¿Se legitimó la calumnia?
–Como que está marcando el camino para eso. Es la anarquía. Creo que
debemos recuperar el verdadero sentido de los derechos fundamentales, y
el verdadero sentido de esos derechos es la dignidad de las personas;
aquí estamos con unas vencidas, a ver quién tiene más influencias. Lo
que importa finalmente es la dignidad de las personas y eso es por lo
que todos tenemos que luchar.
–¿Considera que no hubo justicia en este caso?
–Claro, así es. Tiene razón La Jornada: no hubo justicia.
–Juristas y legisladores sostienen que se sienta un precedente nefasto con esta resolución.
–Desde luego, y además se contraría, porque hace relativamente poco
tiempo hubo un caso de Sergio Aguayo contra Primitivo Rodríguez
Oceguera; la Corte le dio la razón al primero y obligó a Primitivo a
pagarle una fuerte cantidad de dinero. Entonces aquí se está
contradiciendo la Corte.
“Con este criterio no debió haberle dado la razón a Aguayo y obligar a
Primitivo Rodríguez a pagar una fuerte cantidad y, sin embargo, aquí se
está contrariando la Corte, ¿por qué?, pues porque obra políticamente
correcto al darle la razón a Letras Libres.”
–¿Es una resolución inatacable?, ¿qué recurso le queda ahora a La Jornada?
–Se dice, pero aquello en general no funciona; irse a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, eso no es real, son excepciones los
casos que conoce ese organismo. Considero que lo que debe hacerse es
formar conciencia, que la gente tome conciencia del peligro en que
estamos los ciudadanos comunes y corrientes, los de a pie, no los
intelectuales, los señorones. El ciudadano común y corriente está sujeto
a que lo calumnie cualquier medio.
Soberanes Fernández aseguró: “En mi experiencia de 10 años como ombudsman y ocho como director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, puedo decir que a mí La Jornada
siempre me trató con mucho respeto. Yo sabía que muchas de mis
opiniones o mis criterios no eran compartidos, pero en ningún momento me
llenaron de adjetivos calificativos, a diferencia de otros medios. La Jornada siempre fue muy respetuosa conmigo, siempre respetó mi dignidad y mis opiniones.
“Aunque no estuvieron de acuerdo con lo que yo pensara o actuara,
siempre fueron respetuosos, nunca me insultaron ni usaron adjetivos para
descalificarme. Son personas de bien las que integran La Jornada,
son periodistas con ética y lo reconozco públicamente. Aunque no pueda
coincidir con los criterios de ustedes ni los de ustedes con los míos,
estamos hablando entre gente de bien.
“Mi respeto para La Jornada. Siempre me trató con dignidad y
decencia, nunca me denostaron. Con este fallo de la Corte vamos, ahora
sí, a la ley de la selva.”
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